Desde inicios de siglo XX el cómic ha sido un medio artístico que mediante la simbiosis de la palabra y la imagen ha contribuido con nuevas formas de contar una historia. El desarrollo de este medio narrativo también conocido como historieta o tebeo, ha sido distinto en cada país. En Puerto Rico, a comienzos del siglo pasado, la caricatura política (una especie de pariente cercano de los comics) y la tirilla (una historia narrada comúnmente en cuatro viñetas) publicados en la prensa y en revistas fortalecieron la libertad de expresión y robustecieron la opinión pública. Durante los 1960 comenzaron a publicarse varios ejemplares de comics educativos, creados en su mayoría por Ismael Rodríguez Báez y repartidos gratuitamente como medios de difusión informativa. A partir de esa década se continuó cultivando el arte del cómic en Puerto Rico. Hoy día nos encontramos con un nuevo término y un nuevo formato de publicación en las tiendas de libros: la novela gráfica. ¿Cuál es la diferencia entre el cómic y la novela gráfica? ¿De dónde surge este formato y por qué? ¿Existe tal cosa como una producción de novela gráfica en Puerto Rico?
¿Qué es una novela gráfica?
La novela gráfica tiende a ser más extensa que un cómic y explora las dimensiones intelectuales de las historias que cuenta. Las historias se desarrollan y culminan en el mismo ejemplar. Esto no se debe confundir con el cómic one shot, que es un cómic (no más de 48 páginas) que concluye su historia dentro del mismo ejemplar, sin necesidad de extender la historia en otros comics.
Más importante aún, lo que distingue a una novela gráfica de un cómic es su encuadernación (carpeta blanda o carpeta dura), lo que le permite ser utilizado en las bibliotecas. Pero no hay que dejar de señalar que muchas de las que conocemos hoy día como novelas gráficas fueron publicadas episódicamente en formato de cómic. Por ejemplo, Watchmen (1986-1987), The Dark Knight Returns (1986), Maus (1992) y V for Vendetta (1982-1988). “Novela gráfica” es un término que no se aplica a los comics japoneses (los manga), porque los japoneses trabajan sus comics en un formato muy diferente. Hay quienes consideran “novela gráfica” un eufemismo porque hace alusión a la literatura y se desvincula del estigma que arrastra la palabra cómic, la cual se relaciona con lo infantil y banal.
¿Cómo surge la novela gráfica?
En el 1978 se publica A Contract with God and Other Tenement Stories, escrita y dibujada por Will Eisner. Eisner utilizó el término de novela gráfica con esta obra y, aunque tal vez no fue la primera novela gráfica (se ha debatido a propósito de “The First Kingdom”, de Jack Katz), fue este artista quien popularizó el término. Will Eisner fue uno de los primeros en la historia en defender el cómic como medio artístico, una forma de arte. La particularidad de A Contract with God, además de su formato novelístico, fue que expuso unas situaciones y temas adultos de una forma muy elegante y clásica, lo que fue muy particular para la época en la que fue publicada. Por esta razón y desde entonces, este formato de publicación se popularizó. Las editoriales respondieron inmediatamente a la acogida de la novela gráfica como formato mercadeable y pronto se convirtió en el medio de predilección de varios artistas. La novela gráfica ayudó a que se comprendiera que el cómic no es un medio infantil y de entretenimiento, sino que puede alcanzar unos niveles literarios y artísticos (gráficos) de mucha validez, riqueza y trascendencia.
¿Existe la novela gráfica en Puerto Rico?
