“Allí es donde tienen que estar”. Así justificó un estudiante de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras la presencia de miles universitarios en San Juan y no en el paro estudiantil del campus riopedrense. El estudiante de Ciencias Naturales decidió permanecer en el portón de su facultad en vez de ir a la manifestación, pues para él, allí era donde tenía que estar. Pese a estar a punto de graduarse, decidió participar del paro en oposición a los recortes millonarios al presupuesto del primer centro docente del país.
Fue una decisión que se tomó tras discusiones que los estudiantes tuvieron en cada portón. Como se acostumbra en una paralización, los estudiantes tienen conversaciones en los portones para luego tomar decisiones en conjunto. En Naturales, uno de los seis portones con campamentos estudiantiles, llegaron a que, al menos, un par de estudiantes debía quedarse mientras sus compañeros asistían a la manifestación en el Capitolio.
Los seis portones contaban con grupos de dos hasta 15 estudiantes que hablaron sobre el paro y los problemas que afectan a la universidad. El asunto del momento: el acceso a la paralización por parte de la prensa.
Luego de un encontronazo en la noche de ayer con un camarógrafo de uno de los principales medios televisivos, los participantes consideraron necesario determinar qué medios podrían entrar al campus y cómo estos tendrán acceso durante la paralización.
Según los manifestantes, el fotoperiodista capturó las discusiones de un pleno y las caras de los estudiantes. Para ellos, fue problemático, se le llamó la atención y, posteriormente, se le pidió que se retirara de las inmediaciones.
Hoy, mientras algunos pintaban las aceras con consignas o colgaban carteles, la discusión se dio en torno a este suceso y con el fin de acudir al pleno para tomar decisiones. El pleno, una congregación de quienes participan en el paro para decidir sobre actividades, mensaje, reclamos y acciones. La reunión quedó pautada para cuando cayera la noche.
Más allá de las discusiones, no faltó la ronda de obreros de la Unión General de Trabajadores repartiendo comida a los presentes. De la misma manera, los estudiantes recibieron tanto desayuno como meriendas de las manos de miembros del Proyecto Mesón de Amor, organizado por la Casa de Amor, Fe y Esperanza.
Por otro lado, según algunos presentes en los portones, no se han dado más incidentes. Lo mismo indicaron integrantes del Comité de Seguridad. En los pasados paros era común que individuos brincaran las verjas del recinto para acceder a este. En este paro, la seguridad dentro del recinto es organizada por ese Comité y la Junta Coordinadora de Seguridad, además de la Guardia Universitaria. Esta junta es una organización compuesta por todos los sectores universitarios para implementar la política de no confrontación y velar por la seguridad en el campus.
Como era de esperarse, tanto investigadores, residentes y atletas en las listas obtenidas por los estudiantes pueden ingresar al recinto por el portón del Departamento de Bellas Artes, el único habilitado para la entrada de vehículos. Igualmente, como decidió la asamblea ayer, se permite el acceso de la guardia universitaria para los cambios de turno. Mientras, por el portón principal del recinto pueden entrar otros manifestantes o personas solidarias con la paralización.
Entre tanto, al recinto llegaban estudiantes que participaron de la actividad en el Capitolio. Para ellos, cada uno servía su propósito y estaba donde tenía que estar en su lucha común: la UPR.