
KOVANCILAR, Turquía- Un fuerte terremoto cimbró este lunes la remota provincia de Elazig, al este de Turquía, y una serie de réplicas menores continuaron durante horas, dejando al menos 57 víctimas mortales; mientras los equipos de emergencias trataban de rescatar a supervivientes atrapados bajo los escombros. La gente dormía en sus viviendas de adobe cuando el sismo de magnitud 6,0 en escala de Richter sacudió la tierra a las 4:32 a.m. hora local, en una zona escasamente poblada de la alta estepa, al este de Anatolia. “Hubo un montón de miedo y pánico entre la gente. Duró alrededor de un minuto”, aseguró Nursel Sengezer, corresponsal de la agencia Dogan en la provincia de Elazig, a la cadena CNN Turca. “Lo sentimos muy fuerte y todo el mundo intentó salir a la calle”, relató. Turquía está entrecruzada por fallas tectónicas y sufre terremotos con frecuencia. Un gran sismo de magnitud 7,4 en escala de Richter causó la muerte de unas 18.000 personas en agosto de 1999. El lunes, las familias se apiñaban a la intemperie alrededor de fogatas para mantenerse en calor, mientras la tierra temblaba con más de 40 réplicas, la mayor de las cuales tuvo una magnitud de 5,5. El terremoto derribó los minaretes de tres mezquitas en localidades afectadas en la región de Basyurt en Elazig, confirmó el gobernador provincial, Muammer Erol. Imágenes de televisión de la zona mostraron a mujeres llorando y abrazándose entre las ruinas de sus casas, y coches y ambulancias trasladando a los heridos a un hospital en la cercana ciudad de Kovancilar. “Pido a mis ciudadanos en la región que no entren en casas dañadas porque continúan los terremotos y las réplicas”, declaró el primer ministro, Tayyip Erdogan, en una reunión de su Partido AK. Erdogan lamentó la pérdida de vidas por la vulnerabilidad de las tradicionales viviendas de adobe y se comprometió a reconstruir las casas utilizando materiales más fuertes. Policías y paramilitares dirigían las operaciones en las afueras de localidades afectadas, donde se han concentrado los vecinos, y un equipo de la Media Luna Roja –el equivalente local a la Cruz Roja- había llegado a la zona y establecido un centro de crisis. El viceprimer ministro Cemil Cicek y otros tres ministros viajaron a la zona del terremoto, informó la agencia estatal Anatolian. Cicek indicó que el balance de muertos se había elevado a 57, confirmando estimaciones dadas por autoridades locales a televisiones.