POINTE-A-PITRE (Reuters) – Un representante sindical fue baleado y murió mientras que varios policías resultaron heridos por manifestantes en la isla caribeña francesa de Guadalupe durante la noche del martes, en medio de protestas crecientes por el costo de vida. Guadalupe, una región francesa de ultramar que es parte de la Unión Europea, se ha visto paralizada durante el último mes por una huelga general en protesta por los altos precios de los alimentos y de otras necesidades básicas. El alcalde de Pointe-a-Pitre, la mayor ciudad de la isla, dijo que se escucharon disparos durante toda la noche. “Nadie puede salir a la calle. Durante las pasadas 48 horas, las calles han estado en manos de grupos de jóvenes, completamente fuera de control”, dijo Jacques Bangou a la radio Europe 1. Un funcionario gubernamental informó que el representante sindical fue baleado luego de conducir hasta una barricada realizada por jóvenes. Tres oficiales de policía resultaron heridos cuando intentaron llegar al lugar, dijo Hubert Vernet a Reuters. “Al hombre (Jacques Bino) le dispararon y cuando las fuerzas de seguridad trataron de ayudarlo también recibieron disparos. Lamentablemente, cuando se pudo asegurar el área, él ya había muerto”, explicó Vernet. Un grupo de entre 30 y 50 personas irrumpió en un centro comercial en la ciudad y disparó contra la policía en un incidente que duró alrededor de una hora, dijo el oficial Stephane Grauvogel a la radio France Info. El policía dijo que tres oficiales resultaron levemente heridos por disparos en otros incidentes. Grupos de jóvenes encapuchados se enfrentaron a la policía, incendiaron una tienda de neumáticos y saquearon negocios, informaron funcionarios. Las manifestaciones, coordinadas por una alianza de unos 50 sindicatos y asociaciones conocidas como “Liyannaj Kont Pwofitasyon” (LKP) (“Enfréntense a la Explotación”, en el dialecto local) habían comenzado pacíficamente. Pero en los últimos tres días, los manifestantes han levantado barricadas en diferentes partes de la isla y la policía ha realizado decenas de arrestos. La mayoría de los grandes negocios de la isla están en manos de una minoría de “beke” o familias blancas, muchos de ellos descendientes de colonialistas, lo que ha añadido presión a las manifestaciones. Elie Domota, líder de la alianza LKP, llamó a la calma y dijo que los incidentes violentos fueron provocados por insultos racistas y brutalidad de los oficiales de policía que intentaban controlar las protestas. La huelga se ha extendido a la vecina isla de Martinica.