La poeta estadounidense Sommer Browning conversó con Diálogo el pasado jueves, 10 de julio, en la Librería Libros AC. Browning estaba de vacaciones en la Isla y pasó por Santurce para declamar en una escueta tertulia organizada por motivo de su visita.
Sommer es californiana, oriunda de Venice Beach, cerca de Santa Mónica, en donde se reúnen los turistas, los chamacos en patineta, las rubias por montones y los fisiculturistas gay y straight. A los 15 años la mudaron para el campo y el frío de Virginia. Desde entonces, no ha regresado a temperaturas cálidas del litoral.
Una juventud más tarde, mientras esperaba las carta de aceptación para sus estudios graduados, escribió y montó una obra de teatro —una comedia de diez minutos titulada The Narrator— y le encantó ser libretista. Sin embargo, le llegaron buenas noticias y se fue a Arizona a hacer una maestría de Bellas Artes en Poesía. Ahora es poeta, entre otras cosas.
Su nuevo poemario, Backup Singers (2014), se divide en cuatro partes: Rue Daguerre, Friend, Multifarious Array y Deep Cuts. Esas cuatro partes coleccionan poemas escritos desde el 2011 hasta la fecha de la publicación del libro que compartió con el público santurcino.
Una reunión secreta en el sótano de mi corazón
Alta con sus plataformas, se compró un whiskey y leyó con aplomo frente al público puertorriqueño; el pelo rubio castaño amarrado en un rabo y la blanca piel del rostro algo tostada. Parecía esconder un poco de ansiedad, ya que pivotaba su taco derecho y aceptaba recatadamente los aplausos que interrumpían su lectura brevemente.
Los versos de Rue Daguerre hilvanan sus diferentes intereses con naturalidad y disimulo. Es la parte más cinematográfica del libro, con escenas de corta prosa y saltos bruscos.El carnicero, el arquitecto, la mujer del perfumero y varios otros trabajadores lideran la parada y protagonizan los primeros tres poemas, calcando una presencia humana que el poemario nunca abandona: “As the butcher cuts meat, the architect hides the sun.” Y en el próximo: “The perfume seller’s wife measures violet water in contact lenses. / Solvents, fixatives line shelves like confused soldiers.”
La voz poética mide su entorno, los espacios que habita y la gente con la que los comparte, preparando el mise en scène y su primer registro poético: el de los conocidos y los amigos, las voces que cantan las armonías pop de su vida. Daguerre también presenta un segundo vocabulario recurrente en Backup Singers: el lenguaje mismo.
Y es que Browning actualmente vive y trabaja en Denver como directora de búsqueda y acceso electrónico para una biblioteca universitaria. Mientras se mueve tras bastidores, manipula con sus dedos los ceros y unos para que el estudiante o profesor siempre encuentre lo que busca. Browning es el fantasma que vive en la máquina y es fácil entender por qué sus poemas juegan con las palabras que la deben obsesionar.
El afán por el idioma se deja sentir en combinaciones de prefijo y sufijo —“What isn’t possible is coprobiography, Egytpography, autophagia”—, artículos que flotan solitarios, un basurero de lingüística (“The slang heap / the glottal dump”) y por último, el más bello y completo autorretrato posible en un poema de un solo verso, “During hide-and-seek she syntaxes behind the rose bushes.”
Entre los comediantes estadounidenses del stand-up se conversa sobre las dos partes esenciales del arte de pararse frente a un público y hacerle reír. Primero hay que tener buen material, algo interesante que decir, la carne del asunto y luego hay que mangar la cadencia y perfeccionar la sonoridad de un chiste, es decir, el delivery.Hay novatos que son buenos escritores pero no tienen presencia en tarima, así que sus chistes no aterrizan, se pierden en el éter. Hay otros que saben imitar la cadencia pero la echan a perder al ofrecer observaciones simplonas. Backup Singers no es un poemario novato, ya que domina ambos lados de la ecuación con panache.
Sommer apunta a esta desconexión en otro arte. Le fastidia la tendencia a “glorificar la cotidianidad”, moda que está en aumento en los cómics autobiográficos. Dice que, aunque le gusta cómo rescatan el exterior banal del día a día, sin embargo, considera que “debe ofrecer algo más profundo en su interior”.
Por eso es que leer y escuchar a Sommer es una invitación a una reunión de un club privado y misterioso, una hermandad liderada por una voz carismática en la que se puede confiar porque tiene muchos planes, porque nos presenta varios caminos a seguir. Podría ser pariente de Lenny Bruce.
Piezas de otra gente
Los poemas que componen Daguerre y Friend fueron escritos de forma corrida —cuenta Sommer— así que debido a su temática, sabía que se mantendrían juntos mientras preparaba la colección para publicación. Ambas partes son cohesivas, pero también funcionan como entes separados. El origen de la que les sigue, Multifarious Array, es un poco diferente.
Después de su maestría en Arizona, Sommer se estableció por seis años en la ciudad de Nueva York, viviendo y escribiendo como podía. En Brooklyn, en una barra llamada Pete’s Candy Store, trabajó como organizadora de una serie de lecturas de poesía que recibe artistas invitados de todas partes. Para presentar a los lectores, tuvo que escribir cientos de introducciones. Estas introducciones inspiraron Multifarious, una serie de poemas enumerados que describen la obra imposible de una poeta inexistente. Inspirado en la mejor tradición cut and paste del arte posmoderno, esta parte del poemario junta todas esas descripciones para crear una sopa maravillosa que desborda el caldero. Un gustito: “There are poems of slippery electricity, of buckshot constellations…Natural recipes for the phenomenal world.”
“El humor es el mejor género”, explica Sommer durante la entrevista. “Puedes salirte con la tuya utilizando el humor”. La poeta hablaba de Stephen Colbert, personalidad de televisión y comediante, pero me atrevo a conectar esa actitud con su poética. Getting away with anything o salirse con la suya es lo que logra Sommer con Multifarious. Los poetas hoy día deberían ser piratas a tiempo parcial, como Sommer, que roba ingenio de sus propios cofres exitosamente.
Un poco de todo
Los intereses de Sommer son abundantes —conversamos sobre R. Crumb y Groucho Marx, por ejemplo, pero casi nada sobre poesía, irónicamente— y si buscas su trabajo en Internet, encontrarás libros de chistes y cómics que escribe y dibuja ella misma.
Curiosamente, no ha podido regresar a los libretos de teatro. Pero probablemente es para bien, ya que todo lo que hace lleva pedazos de lo que su poesía franquea. The Narrator trataba de una mujer sosa que contrata a un narrador elocuente y parlanchín para sazonar su conversación en una primera cita con un chico. Sommer no necesita tal cosa como un narrador elocuente, pero su poesía se podría dedicar a hacer lo mismo por otros.
Backup Singers está disponible ahora en Libros AC.