SOBRE EL AUTOR
Por: Fabiola V. Brown Viqueira
Entré a la sala de su hogar y me recibió con amplia cordialidad. Tuve el privilegio de sentarme a dialogar con el cantautor puertorriqueño Roy Brown Ramírez, cantante de la nueva trova e ícono de la música puertorriqueña. Aquella tarde cálida se expresó sobre la prensa y los medios de noticias en la década de 1970.
Durante los años previos al 1970, la economía de Puerto Rico florecía; ya habían pasado dos décadas del comienzo de la industrialización “Operación manos a la obra”. También se iniciaba en nuestro país la era del bipartidismo. Durante tres cuatrienios electorales (1968, 1972, 1976), el conflicto dominó la gestión pública y la ineficiencia de las ramas de gobierno generó inmovilización en la administración; comenzaron disturbios locales y acontecimientos mundiales que generaron desestabilización socioeconómica.
Surgió, a nivel mundial, la primera crisis del petróleo (1973) de impacto directo local; fue causa situaciones de violencia social y sindical. En cuanto a lo político, se desató, una vez más en la historia de nuestro país, una secuencia de persecuciones, asesinatos y represión hacia los independentistas, nacionalistas y/o todo aquel que se expresara contrario a los líderes del país.
Uno de los casos más prominentes fue en el 1978, el asesinato de dos jóvenes independentistas por policías en el Cerro Maravilla. Durante la década del 1970, estaba prohibido el alza de la bandera puertorriqueña por sí sola; hubo más de 270 huelgas laborales y estudiantiles. En varias de esas huelgas en la UPR en Río Piedras estuvo un joven estudiante llamado Roy Brown. “Era un momento histórico represivo porque los que controlaban la prensa y los medios de noticias eran de mentalidad derechista y, para poder tener voz, tenías que ser parte de ellos o compartir sus mismos pensares”, recordó Roy.
Le pregunté a Roy qué medios utilizaba para informarse. Cuenta que leía periódicos como Claridad, El Mundo y El Nuevo Día, además de enterarse de noticias por la televisión y la radio. Roy contó que no era tan fanático de la prensa porque no confiaba en las noticias; prefería leer libros. Además, se mantenía informado porque de joven trabajó en el periódico El Mundo. Le pregunté cuál era su tema favorito y me dijo que la política. Tenía una participación activa: no sólo era cantante de la nueva canción de protesta, sino que pertenecía al Partido Socialista Puertorriqueño, un movimiento pro-independencia.

Foto: Suministrada
Para compartir opiniones y análisis con otras personas, Roy socializaba como cualquier joven y se reunía con su grupo de amistades en la torre de la IUPI o en algún café donde compartía un sándwich con sus compañeros. En la conversación, Roy hizo alusión a que durante esta época no había la tecnología del celular, entonces él y sus amistades, se veían mucho, compartían y tenían conversaciones en persona. Le pregunté además si echaba de menos esa época y su contestación me sorprendió. Explicó que “la tecnología provoca que haya diversas formas de informarse y mantenerse al día con los eventos locales y mundiales, y que no extrañaba nada de los medios de comunicación de esos tiempos.”
Mi última pregunta para Roy fue si pensaba que tantos recursos de información podrían traer el problema de desinformación. “Eso siempre ha pasado. La opinión del pueblo era una réplica de lo que se escribiera en los periódicos. Casi todos los periodistas de la época tenían una opinión derechista, pro estadidad y a los que tuvieran la opinión contraria no se les daban la oportunidad de expresarse. Programas de ahora como Fuego Cruzado no existían ni eran permitidos. Yo como cantante de la oposición no podía levantar el teléfono y llamar a la radio para hacer una entrevista. Eso no existía porque no eran tolerantes a que una persona independentista tuviera esa libertad de expresión. Ahora hay oportunidades y recursos para expresarse, oponerse y tener una voz propia. Aunque hay ‘fake news’, y todavía es un riesgo publicar la verdad, el mundo de la prensa es mucho más amplio y ofrece más oportunidades.”
Mi tarde fluyó hablando con Roy mientras juntos viajamos al pasado de los años 1970.
La autora es estudiante de Comunicaciones de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras.