WASHINGTON (Reuters) – El paquete de estímulo del presidente estadounidense Barack Obama por $825.000 millones de dólares para detener la recesión se dirigía el miércoles a la aprobación en una Cámara de Representantes fuertemente dividida. La mayoría de los republicanos de la cámara tenían previsto oponerse a la propuesta, diciendo que necesita más recortes de impuestos y menos gastos. Pero los demócratas confiaban que tenían los votos para lograr la aprobación y avanzar hacia un proyecto final que Obama pueda promulgar a mediados de febrero. “Algunos de nosotros hemos oído la voz del pueblo estadounidense y su pedido de cambio” en las elecciones de noviembre, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata californiana Nancy Pelosi. En el Senado, liderado por el oficialismo, se espera la aprobación de una versión de la propuesta algo más costosa, que obligaría a las dos cámaras a resolver las diferencias. Pero antes de que vote el Senado, los republicanos esperan conseguir algunas modificaciones que podrían ser respaldadas por el presidente demócrata. Obama se encontró el martes en el Capitolio con los republicanos del Senado y de la Cámara de Representantes. Si bien el mandatario volvió a decir que oiría sus ideas, Obama notó la urgencia de la aprobación de la legislación. “El principal mensaje es que las estadísticas todos los días subrayan la urgencia de la situación económica. Los estadounidenses esperan acción”, dijo Obama. Poco antes de la llegada de Obama, el líder de la minoría en la cámara baja, John Boehner, dijo a los republicanos que él no podía votar a favor del proyecto de estímulo en su forma actual y los alentó a rechazarlo, dijo un portavoz del legislador. El proyecto que la Cámara de Representantes debate el miércoles fue escrito por los demócratas, que controlan el cuerpo. Esta iniciativa combina recortes de impuestos temporarios por 275.000 millones de dólares para alentar el gasto y la inversión empresarial, con cientos de miles de millones de dólares para proyectos de inversión generadores de empleos, mejoras en el sector de la salud, mayor ayuda para los pobres y los desempleados, y mejoras educativas. Los republicanos han cuestionado si el dinero realmente crearía y mantendría hasta 4 millones de empleos y si se gastaría por un tiempo lo suficientemente largo como para ser efectivo. Los líderes demócratas del Senado esperan que puedan debatir y aprobar su versión la próxima semana. Una vez que eso se haga, los negociadores de ambas cámaras deberán resolver sus eventuales diferencias para aprobar un proyecto que entonces sí sería enviado a Obama para que lo firme.