Por: Jasmin Ramsey / IPS
Aunque sigue siendo una incógnita si finalmente este año se alcanzará un acuerdo definitivo sobre el programa nuclear de Irán, importantes actores internacionales intervinieron en respaldo al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, contra las nuevas sanciones que el Congreso legislativo pretende imponer a la república islámica.
Durante su discurso del Estado de la Unión el martes 20, Obama reiteró su amenaza de veto a los proyectos de ley que el Congreso propone con sanciones para Irán mientras continúen las negociaciones con Teherán.
“No tiene sentido”, afirmó en su penúltimo discurso anual como presidente al Congreso de la nación americana.
“Las nuevas sanciones que apruebe este Congreso, en este momento solo garantizarán el fracaso de la diplomacia, alienando a Estados Unidos de sus aliados y asegurando que Irán ponga en marcha su programa nuclear de nuevo”, advirtió.
En un artículo de opinión publicado el miércoles 21 de enero por el diario The Washington Post, representantes del P5 + 1 (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, más Alemania), que negocian con Irán su programa nuclear, respaldaron el pedido de Obama de “darle una oportunidad a la diplomacia con Irán”.
La “incorporación de nuevos obstáculos en esta etapa crítica de las negociaciones, en particular mediante la legislación de sanciones relacionadas con las actividades nucleares de Irán, pondría en peligro nuestros esfuerzos en una coyuntura crítica”, advirtieron Laurent Fabius, de Francia, Philip Hammond, de Gran Bretaña, Frank-Walter Steinmeier, de Alemania, y Federica Mogherini, de la Unión Europea.
Más sanciones “en este momento también podrían fracturar la coalición internacional que ha hecho que las sanciones fueran tan eficaces. En lugar de fortalecer nuestra posición de negociación nos harían retroceder”, añadieron.
En una conferencia de prensa conjunta con Obama en la Casa Blanca, el primer ministro británico, David Cameron, reconoció que se había comunicado con senadores de Estados Unidos para instarles a no aprobar más sanciones contra Irán en este momento.
“Sí, contacté a un par de senadores esta mañana y es posible que hable con uno o dos más esta tarde”, informó a la prensa el 16 de enero.
Es “la opinión del Reino Unido que más sanciones o amenaza de sanciones en este momento no van a ayudar realmente a llevar las negociaciones a buen término y podrían fracturar la unidad internacional que ha habido, que ha sido tan valiosa en presentar un frente unido a Irán”, declaró Cameron.
En lo que los analistas consideran un rechazo a la política iraní de Obama, el día después del discurso sobre el Estado de la Unión se supo que el presidente de la Cámara de Representantes, John A. Boehner, invitó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a hablar ante una sesión conjunta del Congreso el 11 de febrero.
Netanyahu, que no oculta su oposición a la estrategia de Obama hacia Irán, aceptó la invitación, pero cambió la fecha al 3 de marzo, cuando estará de visita en Washington para una conferencia organizada por el destacado grupo de presión proisraelí Comité Estadounidense-Israelí de Asuntos Públicos (Aipac, en inglés).
La invitación, que no fue coordinada con la Casa Blanca, sorprendió al gobierno de Obama. Este informó que no recibirá a Netanyahu durante su estadía en Washington, citando una política contraria a recibir a líderes extranjeros en la proximidad de elecciones y dado que Israel celebrará comicios en marzo.
Aunque Netanyahu es un firme defensor de la línea dura en lo que sería el acuerdo final sobre el programa nuclear iraní y propone medidas intransigentes como un cero por ciento de enriquecimiento de uranio por parte de Irán, no se le puede criticar por aceptar la invitación, según el otrora embajador de Estados Unidos en la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Robert E. Hunter.
“Si hay alguna culpa, le corresponde al presidente de la Cámara”, añadió en referencia a Boehner.
“Si la visita de Netanyahu, que resalta la potencia política del lobby israelí en el Capitolio, logra asegurar el apoyo… del Senado para anular la amenaza de veto de Obama a… las sanciones, eso haría que Boehner y compañía compartan la responsabilidad no solo del posible colapso de las conversaciones nucleares… sino también del aumento de la posibilidad de una guerra con Irán”, afirmó.
Pero en este punto no hay garantías de que los proyectos de ley en el centro de la discusión, uno presentado por el republicano Mark Kirk y el demócrata Bob Menéndez y otro por el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Corker, consigan la mayoría necesaria para superar el veto y convertirse en ley.
Con el apoyo de los líderes demócratas en el Congreso, el gobierno impidió hasta el momento que el poder legislativo discuta el proyecto de ley Kirk-Menéndez desde que fuera presentado en 2013.
Cada vez más funcionarios y exfuncionarios de alto nivel manifestaron su oposición a la aprobación de sanciones adicionales en este momento.
“La inteligencia israelí dijo a Estados Unidos que desplegar nuevas sanciones contra Irán equivaldría a ‘lanzar una granada’ contra el proceso de negociaciones”, declaró el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, a CBS News el miércoles 21.
“¿Por qué queremos ser el catalizador del fracaso de las negociaciones antes de que en verdad sepamos si hay algo que podamos conseguir con ellas?”, cuestionó la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, esta semana después de oponerse a más sanciones durante un foro en Winnipeg, Canadá.
“Creemos que no son necesarias más sanciones en este momento”, declaró el subsecretario del Tesoro para el Terrorismo y la Inteligencia Financiera, David Cohen, al diario The Wall Street Journal esta semana.
“Por el contrario… es más probable que socaven, en lugar de mejorar, las posibilidades de alcanzar un acuerdo integral”, dijo.
Aunque la batalla no ha concluido, tras la amenaza de veto de Obama y la invitación de Boehner a Netanyahu, incluso algunos de los copatrocinadores demócratas del proyecto de ley Kirk-Menéndez parecen inclinarse a favor de la Casa Blanca.
“Estoy hablando con colegas en ambos lados del pasillo. Y creo que están pensando, y repensando, sus posiciones a la luz de los puntos que el presidente y su equipo nos plantearon”, reveló el senador Richard Blumenthal a la revista Político.
Edición de Kitty Stapp / Traducción de Álvaro Queiruga