Luego de casi seis horas de discusiones e intensos debates, la mayoría de los estudiantes del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR-RP) dieron un voto a favor de un paro de 48 horas, pautado para el miércoles 21 y jueves 22 de abril. Este paro será el instrumento que utilizarán frente a la Junta de Síndicos y el presidente José Ramón de la Torre, para hacer llevar sus reclamos ante los posibles cambios en las exenciones de matrícula, el alza en los costos de créditos académicos y el recorte de $100 millones en el presupuesto de la Universidad. El Teatro de la UPR fue abarrotado por la comunidad universitaria. Allí la Asamblea fue intensa y agotadora, pues no fue hasta las cuatro de la tarde que finalmente los votos avalaron la moción de un paro. Éste se aprobó con la condición que debe haber un mínimo de 30 estudiantes en cada portón del recinto. Si no se cumple con ésto, el paro queda inmediatamente sin efecto. Por otro lado, si el paro cumple con esta condición, en esas horas se estará esperando el resultado final de las negociaciones entre la Junta de Síndicos y el comité de negociación que se creó en esta Asamblea. Este comité estará compuesto por seis miembros de distintos comités de acción; también se incluirá al Comité en Defensa de la Educación Pública (CEDEP), al movimiento estudiantil contra la homofobia y al Consejo General de Estudiantes. De esta manera habrá una representación variada en este nuevo comité. Sin embargo, de no llegar a ningún acuerdo antes de concluir las 48 horas de paro, los estudiantes optarán por un instrumento de lucha mayor: una huelga indefinida. Así quedó decidido en la Asamblea. Los estudiantes no esperarán al próximo semestre para llevar a cabo una huelga, como había propuesto Arturo Ríos, estudiante de segundo año de la Facultad de Derecho. Ríos puso sobre la mesa la opción de una huelga condicionada. Ésta procedería si ocurre un alza en los costos de matrícula, si continúan con la certificación 98 –la cual propone unos cambios en los requisitos para las exenciones de matrícula- o, si se dá la venta de algún recinto de la UPR. Pero esta moción no procedió. Uno de los estudiantes en contra de ésta fue Ibrahim García González, el alumno que había sido agredido por uno de los oficiales de seguridad del recinto riopedrense el pasado 12 de abril, cuando se ocuparon los edificios de las facultades de Ciencias Sociales y Humanidades. García González no aceptó la moción de Ríos porque entendía que las condiciones ya estaban claras, por lo que se debía hacer la huelga ya. El presidente reacciona ante la Asamblea Tras la Asamblea General, el presidente de la UPR -José Ramón de la Torre- convocó una conferencia de prensa en la cual hizo un llamado a la sensatez. De la Torre indicó que, como líder estudiantil, él no se metería en una huelga ahora mismo. “En estos momentos una huelga no sería la mejor opción, ya que se podrían ver muchos estudiantes afectados, al igual que las clases de verano”, añadió. La Rectora Interina, Ana R. Guadalupe, también estuvo presente y explicó que de perderse esos dos días –con el paro- se tendría que extender dos días en el calendario académico. Guadalupe señaló que “queremos que los recintos sigan impartiendo su labor educativa”. De la Torre ha expresado anteriormente, y vuelve a recalcar, que siempre está abierto al diálogo. “A lo único que nos oponemos es a la confrontación porque trae violencia y esto no es conducta universitaria”, señaló. Además, el Presidente de la UPR está dispuesto a recibir al comité de negociación que se estableció en la Asamblea, para así discutir los reclamos de los estudiantes. De esta forma el presidente espera que se pueda resolver esto antes de llegar a realizar el paro, o peor aún, una huelga indefinida. En cuanto a los reclamos de la comunidad universitaria, el presidente desmintió la supuesta eliminación de las exenciones de matrícula. “Esto es una falsedad total y absoluta”, expresó. En cambio, De la Torre comentó que se deben organizar mejor las exenciones para así poder “bregar” con el presupuesto. Actualmente las exenciones de matrícula representan un costo de $19 millones para la UPR. Por otra parte, De la Torre dijo que el aumento en matrícula sería el último recurso a considerarse. Recurso que podría avecinarse si no se hacen los ajustes pertinentes para poder trabajar con el déficit de $200 millones. Este es un déficit “que no lo creamos, lo heredamos”, añadió De la Torre. Otro punto que trajo a colación fue la venta de recintos universitarios. De la Torre aseguró que ningún recinto se venderá mientras él permanezca en la presidencia. “No se puede desmembrar la Universidad de Puerto Rico”, dijo. No obstante, éste admitió que existen recintos que están rezagados y necesitan ayudas especiales. Mientras tanto, Guadalupe insistió en que los portones permanecerán abiertos, a pesar del paro de 48 horas que se acordó en la Asamblea General de Estudiantes. Ésta comentó que “hay investigaciones que no pueden ser interrumpidas”, debido a los costos que conlleva realizarlas, que son unos $30 millones asignados por el Gobierno Federal. Según Guadalupe, utilizará el diálogo para que estas actividades continúen.