Según el artículo “La novela gráfica en Puerto Rico” del escritor Francisco Font Acevedo, la primera novela gráfica puertorriqueña distribuida al público fue Ánima Sola (noviembre, 2003), creada por Pedro Cabiya (concepto, historia y letras), quien con la colaboración artística del dominicano Israel González (lápices y tinta) y Yovanni Ramírez (colores y efectos especiales) fundaron Zemí Comics. Según su autor, Ánima Sola fue creada para rescatar a los lectores de este medio del “ejército de libros malos que desgracian los anaqueles de las librerías con sus argumentos bobos o inexistentes, con su falta de inteligencia, su callejonería fingida, universitaria y cerebral y, en el mejor de los casos, con ese erotismo softcore con que se mojan los y las vírgenes de temperamento preadolescente”. Lamentablemente y a pesar de que en el primer ejemplar se prometen más, la serie no continuó publicándose y la primera edición está prácticamente agotada. Por otro lado, la editorial El Antillano se propuso en el 1996 incursionar en el medio de la novela gráfica con otras metas en mente. Su proyecto Cuadernos Pasado-Presente-Futuro trabajaría tres historias diferentes llevadas a cabo en tres época distintas: 1898, la cual trataría sobre los eventos previos y posteriores al año en que Estados Unidos llegó a Puerto Rico, Rabia, historia sobre un detective en un panorama violento contemporáneo, y 2098, la cual mostraría el panorama puertorriqueño en el futuro, a la luz de lo que hemos vivido nosotros en el presente. Para el 2004 se publicó el primer número de 1898.
1898
"Hay colombianos, hay peruanos, hay cubanos que saben más de Puerto Rico que nosotros", dijo Manuel Otero Portela, encargado de la investigación y conceptualización de la serie 1898 y uno de los administradores del proyecto. Esta aseveración habla por sí misma e ilustra la raíz de donde brota esta serie, la cual invita a reflexionar sobre las interrogantes que los puertorriqueños se han planteado por generaciones: ¿De dónde venimos?, ¿Hacia dónde vamos?, ¿Quiénes somos? Según se lee en la portada de primer ejemplar, 1898 es "La primera novela gráfica sobre los eventos traumáticos que acompañaron nuestro amanecer nacional", lo cual no se aleja de la realidad. Cada número guía al lector de forma estructurada a través de la misión de los cuadernos, técnica didáctica que refleja su real motivo. Los mismos invitan al pensamiento crítico al llevar información sobre eventos históricos que han conformado el País. Para el 2004 se publicó el primer número de 1898. Pronto se publicará el volumen III, número 7 de la serie 1898.
El hilo conductor de la historia es el personaje del capitán Alfonso Ruiz Bassen, espía secreto de la Corona de España. Ruiz Bassen arrastra un pasado violento y se dedica a un oficio donde es muchas personas y nadie a la misma vez, donde no establece compromisos y batalla con una adicción al opio y un temperamento tambaleante. El guión muestra un gran cuidado en la investigación de los hechos históricos que provocan gradualmente la llegada de los Estados Unidos y la caída del orden español en Puerto Rico. Estos se trabajan en un lenguaje propio de la época. No obstante, esta serie no funge como sustituto de un libro de historia de Puerto Rico, sino como un recurso entretenido para informar e invitar al lector a informarse más sobre el tema. El contenido de estos números no es banal ni vacío, por lo que merece la debida atención a la hora de leerse. Por otro lado, la selección de los encuadres, la representación gráfica de la realidad y la composición gráfica balanceada con el texto es igualmente efectiva. La lectura se vuelve fluida e intrigante. Un elemento particular de esta serie es que cada ejemplar tiene un código con el que el lector va a la página de internet (www.elantillano.com), registra el ejemplar y accede a otra porción de la historia, necesaria para la comprensión completa del panorama que se presenta.
