El Sistema Caribeño de Observación Costera Oceánica (CariCOOS) del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico anunció hoy que recibió una subvención de $1.5 millones de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA). Este dinero se utilizará para continuar desarrollando el proyecto del CariCOOS que integra una red de boyas oceánicas instrumentadas, radares costeros y estaciones meteorológicas para que provean datos minuto a minuto del oleaje en nuestras aguas saladas y pronósticos de condiciones costeras en Puerto Rico.
En una conferencia de prensa, el profesor Julio Morell, director ejecutivo de CariCOOS y catedrático del Departamento de Ciencias Marinas del RUM, explicó como el sistema de boyas tiene una variedad de usos prácticos para una gama amplia de usuarios, desde funcionarios gubernamentales, empresas privadas y hasta ciudadanos individuales.
Además de los científicos de la universidad, muchos se benefician de la información que provee este innovador proyecto investigativo. Capitanes de puertos, turistas, surfers, pescadores independientes y la Guardia Costanera, todos pueden acceder la información que incluye altura de olas, velocidad y dirección de vientos y corrientes, además de parámetros meteorológicos y atmosféricos. “Nos sentimos muy honrados de que NOAA, una vez más, nos brinde el apoyo para la continuidad de esta importante propuesta”, expresó el profesor.
Las seis boyas del proyecto que actualmente operan en el Caribe y se encuentran al norte de San Juan, al sur de Ponce, al norte de Vieques, al oeste de Rincón y dos ubicadas al sur de St. Thomas y St. Croix en las Islas Vírgenes. Junto a las 14 estaciones meteorológicas con las que cuenta CariCOOS, estas boyas alimentan la página oficial y el twitter del proyecto, manteniendo a los que dependen de los caprichos del mar para hacer su trabajo o disfrutar de su tiempo de ocio.
El doctor Miguel Canals, director técnico del proyecto CariCOOS y catedrático asociado del Departamento de Ciencias de Ingeniería y Materiales, también del RUM, elaboró con una anécdota, ilustrando como la posición de las boyas fue pensada para satisfacer los diferentes usos que se le están dando. Un grupo de surfers le preguntaron por qué no movían la boya de San Juan a la 8, una ola popular para el deporte marítimo que el científico desconocía, y el tuvo que explicarles que no eran los únicos que disfrutaban de la información que proveía su servicio. El doctor Jorge Corredor, director del Departamento de Ciencias Marinas, explicó otros usos que, por ejemplo, hacia la Guarda Costanera, con lujo de detalles.
Antes de que CariCOOS tuviera subvención económica para la adquisición del equipo técnico con que ahora cuentan, añadió Morell que “el grupo que impulsó [originalmente] este proyecto a nivel federal tuvieron la gran idea de asegurarse de que reuniéramos los usuarios y [por eso] hay una asociación regional de usuarios de datos”, grupo al que responde el proyecto, así asegurando responder a las necesidades de diferentes usuarios. Dijo entre risas que cuando las boyas no están funcionando como deben, los científicos del proyecto reciben montones de “reclamos energéticos” por correo electrónico. El doctor Agustín Rullán, decano de Ingeniería, mencionó que se estaban identificando proyectos similares para en un futuro expandir los usos del mismo.
Por último, el rector del RUM, el doctor John Fernández Van Cleve, que también se encontraba en la conferencia, aclaró francamente las razones que hacen meritoria la subvención federal y es que cada boya tiene un costo de $250,000 y requiere de otros $60,000 para su mantenimiento anual.