WASHINGTON- La jueza Sonia Sotomayor se convirtió ayer en la primera mujer hispana confirmada por el Senado para integrar la Corte Suprema de los Estados Unidos. El Senado, liderado por demócratas, votó mayoritariamente siguiendo las líneas partidistas. La nominada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consiguió la aprobación con 68 votos a favor frente a 31 en contra para el puesto que es de por vida. El amplio número de votaciones negativas por parte de los republicanos refleja la resistencia del partido ante el presidente demócrata en varios frentes, incluyendo su esfuerzo para reestructurar el sistema de asistencia médica. Obama, quien se convirtió en el primer presidente negro de Estados Unidos hace seis meses, no hizo mención a la división partidista cuando habló tras la votación pero dijo que el Senado había mantenido los ideales de justicia, igualdad y oportunidad. “Estos son ideales por los que ella luchó a través de su carrera, y los ideales que el Senado mantuvo hoy al romper otra barrera y llevarnos a un paso más cerca de una unión más perfecta”, dijo Obama en la Casa Blanca. Cuando jure en el cargo, la jueza federal de apelaciones de 55 años que desde 1998 trabaja en Nueva York, se convertirá en la primera hispana y la tercera mujer en servir en la Corte Suprema de 220 años de antiguedad. “Otra barrera ha sido superada en la vida estadounidense”, expresó el senador Joe Lieberman, independiente que votó por Sotomayor. Sotomayor tiene padres puertorriqueños y proviene de una familia pobre. Senadores del partido Demócrata de Obama calificaron a Sotomayor como una persona justa, pero algunos republicanos la acusaron de carecer de imparcialidad. Sus críticos la condenaron en el pasado por sus comentarios respecto a que una “latina sabia” podría llegar a una mejor decisión que un hombre blanco. En su audiencia de confirmación, Sotomayor, quien se desempeñó por 17 años como jueza federal, no se disculpó pero precisó que un juez debe abstenerse de prejuicios internos.
En su reemplazo del juez David Souter, quien se jubiló este año, Sotomayor no cambiaría el balance ideológico de la corte. Souter solía ponerse de parte el ala liberal de la corte, que durante los últimos años ha menudo ha publicado veredictos 5-4 a favor de los conservadores. Si la historia tiene la verdad, podría tomar años determinar qué tipo de jueza será. La nominación destaca un esfuerzo por parte del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien lleva seis meses en el poder, por inclinar la corte hacia la izquierda, tras ocho años de influencia derechista bajo el mandato de su predecesor, el presidente republicano George W. Bush. Como senador, Obama votó en contra de ambas exitosas nominaciones de Bush a la Corte Suprema: el jefe de justicia John Roberts y el juez Samuel Alito. La Corte Suprema es el máximo árbitro judicial y dictamina en asuntos que van desde el aborto y los derechos de armas hasta leyes antimonopolio, la pena de muerte y los derechos civiles. Al oponerse a Sotomayor, los republicanos se arriesgan a una reacción violenta por parte de los hispanos, que constituyen la minoría de más rápido crecimiento dentro de Estados Unidos. Janet Murguia, del Consejo Nacional de La Raza, un importante grupo hispano de derechos civiles comentó que “esta votación importará y será recordada por mucho tiempo”. Los hispanos representan el 15 por ciento de la población estadounidense y votaron por un margen de dos a uno por Obama en la elección presidencial del 2008. Pero los republicanos no parecían preocupados. Dijeron que muchos hispanos son conservadores y están mucho más interesados en temas como los trabajos y la economía.