El estudiantado del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) celebra hoy su asamblea general. El jueves hará lo propio el alumnado de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Arecibo. Ninguno de los dos cónclaves se da en el vacío: se espera que la administración universitaria entregue el plan fiscal revisado de la UPR a la Junta de Control Fiscal este viernes, y el tema lleva dando de qué hablar desde la última huelga.
Las asambleas estudiantiles, al igual que las de otras asociaciones y círculos profesionales, se rigen por el procedimiento parlamentario. En ánimo de orientar a nuestros lectores y a la población estudiantil, Diálogo expone ocho conceptos básicos del parlamentarismo –por eso de que si participas de una asamblea, o viéndola por streaming, puedas seguir la discusión–.
Mesa
Según el Manual de procedimiento parlamentario del profesor Reece B. Bothwell, la mesa es el “mínimo de funcionarios que se necesitan para conducir las deliberaciones”, que son dos: el presidente y el secretario. Esto no impide que haya otros miembros en la mesa, como el vicepresidente o el tesorero. Cuando un participante –en nuestro caso, un estudiante– quiere presentar una moción, la dirige a la mesa.
Quórum
El quórum es la cantidad mínima de personas –en nuestro caso, nuevamente, estudiantes– requerida para iniciar los trabajos de la asamblea. En las asambleas de la UPR, el quórum usualmente es el 10% de la matrícula estudiantil de ese año académico, de modo que, si son 1,000 estudiantes en una unidad, 100 ya conforman el quórum.
Mayoría
La mayoría, en cambio, es más de la mitad –es decir, cualquier porcentaje mayor a 50%–. Es por la mayoría que usualmente se favorece (o no) una moción. Según Bothwell, hay tres tipos: la mayoría simple (más de la mitad de los votantes); la mayoría absoluta (más de la mitad del total de la matrícula, aunque no todos los miembros de esta estén presentes en la asamblea); y la mayoría extraordinaria (2/3 partes, ya sea a base de los participantes en una votación, de los participantes de la asamblea, o de los miembros de la matrícula).
Moción
De entrada, hay varios tipos de mociones. La más importante es la moción principal (o simplemente moción), que es presentada por un estudiante con el propósito de que la asamblea se exprese sobre un tema o haga tal acción. Tal expresión o acción es el objeto del debate. Las mociones, por lo general, tienen que ser secundadas (que además del proponente, otro estudiante la favorezca).
Las enmiendas también son un tipo de moción: básicamente, se busca modificar una parte de la premisa de la moción principal. Algunos tipos de enmienda son la aditiva (para agregar una frase a la premisa de la moción principal); la supresiva (para eliminarle una frase a tal premisa); la amigable (para mejorar la enunciación de la premisa); y la sustitutiva (para sustituir parcial o totalmente la premisa).
Las enmiendas, de paso, también se pueden enmendar.
Cuestión previa
Con esta lo que se busca es evitar la repetición de argumentos en un debate. Ocurre cuando un estudiante entiende que ya se ha dicho todo lo que se tenía que decir del tema y pide la previa. Esta moción tiene que ser secundada, no es debatible, y tiene que ser aprobada por 2/3 partes de los votantes. El efecto de la previa es suspender el debate y llevar a votación el objeto de tal debate.
Cuestión de orden
Con esta, a su vez, lo que se busca es seguir el orden del día –es decir, la agenda– y no discutir los temas aleatoriamente. Además, la cuestión de orden debe ser planteada por la mesa cuando un estudiante se expresa indecorosamente o se aleja del tema de debate; o también, cuando interrumpe a otro estudiante al turno en el micrófono.
Cuestión de privilegio
La cuestión de privilegio puede dividirse en dos: la de privilegio personal y la de privilegio de la asamblea. Usualmente se invoca la primera cuestión cuando un estudiante desea responder a una alegación en su contra (porque la norma es, recordemos, que los proponentes se dirigen a la mesa). Bothwell indica, sin embargo, que puede utilizarse también para negarse a ser miembro de un comité o candidato a X puesto. La segunda, por otro lado, puede plantearse para señalar que en cierta esquina del centro o auditorio donde se realiza la asamblea no se escucha el debate.
Moción para solicitar un receso / Moción de cierre
El significado de ambas es bastante autoevidente. La diferencia estriba en que, en la primera, no hay intención de concluir los trabajos de la asamblea –usualmente se pide luego de una discusión extensa o tras una votación cerrada que requiere la contabilización de los participantes–. En la segunda, en cambio, sí hay una intención de dar por concluidos los trabajos de la asamblea, independientemente de si se discutieron o no todos los temas en agenda. Ninguna de las dos se debate, sino que se vota sobre ellas directamente.