A lo mejor usted haya visto recientemente algunos controvertibles posts en las redes sociales hechos por el abogado Nelson A. Denis, un exasambleista del Estado de Nueva York, puetorriqueño nacido y criado en la diáspora y activista sociopolítico de vocación.
Denis, quien fuese parte de la dirección editorial del periódico neoyorquino El Diario La Prensa, suelta su tinta digital en la página cibernética Latino Rebels, y en las pasadas semanas sus escritos han circulado bastante debido a los temas que toca. Por ejemplo, recientemente publicó un artículo en el que señalaba mediante distintos tipos de documentación, incluso con alusiones a documentos desclasificados del FBI, que las autoridades estadounidenses consideraban al exgobernador Luis Muñoz Marín un narcómano y un alcohólico, y que eso lo hacía más manipulable por el gobierno federal. También reseñó hace poco el bombardeo en 1950 de los pueblos de Utuado y Jayuya por parte de las Fuerzas Aéreas de Guerra de Estados Unidos, catalogado como la única vez en que aviones del ejército más poderoso del mundo bombardea a sus propios ciudadanos.
Con el ojo puesto en el antagonismo de Muñoz Marín y el líder nacionalista Pedro Albizu Campos y en el movimiento de revolución nacionalista de la década de 1950 que lideraron figuras como Lolita Lebrón y Rafael Cancel Miranda, este puertorriqueño neoyorquino compiló un libro que presentará en abril. El mismo lleva por nombre “War Against All Puerto Ricans” (“Guerra contra todos los puertorriqueños”), una cita infame que dijera a la prensa el Coronel Elisha Francis Riggs, autor de la Masacre de Río Piedras de 1935. Además de una tonelada de data, el libro presenta imágenes de los sucesos y las épocas a las que alude Denis. En la publicación, Denis revisa las relaciones entre Estados Unidos y su territorio borincano, enfocado en la manera en que el gobierno federal utilizó toda su fuerza para reprimir cualquier intento de lucha independentista o nacionalista durante las primeras seis décadas de la pasada centuria. Usted puede ver más sobre “War against all Puerto Ricans” en su sitio oficial, pulsando aquí.
Diálogo, mientras tanto, consiguió una entrevista con Denis tras contactarlo a través de Twitter, una red social en la que se encuentra muy activo. He aquí nuestra conversación, en la que hablamos de Albizu y su familia, de la Guerra Civil de Estados Unidos, de Muñoz Marín y sus vicios y hasta de lo que le hace falta a la presidenta del Consejo Municipal de Nueva York, Melissa Mark-Viverito, amiga de la alcaldesa Carmen Yulín Cruz.
Diálogo: Usted y su trabajo son muy reconocidos en la comunidad puertorriqueña en Nueva York, pero quizás no tanto en Puerto Rico, especialmente entre los estudiantes y la comunidad universitaria. ¿Puede presentarse?
Nelson A. Denis: Mi madre fue una puertorriqueña de Caguas y mi padre era cubano. Durante la crisis de los misiles, en 1962, el FBI deportó a mi padre de vuelta a Cuba. Decían que era “un espía cubano”. Nunca más lo volví a ver. Mi madre trabajó en fábricas de correas durante 23 años, en un hospital otros 14 y en varios otros trabajos. Yo me dediqué a estudiar fuerte, y me gradué de bachillerato de la Universidad de Harvard y de la Escuela de Leyes de Yale.
Luego de estudiar leyes, practiqué la profesión de abogado por algunos años y luego fue director de El Diario La Prensa, en Nueva York, donde escribí sobre 300 editoriales. También he escrito varios guiones de cine que han ganado premios en el Consejo Estatal de las Artes de Nueva York y en la Fundación para las Artes de Nueva York.
Fui además asambleísta del Estado de Nueva York durante cuatro años, de 1997 a 2001.
Diálogo: Comencemos hablando del libro que sale el mes entrante, “War against all Puerto Ricans”. Eso es un título que de primera instancia pega duro, ¿De dónde sale? ¿Cómo se concibió este proyecto?
