Como primer paso para mejorar las relaciones bilaterales, Rusia y Estados Unidos acordaron un desarme nuclear, aunque mantienen presente las diferencias en relación al escudo antimisiles. El escudo antimisiles es el sistema de defensa que Washington desea instalar en Europa del Este y al cual Moscú se opone completamente. El diario El País informó en su edición de hoy que el primer cara a cara de los presidentes Dmitry Medvedev y Barack Obama no ha servido para alcanzar un pacto que evite la implantación de este sistema, pero han prometido discutir de ello en el futuro. Este escudo ha sido motivo de una creciente frialdad entre los dos países porque Moscú considera que es una amenaza a su seguridad. En comunicado conjunto, los Presidentes señalaron que habían ordenado a sus negociadores reportar los primeros resultados de las conversaciones en julio. Ambos mandatarios acordaron, además, trabajar juntos en la situación de Afganistán. De la misma forma, instaron a Irán a restaurar la confianza en la naturaleza pacífica de su programa atómico y expresaron preocupación por el anunciado lanzamiento de un misil por parte de Corea del Norte. También reconocieron las persistentes diferencias sobre la guerra del año pasado entre Rusia y Georgia. Esos desacuerdos empujaron a las relaciones bilaterales al nivel más bajo luego de la Guerra Fría, pero los dos países han prometido desde entonces “reiniciar” los vínculos. El acuerdo de armas previsto iría más allá del Tratado de Reducciones Estratégicas Ofensivas (SORT por su sigla en inglés) del 2002 que comprometió a ambas partes a reducir su arsenal a entre 1.700 y 2.200 ojivas para el 2012.