Javier Soto, de 30 años, decidió sumarse hace seis meses a los millones de usuarios que comparte la aplicación Tinder como una alternativa más para conocer personas.
Aquí un tutorial de cómo usar la aplicación de Tinder.
Luego de probar su suerte en el amor con un matrimonio fallido, Soto cedió a la recomendación de su compañera de trabajo en conocer chicas por medio de esta aplicación creada en el 2012 por el empresario Sean Rad en Los Ángeles, California.
En la foto Sean Rad, cofundador de Tinder.
Con una seguridad en sí mismo envidiable, Javier aseguró a Diálogo que se ha dado la oportunidad de conocer y salir con 10 chicas conocidas a través de Tinder.
Todo comenzó con el juego de darle me gusta a una persona y esta devolverle el me gusta, al hacer esto, el usuario logra obtener un “match” y por consiguiente, Tinder le permite comenzar una conversación entre ambos. Al son de “likes”, Javier ha logrado conseguir un listado de 80 “matchs” con las que habla y se entretiene durante su tiempo de ocio.
“La primera con la que salí era bien nice. Pero era una come mier… del diablo. Está estudiando leyes la muchacha. Salí como tres veces con ella. Súper chula pero es una come…”, dijo Soto a este medio.
El joven de tez blanca, pelo negro azabache y con un spanglish bien marcado, confesó que cuando comenzó a usar Tinder la dinámica era distinta a la que lleva a cabo actualmente.
Durante los primeros meses con el app, Soto se tomaba muy enserio el darle el like a la chica que le parecía atractiva o el dislike a la que no. Meditaba y estudiaba las fotos de perfil, leía las biografías y hasta entraba a los perfiles de las chicas para ver más fotos de ellas.
“Antes me tardaba mucho tiempo en el sí, no, sí, no. Y hasta cierto punto es entretenido. Y es un poco adictivo estar ahí. Es como un big market. De momento uno dice ‘diablo llevo 30 minutos en esto’. Pues al principio era así, leía lo que decían los perfiles. Ahora no. Ahora digo: Sí, sí y sí”, confesó.
Un video sobre la dinámica de los "likes" en Tinder.
Por su parte, Marie López, de 28 años, explicó a Diálogo que utilizaba la aplicación Tinder como una herramienta más para conocer personas y facilitar el proceso de conectar con chicos para salir a “janguear” y tener sexo, así como hacer amistades en el transcurso.
Durante todo el año en el que tuvo en su teléfono inteligente la aplicación (que tiene un uso exclusivo para IOS y Android) sólo salió con dos chicos. Ambos turistas. Y en las dos ocasiones, se mantuvo rodeada de amistades para dar cara a ese primer encuentro.
“Yo nunca iba sola porque uno nunca sabe a que loco se encuentre”, dijo López.
A pesar de que López actualmente tiene una pareja, a quien conoció fuera de las aulas de Tinder, esta aplicación funcionó como una herramienta más para conocer amistades y tener encuentros casuales.
Para López, salir con alguien con quien logró el “match” por Tinder no es una forma muy distinta a la de “salir a janguear y conocer a alguien con quien llevas toda la noche hablando y al final decides si te vas con la persona o sigues para tu casa sola. Lo único que cuando llegas a la cita ya sabes mucho más de la persona y sabes si te interesa o no”, aseguró la joven.
La experiencia masculina versus la femenina
Soto indicó que junto a una compañera de trabajo decidieron comparar de manera informal el uso que le da el hombre y la mujer a la aplicación Tinder.
En un coffee break, ambos sacaron sus teléfonos inteligentes para poner a prueba la función de esta aplicación dependiendo del género. Juntos llegaron a la conclusión, según dijo el joven, de que la mujer es más cuidadosa a la hora de dar el “like”.
“Las mujeres entran y son más de ‘no, no, no, no, si. Ustedes filtran al revés que nosotros. Nosotros le damos a todo sí, sí, sí”.
Por su parte, López aseguró lo contrario. Según argumentó, las mujeres usan Tinder para buscar sexo sin tabúes mucho más que los mismos hombres.
“Hay muchas mujeres que lo usan para buscar a hombres para sexo y sin tabú. Las mujeres para mí son más ‘straight forward’ (atrevidas) con la aplicación. Entiendo que es porque nadie te va a juzgar. Los hombres de Puerto Rico ahora es que están adentrándose a ella y conociéndola (Tinder). Esto es algo que usan más las personas de afuera y mucha mujer de aquí también la tiene”, dijo la joven.
Una nueva manera de estar juntos
¿Cuán difícil es conseguir pareja, amigos o simplemente alguien con quién salir?
Con el tiempo, las maneras de relacionarse entre la sociedad y los códigos de comunicación han ido cambiando. Los entrevistados de este artículo son ejemplo de esto. Ambos han conseguido utilizar Tinder como una vía más para conseguir amigos, sexo y parejas a la par con sus intereses e ideales.
Con este anuncio se confirma "una nueva forma de estar en el mundo".
“Me he dado cuenta que casi todas las personas con que he hablado son personas profesionales. Gente que está estudiando medicina. Gente que está estudiando leyes, que tienen su profesión. Como yo que también estudié y ahora trabajo”, reflexionó Soto.
A pesar de que los entrevistados aseguraron que Tinder es una opción para conectar y conseguir pareja, también la herramienta les ha dado la oportunidad de experimentar algo nuevo y no darse por vencidos en el proceso de conseguir una cita.
En palabras del antropólogo Jesús Martín Barbero, hoy día existe un fanatismo tecnológico que ha transformado los modelos y los modos de comunicación a nivel global.
Martín Barbero deja puesto sobre la mesa este hecho muy interesante en el libro Por otra comunicación: los media, globalización cultural y poder, en el que plantea “una nueva forma de estar en el mundo”, donde las redes electrónicas acaban pasando de la conexión al encuentro y del encuentro a la acción, justo igual que Tinder.