Denis: La masacre de Río Piedras ocurrió el 24 de octubre de 1935, cuando la Policía insular le disparó y mató a cuatro nacionalistas en plena luz del día. Cuatro días después, el Jefe de la Policía en Puerto Rico, E. Francis Riggs, convocó una conferencia de prensa para discutir esto.
Riggs no ofreció ninguna simpatía a las familias en luto. No fue apologético. En vez, le dijo a la prensa de la Isla que, si Albizu Campos y los nacionalistas continuaban agitando a los trabajadores de la caña de azúcar y a los estudiantes universitarios, habría una “Guerra a muerte contra todos los puertorriqueños” [“War to death against all Puerto Ricans” es la frase textual en inglés que dijo Riggs].
Sirve también saber otras dos cosas sobre Riggs: 1) Su familia controlaba el Riggs National Bank, el cual financió a varios dictadores y Golpes de Estado de derecha en Sur y Centroamérica. El Banco Riggs finalmente fue cerrado cuando los pillaron lavando dinero para el dictador chileno Augusto Pinochet. 2) Justo antes de su llegada a Puerto Rico, E. Francis Riggs había servido de “asesor” de Anastasio Somoza en Nicaragua.
Diálogo: Usted ha dicho en otras entrevistas que el libro también documenta como el Ejército de Estados Unidos bombardeó dos pueblos de Puerto Rico y envió cientos de tropas para detener la revolución nacionalista y que “es la única vez en la historia que el gobierno de Estados Unidos bombardea intencionalmente a sus ciudadanos”… ¿Puede abundar sobre esto? Es que de primera instancia pudiese sonar un poco confuso, considerando la Guerra Civil estadounidense del Siglo XIX.
El 1ro de noviembre de 1950, Estados Unidos despegó 10 aviones Thunderbird P-47 desde la Base Ramey que dejaron caer bombas de 500 libras en Jayuya y Utuado. Los aeroplanos también azotaron las montañas y los campos de caña alrededor del área con metralladoras de balas calibre .50 capaces de perforar armaduras.
El New York Times resaltó esto, indicando que “aviones de combate, ametralladoras, bazucas y tanques” fueron usados contra los nacionalistas. Además, el diario El Imparcial puso esto en su primera plana:
El bombardeo fue tan severo que, según The New York Times “ Jayuya parecía como si hubiese sido azotado por un terremoto, con varios bloques destruidos y la mayoría de los edificios en un pueblo de 1,500 hubiesen sido achicharrados por fuego”.
Esta situación no es análoga con la Guerra Civil por varias razones. Primero, en la Guerra Civil, los dos lados opuestos consistían de 11 estados con una población de nueve millones de personas, y con un ejército de la Confederación que tenía más de un millón de soldados armados. Segundo, Jayuya y Utuado fueron bombardeados por aviones de combate, fue un bombardeo aéreo, a eso particularmente me refiero. No había aviones en la época de 1860 a 1865. Tercero, las balas de cañón usadas en la Guerra Civil eran Howitzer de 32 libras; en Puerto Rico los P-57 dejaron caer bombas de 500 libras entre gente de pueblo. Y, finalmente, las bombas cayeron en poblaciones civiles de Jayuya y Utuado, mientras que en la Guerra Civil, los cañones fueron disparados a soldados, que disparaban de vuelta con sus propios cañones.
Por todas estas razones, el bombardeo en Jayuya y Utuado no es comparable con el fuego de cañón de la Guerra Civil. Sostengo esta declaración de que los bombardeos en Jayuya y Utuado han sido la única vez en la historia que el gobierno de Estados Unidos ha bombardeado intencionalmente a sus propios ciudadanos.
Diálogo: ¿Qué fue lo más que le impactó de las cosas nuevas, si acaso, que encontró de Pedro Albizu Campos mientras hacía su investigación para el libro? Es una figura tan imensa, que ha sido estudiada bastante, ¿qué fue lo más que le sorprendió?
