ANTANANARIVO (Reuters)- El presidente de Madagascar, Marc Ravalomanana, renunció y entregó el poder a las Fuerzas Armadas, tras una lucha interna con la oposición en la isla del Océano Indico rica en minerales, dijeron funcionarios. “Llegó a la conclusión que era lo mejor para el país. Se comportó como un hombre de Estado”, dijo su portavoz Andry Ralijaona. Ravalomanana llevaba siete años en el poder. Aunque la comunidad internacional hubiese preferido que llegará al poder por la vía democrática, el líder opositor Andry Rajoelina parecía tener suficiente apoyo interno como para consolidar su poder en la enorme isla frente a la costa suroccidental de África. Rajoelina, cuyas protestas callejeras desde comienzos de este año precipitaron la caída del presidente, asumió rápidamente la autoridad y marchó hacia el palacio presidencial. La oposición prometió convocar a elecciones en un plazo de dos años. “Podemos decir que somos libres. Nos espera mucho trabajo por delante. Es el camino que Madagascar debe tomar”, dijo el líder opositor. Asistentes del presidente informaron que entregó el poder al almirante Hyppolite Ramaroson, el oficial de mayor rango en Madagascar. Pero el jefe de estado mayor del Ejército dijo que él apoyaba a Rajoelina, un ex disc jockey de 34 años destituido como alcalde de Antananarivo. “Si ponemos al vice almirante estamos metiéndonos en otra crisis”, dijo el coronel Andre Ndriarijaona a Reuters. El jefe de la gendarmería, un cuerpo paramilitar, también respaldó esa posición. Y los militares de mayor rango, entre ellos el almirante Ramaroson, convocaron a periodistas para hacer una declaración que, según fuentes, confirmaría su apoyo a Rajoelina. Los militares ignoraron una advertencia de la Unión Africana, que rechaza cualquier transferencia inconstitucional del poder en un continente con un largo historial de rebeliones sangrientas, de no entregar la presidencia a la oposición. Algunas potencias occidentales, incluyendo la Unión Europea, dijeron que podrían cortar su ayuda a cualquiera que tomara el poder por la fuerza. “Acontecimientos recientes en Madagascar están dando crecientes motivos de preocupación. El uso de la violencia como medio para interrumpir el proceso constitucional es inaceptable”, dijo del jefe de política exterior de la UE, Javier Solana, en una declaración.
Semanas de protestas de la oposición y agitación en la isla del Océano Índico han dejado más de 135 muertos, paralizado el turismo y generando nerviosismo entre inversores extranjeros en los sectores de exploración minera y petrolera. “Ahora el país tiene que convencer a los donantes de que va a volver a una democracia, organizando una elección e instalando un Gobierno de transición”, dijo Lydie Boka, de la consultora de riesgos StrategieCo, basada en Francia. Funcionarios de la oposición, hablando en una ceremonia mientras Rajoelina entraba a las oficinas de Ravalomanana en el palacio presidencial, dijo que el movimiento organizaría elecciones dentro de 24 meses y reescribiría la Constitución para crear una “Cuarta República”. Con la oposición tomando sus oficinas y la mayor parte del Ejército en su contra, Ravalomanana, un magnate de la industria de los lácteos de 59 años, no tuvo más remedio que renunciar. Pero Rajoelina es demasiado joven para ser presidente, de acuerdo a la Constitución actual de Madagascar, que estipula un mínimo de 40 años de edad. Colaboradores dijeron que Ravalomanana había abandonado el palacio presidencial y se encontraba en una localidad secreta. El carismático Rajoelina acusó al presidente de ser un dictador que manejaba Madagascar como una firma privada sin prestar atención a los pobres. Los partidarios de Ravalomanana, por su parte, consideran al líder opositor como una persona impulsiva que busca apropiarse ilegalmente del poder.