En ocasiones, el ser humano se encuentra con la oportunidad de cumplir sus sueños. El camino puede estar lleno de pruebas, que se pueden superar con una buena actitud y disciplina, sin quitar la mirada del objetivo.
Reina Morales Galarza es uno de muchos ejemplos de perseverancia en la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI). Siempre su sueño fue competir en uno de los mejores equipos de softbol de la LAI. Esto la llevó a experimentar un viacrucis de entrevistas con tres de los programas más sólidos de la disciplina universitaria. Pero, solo universidad se fijó en ella: las bicampeonas y finalistas edición 2017, Cocodrilas de la Universidad Metropolitana (UMET).
“Yo desde un principio quería ir al Colegio de Mayagüez. [Francisco] “Kiko” Cintrón, el dirigente, me vio y me expresó que le gustaría que fuera con él por lo bien que pitcheaba. Pero, ellos no me dieron seguimiento. No me dijeron nada. Fui a la Inter de Ponce para los ‘try outs’, pero también se estancaron un poco en reclutarme”, contó la guayanillense criada en el barrio Quedrada.
Las esperanzas de ser parte de una novena poderosa en uno de los torneos más sólidos a nivel de Puerto Rico se mantenían vivas. La hija de Sandra Galarza Ramos y José Luis González López, continuó exponiendo su talento en el torneo Latinoamericano de Pequeñas Ligas donde, sin saberlo, estaba siendo observada por el dirigente Gerardo “Jerry” Flores de la UMET. Flores estaba presente en el torneo dirigiendo el equipo internacional de Puerto Rico, mientras Reina jugaba para uno de los equipos locales.
“Jerry rápido vino a verme a Guayanilla. Me había visto hace tiempo desde los Latinos de softbol, donde siempre jugaba con el equipo local, no con el equipo de Puerto Rico. La diferencia de la UMET a otras instituciones fue que me dieron seguimiento. Me llamaron rápido. Me invitaron al parque de ellas, que es en Villa Nevares (San Juan). En la visita a la UMET me enseñaron el complejo. Yo estaba muy contenta, porque estaba entrando a un equipo de muy buena calidad y alto nivel. Desde principio me sentí cómoda”, narró la egresada de la escuela superior Asunción Rodríguez de Sala en la Tierra de Agüeybaná.
El trabajo en la UMET ha sido mayormente de cerradora y fue iniciadora frente a las Pioneras de la Pontifica Universidad Católica. Sus habilidades deportivas empezaron a los siete años de edad cuando jugaba béisbol con los varones en el barrio Magas Arriba. Un año más tarde, empezó su especialización con la novena Princess de Yauco. En su trayecto escolar obtuvo grandes logros jugando voleibol y quedando subcampeona nacional en doble, representado la escuela intermedia Francisco Rodríguez López, donde fue guiada por su maestro de educación física, Nelson Rodríguez.
¿Cuál ha sido la enseñanza más grande que ha tenido, hasta el momento, en su carrera deportiva? “Uno nunca se debe quitar. Cuando uno juega en el área sur, piensa que no vamos a llegar a jugar con el mejor equipo de la LAI o del área metro. Cuando uno quiere algo, tiene que trabajar duro. Hay que dedicarse. Siempre tener buena disciplina, porque eso lo ve mucho los ‘coaches’. En un equipo no se juega para uno solo, sino para el equipo”, indicó la estudiante de enfermería con 3.51 de promedio académico.
Reina estará vistiendo el uniforme de las Cocodrilas en su primera final desde hoy, lunes, a la 1:00 de la tarde frente a las Juanas del Colegio de Mayagüez en el estadio Julio Rivera de Hormigueros.