Denis: Dos cosas fueron las que más me impactaron. Primero, está el grado de sacrificio y miedo por el que pasaron su esposa Laura Meneses y sus hijos Pedro, Rosa Emilia y Laura durante sus vidas en Puerto Rico. Pasaron hambre en Ponce. Sus vidas fueron amenazadas. Le dispararon a su hogar. Bombas de fuego fueron lanzadas en su patio de alfrente. El FBI los persiguió por toda la Isla. Su esposo, o padre en el caso de los niños, estuvo fuera y prisionero durante 25 años. Eventualmente, debido a amenazas de muerte, tuvieron que mudarse de la Isla, tuvieron que abandonar la tierra que los vio nacer. Fueron niños que nacieron en medio de mucha pobreza y miedo y fueron criados en el exilio sin su padre.
Segundo, está el nivel hasta el que los Estados Unidos lo aprisionaron, persiguieron y hostigaron sin ningún tipo de impunidad. Llegaron al punto de torturarlo con radiación hasta que murió y de hacerlo pasar como demente, con el mote de “El Rey de las Toallas”.
Diálogo: Usted usó en este trabajo documentos que recientemente fueron desclasificados por el FBI, ¿Cuán difícil o fácil fue lograr acceso a estos documentos? ¿Cuán facil se le hizo contextualizarlos, o usarlos para atar cabos sueltos en su investigación? ¿Cuán difícil o fácil fue para usted encontrarle un lugar a estos documentos dentro de su investigación, o en lo que inicialmente entendía que era la historia que había que contar?
Denis: Adquiero estos documentos usando la Ley de Libre Información [Freedom Information Act], y buscando entre la colección de documentos del FBI que han sido catalogados en el Centro de Estudios Puertorriqueños, acá en la Ciudad de Nueva York.
Hay aproximadamente 1.8 millones de páginas que el FBI ha compilado sobre Puerto Rico, de carpetas que existen sobre 100,000 puertorriqueños. Leí casi 6,000 páginas que se enfocaban nada más en Albizu Campos, el Partido Nacionalista y Luis Muñoz Marín. Pude contextualizarlas, e integrarlas en mi investigación porque correspondían directamente y de forma rotunda con la información que recibí de hablar con los nacionalistas en la Isla, desde 1974 hasta el presente.
Diálogo: Recientemente, usted usó algunos de estos documentos para un artículo publicado por la página Latino Rebels, en relación a Luis Muñoz Marín. ¿Puede explicarle a nuestros lectores de que era ese artículo?
Denis: Luego de la huelga de la agricultura en 1934, el FBI buscó desacreditar a los nacionalistas y a los “activistas económicos” en la Isla. Durante los próximos 50 años, le abrieron carpetas a más de 100,000. El FBI se enfocó en cualquier puertorriqueño prominente: periodistas, alcaldes, senadores, asambleistas municipales, profesores, abogados, líderes obreros, líderes estudiantiles… hasta sacerdotes, granjeros y trabajadores sociales.
En el caso de Muñoz Marín, le investigaron intensamente su vida privada: su relación con Iris Mendoza mientras estaba casado con Muna Lee, el abandono a sus hijos, sus hábitos de beber y de gastar… pero la información más maldita que encontraron se relacionaba con su “adicción a narcóticos”, según dicen textualmente, y la razón por la que la gente lo llamaba “El Moto de Isla Verde”.
El FBI tenía esta información en 1943. Luego, cuando se volvió gobernador, recopilaron información adicional sobre Muñoz Marín “tomando morfina” y “bebiendo ron constantemente” en La Fortaleza.
Para el 1943, precisamente el tiempo cuando empezaron a surgir estos reportes del FBI, Muñoz Marín se empezó a oponer a la independencia de Puerto Rico al oponerse a los tres Proyectos de Tydings, en 1943, 1945 y 1948). Además, volvió al Partido Popular Democrático en una plataforma lejana a la independencia, y pasó la Ley Pública 53, o Ley de la Mordaza, en 1948.
Todas estas acciones indican el fuerte efecto que la investigación y los documentos del FBI tuvieron en él. En el momento en que el FBI adquirió estos documentos con respecto a su abuso de drogas, Muñoz Marín dejó de ser un inependentista.
