CARACAS- El presidente Hugo Chávez, anunció que Venezuela continuará comprando armas ante la “amenaza” que supone un proyecto de Colombia para incrementar su cooperación militar con Estados Unidos. Caracas retiró el mes pasado a su embajador en Bogotá y ha tomado algunas medidas de presión económica como protesta a un acuerdo con el que el gobierno de Alvaro Uribe permitiría a tropas estadounidenses utilizar siete bases militares en el país vecino. El militar retirado, que afirma liderar una revolución socialista en favor de los pobres, dijo que en su próxima visita a Moscú, prevista para septiembre, comprará “al menos tres batallones de tanques rusos” para prepararse ante una eventual guerra con Colombia o Estados Unidos. “Lamentablemente tenemos que armarnos. Cada cuadro del partido tiene que ser un soldado combatiente (…) listo para la guerra para defender la patria ante una agresión del imperio norteamericano”, indicó en un acto con militantes de su Partido Socialista Unido de Venezuela. Venezuela inició el año pasado negociaciones para comprar tanques T-72M, según fuentes de la industria de defensa rusa. Chávez ya ha comprado a Moscú más de 4.400 millones de dólares en armamento, incluyendo aviones de combate, fusiles Kalashnicov y helicópteros, unas adquisiciones que levantaron críticas de Washington y Bogotá. “Convertiremos a Venezuela en una fortaleza inexpugnable, como Cuba”, aseguró vitoreado por sus seguidores, tras mandar un saludo a su amigo y aliado Fidel Castro. Uribe realizó esta semana una gira por países de la región para explicar que el proyecto no contempla la instalación de bases militares estadounidenses, sino el uso compartido de instalaciones colombianas, y que es necesario para fortalecer la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla. Sin embargo, el presidente venezolano denunció que la Casa Blanca busca invadir su país para hacerse con las principales reservas de crudo en el Hemisferio Occidental, advertencia que ha repetido en numerosas ocasiones durante la década que lleva en el poder. “Los yanquis están desesperados porque ya no tienen petróleo y no pudieron capturar el petróleo de Irak. Nos tienen otra vez en la mira porque quieren la Faja Petrolífera del Orinoco”, dijo. Venezuela, uno de los principales abastecedores de crudo a Estados Unidos, asegura que en la Faja del Orinoco yacen los mayores depósitos de hidrocarburos del mundo. Presión Comercial Chávez afirmó que la única solución a la crisis entre Venezuela y Colombia es que Bogotá cancele su nuevo proyecto de cooperación militar con Washington, por el que ha amenazado con interrumpir el vital comercio binacional. “No hay mediación posible. La única forma en que esta situación vuelva a la calma es que desista Colombia de entregarle a Estados Unidos su territorio para que desde allí continúen planificando agresiones contra Venezuela”, dijo antes de recibir al ex presidente colombiano Ernesto Samper. Tras la reunión, Samper dijo que Chávez podría reunirse con una delegación de autoridades colombianas de las regiones fronterizas para discutir sobre la crisis que amenaza con dejar multimillonarias pérdidas en ambos países. Aunque el comercio en la frontera de más de 2.200 kilómetros sigue fluyendo ha mermado, y expertos calculan que las exportaciones de Colombia a Venezuela podrían reducirse a unos 4.300 millones de dólares desde los más de 6.000 millones de dólares registrados en el 2008. El miércoles, Chávez anuló la compra de 10.000 vehículos procedentes de Colombia y prohibió a la petrolera estatal de ese país participar en una licitación de crudo pesado en Venezuela. Aunque el mandatario venezolano se mostró dispuesto a reunirse con la comisión colombiana, insistió en que la mayor presencia militar estadounidense en la nación vecina obedece a un intento de Washington de provocar una guerra en la región. “El imperio yanqui tiene dentro de sus planes provocar una guerra entre Venezuela y Colombia, y eso hay que decírselo a Colombia”, denunció. Pese a la oposición de los gobiernos izquierdistas de Bolivia, Cuba, Ecuador y Venezuela, el plan de cooperación militar defendido por Uribe ha sido aceptado por Brasil, Chile, Paraguay y Perú, que dicen que es un tema de soberanía nacional.