Editorial El Antillano
Los responsables por la creación, publicación y distribución de los comics hechos en Puerto Rico son comúnmente y casi siempre los mismos artistas detrás del proyecto, en gran medida porque resulta menos costoso. Pero este hecho no siempre juega a favor del producto final, ya que el artista o creador no necesariamente empleará bien sus tareas en las demás ramas de la creación y venta de un cómic. Editorial El Antillano, por su parte, es el primer colectivo que ha logrado publicar regularmente, casi de forma ininterrumpida, operando de forma estructurada y organizada a base de un equipo de varios jóvenes integrantes que se ocupan de las diversas etapas detrás de una novela gráfica o cómic: investigación y conceptualización, arte (dibujo, entintado y coloración), creación del guión, edición, mercadeo, transportación e inclusive, impresión, la cual en este caso es de excelente calidad. Will Eisner utilizó por primera vz el término novela gráfica
La Editorial El Antillano se ha mantenido constante con sus publicaciones mediante los lanzamientos y preparativos de otros proyectos -como lo son la serie de libros de cuentos infantiles "Tai", la serie mitológica "Dawnus", los suplementos informativos de la serie 1898 como "El Magnicidio: la muerte a tiros de Antonio Cánovas del Castillo y sus consecuencias históricas", y los diferentes módulos instruccionales interactivos que componen su proyecto Educarte – cubriendo sus objetivos principales desde varias áreas y formatos narrativos. Pronto se publicará el volumen III, número 7 de la serie 1898, la cual podría ser probablemente la mejor dibujada de la serie, y se relanzará el primer número de Rabia (2005), la cual trata sobre un detective que intenta mantener su cordura y resolver una serie de asesinatos violentos.
Al rescate de la lectura
El grupo de trabajo de Editorial el Antillano ha demostrado estar consciente de la capacidad educativa del cómic y/o novela gráfica (conocida también como "arte secuencial"), en especial, ante un público inmensamente trastocado por la cultura de la imagen. "1898 va a adolescentes, escuela superior y mayores de edad, universitarios. Nosotros hemos tenido muy buenas ventas de ese proyecto en diferentes universidades y en colegios privados”, explicó Sandra I. Reyes, gerente general de M&S Marketing Graphics Inc., compañía que subsidia los proyectos de la Editorial. La serie 1898 ha mostrado ser un recurso viable de educación y una aportación a la producción de la novela gráfica (y el cómic en general) en Puerto Rico.
Esta Historia continuará
Según podemos observar, la mayoría de la producción de novelas gráficas en Puerto Rico ha nacido en condiciones similares a las del cómic: con una intensión educativa. Artistas han contribuido con su talento para llevar una información de utilidad a las masas, ya sea sobre los pasos para enfrentar adecuadamente un fuego en su hogar, como cuáles son los orígenes de nuestra historia y cultura actual. Lo cierto es que aún batallamos con la búsqueda y definición de una identidad nacional y personal. Esta situación, entre muchas otras más, es una de las fuentes más ricas de inspiración para construir nuevas historias en un medio como el cómic. En Puerto Rico ciertamente ha habido muy buenas aportaciones, pero el medio del cómic (arte secuencial, novela gráfica o como prefiera llamarle), a pesar de que ha aumentado el número de títulos en los últimos 20 años, aún explora los terrenos llanos en los que el medio a nivel mundial fue fundado. Las razones pueden ser varias: falta del hábito de lectura por parte de los artistas, falta de conocimiento de las obras maestras de la novela grafica, falta de dominio para la construcción de un guión efectivo para el cómic, falta de una institución académica que capacite a los artistas a trabajar con este medio, abuso y desconocimiento de programas de manipulación gráfica como Photoshop, etcétera. ¿Cuánto tiempo tomará para ver una novela gráfica puertorriqueña que se pueda colocar al lado de los trabajos de Alan Moore, Neil Gaiman, Chris Ware, Katshiro Otomo, David B., Dylan Horrocks, Moebius, Alberto Breccia, Carlos Giménez, entre muchos otros? Esta Historia del cómic y la novela gráfica en Puerto Rico continuará.
El escritor es periodista. Para más información puede comunicarse con el Sr. Luis Jefté Lacourt al 787-299-7798 o puedes escribir a luisjl@yahoo.com.