Nos citamos frente a la emblemática Torre del Recinto de Río Piedras, de la Universidad de Puerto Rico. Qué mejor sitio para conversar con una mujer cuya ascendente carrera actoral comenzó a moldearse en este campus universitario y que, además de nuevamente ser su centro de estudios, desde los pasados meses es su lugar de trabajo, pues ahora imparte clases de actuación profesional a jóvenes y adultos. Y así, sentadas en un banco de cemento, bajo un árbol y con las campanadas del reloj como música de fondo, comencé el diálogo con la actriz, cantante y profesora Sully Emelia Díaz Durán, conocida en el mundo artístico como “Sully” Díaz.
Su amor por la UPR
Hablar de la UPR de Río Piedras y del Departamento de Drama en particular, es motivo de alegría y gratos recuerdos para esta talentosa y polifacética actriz que cuenta con una trayectoria de teatro, cine y televisión de más de 30 años. Sus primeras memorias son del profesor Dean Zayas, a quien Díaz considera su mentor. Y es que desde que, a los 17 años comenzó a estudiar en la Universidad, aprovechó cada momento para aprender de él. Eso fue lo que hizo que Zayas viera su capacidad dramática y la recomendara para su primer trabajo en las telenovelas. “Aquello era una locura. Salir de aquí, para llegar a los estudios… Cuando empecé en las novelas, fue porque Dean Zayas me mandó a audicionar solamente a mí. Dijo: ‘Voy a mandar una actriz y a esa actriz ustedes la van a querer contratar’. Oye, y así fue. Gracias a Dios y gracias a Dean”, cuenta sobre aquella primera experiencia en la telenovela Marta Llorens en 1979.
O sea, que él (Zayas) significa mucho para usted personal y profesionalmente.
-Sí. Él es todo para mí. En esta profesión tengo muchos mentores. Vicente Castro fue un gran mentor de teatro en Nueva York. Directores como Castro, y Luis Caballero (también guionista y dramaturgo), que escriben para mí. Pero la persona más importante para mí en esta profesión es el profesor Dean Zayas.
De manera similar se expresó el director y educador Dean Zayas en una entrevista para el periódico Primera Hora en el 2013. Zayas reciprocó el cariño hacia Díaz y elogió su talento y sensibilidad como actriz durante la primera audición que realizó frente a él y a Myrna Casas. “Ella, obviamente, no sabía nada de actuación, todo era intuitivo, pero a mí me llegó. Se me pareció a una Geraldine Page (fallecida actriz estadounidense) con una fuerza interpretativa y con una sensibilidad increíble. Inmediatamente Sully llegó a ser mi estudiante favorita y pasó al teatro profesional y a la televisión conmigo (como en la telenovela Coralito que Zayas dirigió)”, dijo en aquella ocasión.
Y ahora en esta etapa de profesora en el recinto de Río Piedras, a través de la División de Educación Continua y Estudios Profesionales, Zayas la sigue apoyando. “Cuando yo decidí dar clases él me dijo ‘esto es lo que tienes que hacer, este es el libro que necesitas tener en tus manos para que des actuación profesional porque nadie lo está haciendo’. Yo le hice caso y estuve dando clases privadas como 5 años. Luego le comenté que tengo un sueño de dar clases aquí (en la UPR) y él me dijo que sería muy interesante porque aquí hace falta lo que tú enseñas. Y así, con Dean Zayas y el profesor Carlos Rosado diseñamos los talleres para que personas no solamente de la Universidad, sino de afuera puedan matricularse”, explica sobre los cursos divididos en cuatro etapas: actor profesional; actuación para televisión y cine; Stand up comedy, Sitcom y comedia musical y cómo audicionar en el mundo de la actuación profesional. Entre las técnicas que enseña a estudiantes –que van desde jóvenes hasta adultos mayores– se encuentran: cómo analizar e interpretar a un personaje y la introducción a métodos de actuación de grandes directores de teatro como Stanislavski y Strasberg, entre otros.
¿Cómo ha sido la experiencia de profesora en la Universidad?
Maravillosa, maravillosa (responde con alegría y regocijo). Lo único que por poco me vuelvo loca porque se me llenó el curso: 32 estudiantes, te podrás imaginar. En mi clase lo más importante es el amor y la compasión. En mi práctica no se critica, ningún actor puede criticar a otro actor. Si yo pudiese tener la dicha, como Dean Zayas, de estar impactando jóvenes y creando estrellas, como él lo ha hecho, yo podría verme haciendo esto hasta bien viejita. Yo siempre seguiré trabajando (como actriz), pero el magisterio me ha conquistado. Esas caritas, esos talentos. Ver cómo entran a mi salón y cómo salen es una experiencia demasiado divina.
Ahora que menciona a sus estudiantes y lo que les enseña, ¿qué debe tener una persona para ser un buen actor?
No tener vergüenza ni tener miedo a hacer el ridículo. Eso y educarse, pues lo demás viene por añadidura.
Decir que un actor debe educarse cobra un significado especial para Díaz, pues fue precisamente el deseo de completar sus estudios en el Departamento de Drama lo que la llevó a regresar hace dos años a los salones de clase del Recinto riopedrense. Los múltiples compromisos de trabajo en la década de los 80, entre estos las telenovelas Ariana, El ídolo y Coralito (producción que catapultó su carrera) la obligaron a tomar la decisión de interrumpir sus estudios universitarios y continuar cosechado éxitos en su profesión. Al preguntarle cómo va esa etapa de estudiante, se emociona y responde: “Divinamente. Me fascina. Qué bueno que lo hice porque ahora disfruto más lo que es el conocimiento. Me falta todavía un poco. Eso fue lo gracioso, que yo no había terminado mi bachillerato porque me llegó el éxito en la televisión a tan temprana edad. Había mucho trabajo, entonces tuve que decidir. Y siempre dije: ‘voy a volver’. Jamás pensé que me iba a tardar tanto, pero aquí estoy. Tomé la decisión correcta, porque de lo contrario no tendría estos treinta y pico de años tan maravillosos en los proyectos más divinos en los que he tenido la dicha de participar”, señala complacida.
Hablando del éxito alcanzado, ¿qué es la fama en su vida?
-La fama… es mi amiga, no es mi enemiga. Pero es una amiga que hay que tener con cautela porque cualquier cosa que uno haga… Hay mucha gente mal pensada y mal intencionada que le gusta hacerle daño a una persona conocida. Pero el lado bonito es que te mandan tantas bendiciones. La gente, si te reconoce y le gusta tu trabajo, te lo dice. Cómo voy a decir que no me gusta.
En la segunda parte de esta entrevista repasamos la trayectoria de Sully Díaz y cuáles son a su juicio los tres trabajos más importantes en su carrera. Además, la actriz nos habla de su relación con Dios y su familia.
La autora es estudiante de la Maestría en Periodismo de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico. Este texto se produjo originalmente para el Seminario en Periodismo I: “Retratos: la entrevista creativa y en profundidad” (COPU 6725), que dictó el doctor Mario E. Roche Morales este semestre.