La lucha contra la mutilación genital femenina se añadió un aliado al recibir apoyo del Comité de Derechos Humanos de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La adopción de esta resolución “supone un fuerte impulso a las organizaciones de la sociedad civil que luchan por el fin de esta práctica abusiva”, sostuvo ayer la organización Amnistía Internacional.
En declaraciones publicadas por Amnistía Internacional, José Luis Díaz, representante de esta organización ante la ONU en Nueva York, explicó que esta medida “sitúa la mutilación genital femenina en un marco de derechos humanos y hace un llamamiento a un enfoque holístico, al resaltar, como lo hace, la importancia del empoderamiento de las mujeres, la promoción y protección de la salud sexual y reproductiva y la necesidad de romper el círculo de discriminación y violencia”.
La mutilación femenina, también llamada ablación sexual, es la amputación de parte de los genitales externos femeninos para opacar el placer sexual, con la fin de que las mujeres llegen virgenes al matrimonio. Otros datos apuntan a que esta acción es realizada para evitar la supuesta promiscuidad de la mujer y asegurar que solamente tenga hijos con su marido.
Es práctica habitual en 28 países de África y también en Yemen, Irak, Malasia, Indonesia y entre ciertos grupos étnicos de América del Sur. Sin embargo, de acuerdo a esta organización, dicha modalidad “afecta a toda la humanidad”.
Y es que, según datos de UNICEF, esta mutilación generalmente, se practica a niñas en edad temprana, entre los 2 y los 15 años. Aún más, datos de Unicef apuntan a que aproximadamente seis mil niñas entre los 4 y 10 años son mutiladas cada día.
Asimismo, Amisnitía Internacional destacó que “mujeres y niñas de comunidades en la diáspora corren peligro de ser sometidas a la mutilación genital femenina”.
La resolución contiene recomendaciones concretas para prevenir la mutilación genital femenina, proteger a las niñas en peligro, poner fin a la impunidad y prestar servicios de apoyo a quienes padecen sus secuelas de por vida.
De acuerdo a Amnistía Internacional, se espera que esta resolución, adoptada por la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU, sea respaldada por el pleno de la Asamblea en diciembre.
Aún así, aclararon que aunque no son jurídicamente vinculantes, las resoluciones de la Asamblea General de la ONU tienen peso político y moral considerable.