Desde 1985 la organización comunitaria Casa Pueblo ha luchado incansablemente por proteger lo que hoy conocemos como el Bosque del Pueblo. Su primera batalla fue en contra del desarrollo minero que amenazaba con destruir el bosque para extraer oro, plata y cobre de las montañas adjunteñas. Años más tarde, se enfrentó al gasoducto también llamado la “vía verde”, que proponía atravesar el bosque para crear una nueva alternativa energética para el País.
Hoy su lucha no es contra de los desarrolladores, ni contra el gobierno. Hoy su lucha es la lucha de todos los puertorriqueños para hacer renacer de las cenizas al bosque adjunteño.
Gracias al esfuerzo multisectorial nacional, las áreas afectadas por el incendio ocurrido la noche del 27 de marzo en el Bosque del Pueblo en Adjuntas comienzan a reverdecer.
“El pueblo se ha identificado con el bosque”, expresó Alexis Massol, fundador de la organización comunitaria Casa Pueblo en Adjuntas, en una entrevista con Diálogo. El ingeniero y ambientalista aseguró que ha recibido cientos de llamadas y visitas de voluntarios dispuestos a trabajar para restaurar el Bosque Modelo.
Massol, aunque lamenta muchísimo lo ocurrido, ve esta tragedia como una oportunidad para estudiar la tierra y diseñar un nuevo bosque que vaya más allá de los paradigmas actuales.
En armonía con los esfuerzos de Casa Pueblo y de todos sus voluntarios, la Universidad de Puerto Rico ha puesto sus mejores recursos, mentes y talentos al servicio de Casa Pueblo y de todo el País en un convenio colaborativo que estará vigente durante un periodo de cinco años.
“Desde la Academia va nuestro compromiso con el País. Esta unión de voluntades que hoy sellamos con Casa Pueblo es una muestra más del compromiso de servicio de la Universidad de Puerto Rico”, señaló Uroyoán R. Walker Ramos, presidente de la UPR, el pasado 22 de abril cuando firmó el convenio colaborativo entre la UPR y Casa Pueblo.
Dicho convenio convierte al Bosque del Pueblo en un laboratorio para los profesores y estudiantes de los once recintos que estudian biología, taxonomía, microbiología, agronomía y otras ramas de la ciencia. Los jóvenes científicos deberán rendir informes, hacer inventarios de la fauna y la flora, estudiar los componentes del suelo y reforestar las áreas afectadas, entre muchas otras labores. Además, a través de esta alianza la Universidad se comprometió a nombrar a un investigador permanente que maneje y estudie la ecología de las áreas afectadas.
El acuerdo, además de fomentar la investigación científica, busca enlazar y educar las comunidades. Para lograr este objetivo, Casa Pueblo cuenta con la emisora Radio Casa Pueblo WOQI 1020 AM cuyo propósito es fomentar el desarrollo educativo, ambiental, económico, social y cultural de la región central y sur de Puerto Rico. Con el fin de propiciar el crecimiento de este taller y del proyecto comunitario, la UPR retransmitirá algunos de los programas de Radio Casa Pueblo a través de Radio Universidad. De igual forma, se retransmitirán programas del taller universitario en la emisora adjunteña.
Además de la Universidad de Puerto Rico, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y otras entidades tales como la Fundación Luis Muñoz Marín, la Pontificia Universidad Católica de Ponce y Para la Naturaleza también están colaborando con el proyecto realizando investigaciones y donando árboles.
El Plan de Recuperación del Bosque Modelo
Los intensos trabajos para restaurar el bosque ya comenzaron y hay mucho por hacer. El Plan de Recuperación del Bosque Modelo incluye tres elementos importantes: la investigación científica, la planificación y la reforestación. Es por esto que las áreas afectadas se han dividido en múltiples parcelas o en “muchas islas de Puerto Rico”, que poco a poco se estarán reforestando y reconstruyendo.
La primera fase de reforestación se realizó el sábado 26 de abril en la actividad “El Bosque Reverdece”. Durante el evento, el público tuvo la oportunidad de sembrar cientos de árboles nativos y frutales en las áreas designadas.
Entre los planes de Casa Pueblo está utilizar la agroecología como herramienta para alcanzar la sostenibilidad del bosque. Esa es la razón por la cual no solo plantarán árboles madereros y nativos como el roble, el guayacán y el yagrumo, sino también árboles frutales cítricos y tropicales. Algunos de los árboles frutales que se estarán sembrando son china mandarina, aguacate, mamey y pomarrosa, entre muchos otros.
Además, la organización y la comunidad están interesados en cultivar café, calabazas, plátanos, gandules, guanábanas y otros frutos menores. Las cosechas de estos cultivos servirán para financiar los gastos del Plan de Recuperación. Están convencidos de que esta variedad de cultivos servirá para recuperar la flora perdida y enriquecer la biodiversidad del lugar. Esto último es una de las grandes misiones que tiene el proyecto ya que, según el informe del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, el fuego irrumpió en 200 cuerdas de terreno y causó la muerte de miles de coquíes, de lagartijos, de arañas, de boas puertorriqueñas y de insectos. De la misma manera, destruyó el hábitat de muchas aves.
El reto es muy grande. Sin embargo, el ingeniero Massol no tiene la menor duda de que el Bosque del Pueblo florecerá.