En los años de 1900 a 1950, el Presidente de los Estados Unidos era el que nombraba a los jueces del Tribunal Supremo de Puerto Rico con el único criterio de que aquel nombrado estuviera dispuesto a continuar la agenda partidista con sus acciones. Así, el criterio de amistad era el más importante. Luego del año 1950 -cuando el gobernador de Puerto Rico gana el derecho de nombrar a los jueces- reinó el mismo criterio: elegir al juez que le convenga al gobernador de turno. En el foro “Supremo Dilema: Posibles criterios para llenar las vacantes del Tribunal Supremo de Puerto Rico”, celebrado el pasado martes en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (UPR), en Río Piedras, los panelistas expusieron una serie de criterios que debe contemplar el gobernador entrante, Luis Fortuño.Estos serían: la íntegridad, experiencia jurídica, buena reputación, honestidad intelectual, capacidad de análisis e independencia de criterio. Pues, sólo así logrará alejarse de la tradicional práctica de buscar lealtades partidistas, en lugar de la excelencia jurídica. Para el togado Julio E. Fontanet Maldonado, ex presidente del Colegio de Abogados, este criterio de lealtad es el que más daño le ha hecho a estos nombramientos, ya que en nuestro sistema judicial no existen estándares que deba seguir el gobernador de turno al elegir a los candidatos. Que no existan criterios de elección puede ser una ventaja para nombrar a los jueces con diversos trasfondos académicos y profesionales. “Un tribunal que es monolítico no tiene sentido. Es el choque de ideas diversas para evaluar una controversia en particular lo que enriquece las labores del Supremo”, añadió Fontanet Maldonado. Para Roberto Aponte Toro, decano de la Escuela de Derecho de la UPR, Recinto de Río Piedras, los nuevos candidatos deben tener una amplia visión del sistema judicial, con alguna sensibilidad sobre lo que está sucediendo en el resto del mundo y lo que implica para nuestro sistema legal. Recalcó sobretodo, que el candidato debe tener astucia y capacidad negociadora para reconocer y proteger los derechos humanos.
El actual presidente del Colegio de Abogados, Arturo Hernández González, recordó las intervenciones que ha tenido el Colegio en los nombramientos del Tribunal de Apelaciones y de Primera Instancia. En el cuatrienio de la ex gobernadora Sila María Calderón, se aprobó una ley que permitía que los colegiados recomendaran candidatos a las vacantes, luego de una evaluación interina del perfil de los mismos. El Colegio tiene la capacidad de activar el artículo número 33 del reglamento, el cual permite crear una comisión especial que ofrezca una lista de posibles candidatos. “Hacemos una invitación al nuevo Gobernador para activar este reglamento ya que no se trata de la pintura que lleven los candidatos, sino de los criterios más importantes, como su ideología liberal, moderada o conservadora”, expresó Hernández González.
“Una mujer, como un hombre, pueden ser tremendos candidatos siempre y cuando sean competentes y se identifiquen con las luchas que tienen los grupos que representan”, señaló Fontanet Maldonado. Sin embargo, los panelistas coincidieron en que hay que pasar a otros criterios, como los ideales que el candidato represente, y no limitarse al género. “No creo que las mujeres por el mero hecho de ser mujeres se hayan ganado un espacio, al contrario, con sus ejecutorias han reclamado su espacio que se le ha arrebatado por mucho tiempo”, sostuvo Hernández González. Los panelistas concluyeron en que el pensamiento debe trascender el género, e ir dirigido a las otras cualidades intrínsecas del ser humano, que los hacen aptos o no para el puesto. Los organizadores de esta actividad fueron los integrantes de la Revista Jurídica de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. La revista, que lleva 78 años en circulación, publica cuatro números anuales y tiene como director al estudiante Luis López.
– Han sido hombres blancos, conservadores, de más de 55 años de edad y vinculados al partido en turno. – 17 de los 19 han sido nombrados por el gobernador de turno. – 16 colaboradores cercanos del ejecutivo. – 16 conservadores. – 3 moderados. – 16 hombres solo 4 con estudios graduados en Derecho, ninguno afro-caribeño ni del campo de Asistencia Legal y de clase media alta. – 11 han ejercido la abogacía.
– 1 de la Academia – 1 de la Oficina de Servicios a los Indigentes – 1 Representante de los abogados practicantes – 1 Afrocaribeño – 1 Mujer