Ha llegado la postemporada de baloncesto en la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI) y los conjuntos del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) dicen tener todo para ser los nuevos monarcas.
Las Juanas del Colegio, como también se le conoce al recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico (UPR), terminaron en la segunda posición de la liga Mangual, con récord de 7-1, detrás de las Pioneras de la Pontificia Universidad Católica (PUC), sus grandes rivales.
Fueron las Pioneras quienes le ganaron al Colegio en la final del pasado año. Fueron también las Pioneras quienes este año quebraron su marca perfecta, infligiéndoles su única derrota en la temporada regular.
“Es la misma rivalidad que existe contra los demás equipos, salimos siempre en busca de victoria”, analizó Hillary Martínez, alera del RUM, desmitificando la riña contra la Católica. “En cierto modo batallamos entre sí para ganarnos, pero no es una rivalidad directa, solo competencia”, aceptó.
Recordó la pasada final, explicando que, si bien perder es perder, cuando se pierde en un juego decisivo en el escenario más grande, duele más. Por su lado, Anniris Quintana Rivera –ala mayagüezana– expresó con regocijo que jamás pensó llegar a una final como novata, a pesar de que estaba consciente del talento de su equipo, lo tildó como experiencia única.
A su vez, aclaró que eso quedó atrás, esto es una temporada nueva, con nuevos retos y dificultades, por ejemplo, el formato del torneo, el paso del huracán María y las reformas propuestas por el Gobierno y la Junta de Control Fiscal.
“Creo que es una situación difícil porque los atletas representamos UPR con mucha fuerza, orgullo y respeto, y esto nos crea limitaciones para aquellos que dependemos de esto”, compartió la alumna de educación agrícola.
Aun así, reafirmó que aun teniendo la oportunidad de ver el futuro y saber en las circunstancias que se encontraría la UPR, hubiese escogido estudiar en la institución de igual manera.
Ambas jugadoras concuerdan que tienen el material, la dirección técnica y el talento requerido para capturar el campeonato. “Tenemos la confianza para batallar con cualquiera”, indicó Quintana. “No hay enemigo pequeño, hay que jugar cada partido como si fuese el final”, añadió.
Mientras tanto, Martínez no descarta la posibilidad de ver a los Tarzanes coronarse monarcas en su respectiva rama. “Sería una alegría inmensa para todos los colegiales que ambos equipos triunfen, y nada sería mejor que traer ambos campeonatos a casa”, reflexionó la joven de 21 años.
Los Tarzanes tuvieron que trabajar fuerte para agarrar el último boleto de la sección en dirección a los cruces –culminaron con la misma marca que los Toritos de la UPR Cayey y los Taínos del Turabo–, pero al haberle ganado a los Toritos, y ellos ganarle a los Taínos, pasó el Colegio.
“Después de pasar, estoy 100% seguro de que podemos llegar a la final y ganarle a quién sea”, sostuvo Giovanni Guzmán, sexto hombre del conjunto verde. Utilizó las derrotas de la temporada regular como lección, para que no se repita en los cruces.
Guzmán entiende que de no ser el RUM los campeones, el trofeo debe quedarse en la UPR Bayamón o Río Piedras. “La Iupi es dura, ha ganado tres años, y los Vaqueros tiene buen equipo, pero este año es nuestro”, señaló el estudiante senior. El cidreño predijo corona tanto para ellos, como para las muchachas.
El armador Tarzán, Luis “Tito” Montero, reconoció que los Gallitos son un oponente fuerte, y que su juego de esta noche, en Río Piedras será uno importante.
“No tenemos en mente que si perdemos será una temporada perdida, pero del uno al diez, nuestra confianza está en diez”, adjudicó el estudiante de economía. Reiteró que la meta es una sola, ganar el campeonato, y que para él sería cerrar su carrera en la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI) con broche de oro.
Josean Reyes Flores, base de tercer año en el RUM, hizo coro a las Juanas sobre las dificultades de esta temporada. Hizo un llamado al pueblo a unirse, porque la UPR es un elemento esencial en el desarrollo del país.
Habló sobre la falta de cancha local que han experimentado, debido a que no se puede utilizar el Coliseo Mangual, y que ha disminuido el apoyo del estudiantado al equipo. “Tal vez los fanáticos piensan que no podemos lograrlo, pero nos vamos a esforzar por el trabajo que han hecho dirigentes y jugadores”, aseguró.
Agregó que siente que este es el año en que ganarán el primer título en más de dos décadas, por la armonía del equipo.
“Sería un honor ganar, pero sería un orgullo que ambas ramas ganemos”, dijo uniéndose al pensamiento de sus colegas.
Las Juanas ganaron su primer partido de cruces el pasado lunes, luego de aplastar a las Cocodrilas de la UMET, 70-47. Los Tarzanes se enfrentan hoy a las 8:00 p.m. a los Gallitos en Río Piedras en “La Gallera” del recinto riopedrense en el notorio clásico de baloncesto LAI masculino.