Diálogo: Hablemos de política, ya que usted fue asambleísta en Nueva York de 1997 a 2001. Ahora mismo, la puertorriqueña Melissa Mark-Viverito es una de las personas más poderosas en el gobierno de Nueva York, ¿qué opinión le merece esto? ¿Cómo ve el rol de los niuyorricans en la política estadounidense particularmente en Nueva York?
Denis: Melissa Mark-Viverito fue electa primeramente gracias a la Unión de Trabajadores de la Salud y de Hospitales, el capítulo SEIU 1199. El capítulo 1199 es por mucho la unión más políticamente activa de Nueva York. Esto es comprensible, ya que un 40 % del presupuesto de $138 billones del Estado está comprometido con gastos de Medicaid, lo que se traduce a casi $55 billones por año. Por esta razón, la unión se tiene que asegurar que tiene a sus amigos “políticos” en todo nivel del gobierno: municipal, estatal y federal. Melissa Mark-Viverito es una en ese grupo de amigos.
Esto no le quita a su valor simbólico, como figura política latina en Nueva York. El próximo paso, su próxima lucha, debe ser traducir este “simbolismo” del empoderamiento latino en la realidad de la vida del latino en Nueva York, así como lo vive la masa latina hoy en día, no solo los políticos y las celebridades.
Diálogo: ¿Usted se considera un independentista? Si es así, ¿nos puedes decir cuán fácil o difícil ha sido postular tu ideología desde Nueva York?
Soy puertorriqueño, pero no vivo en la Isla, así que no creo que tengo derecho de imponer mis puntos de vista en la gente que vive allá.
Sí creo que el estatus actual de Puerto Rico, el Estado Libre Asociado es un estatus inconcluso y falso, que necesita resolverse. Este estatus falso lastima a Puerto Rico económica y moralmente.
La información que aparece en War Against All Puerto Ricans habla por sí sola. La información en el libro es muy relevante para la cuestión del estatus. Es importante saber de dónde vinimos y dónde hemos estado para poder tomar decisiones para el futuro.
Diálogo: ¿Cómo usted ve el estado actual de las políticas puertorriqueñas e internacionales con respecto al estatus de Puerto Rico? ¿Cómo ve al movimiento a favor de la independencia? ¿Cómo ve al movimiento a favor de la estadidad?
Ante la normalización que se avecina con las relaciones con Cuba y una resolución de una política extranjera confusa con ese país, es tiempo para que haya también claridad en las relaciones entre Puerto Rico y Estados Unidos. El estatus de Puerto Rico debe ser resuelto de una vez por todas.
Un referéndum serio debe celebrarse, y los Estados Unidos deben honrar esos resultados. Es insultante que se celebre un referéndum tras otro, y que los Estados Unidos simplemente lo ignoren. Hacer eso, ignorar los resultados de los referendums de estatus, es una demostración obvia de la relación colonial que existe actualmente. Por esta razón, el Congreso de los Estados Unidos debe comprometerse a un voto de referéndum, de igual a igual.
El Gobernador y la Legislatura de Puerto Rico debe oponerse a celebrar cualquier otro referéndum a menos o hasta que este compromiso de congresional de Estados Unidos esté en récord.
Diálogo: ¿Qué opinión le merece la lucha financiera que ha librado Puerto Rico durante la pasada década y el éxodo que ha provocado?
Denis: Menos de 40 años después de la “liberación” de Puerto Rico en 1898, los bancos de Estados Unidos se quedaron con el 80% de la tierra agrícola de Puerto Rico, con el sistema postal insular, con toda la vía costera del ferrocarril y con el puerto internacional de San Juan. Ahora, 80 años después, estos mismos bancos le exigen al gobierno “austeridad”, para así evitar bajar el crédito puertorriqueño. Estas austeridades incluyen más de 30,000 despidos gubernamentales, limitaciones a las pensiones e impuestos mayores en propiedad, venta y pequeños negocios.
El Gobierno de Puerto Rico ha complacido las demandas de Wall Street, pero aún así, en febrero de 2014, y luego en febrero de 2015, sus casas de puntuaciones acreditadoras -Fitch, Dunn & Bradstreet, Moody’s- hicieron precisamente lo que prometieron que no harían. Le bajaron a Puerto Rico su crédito a estatus chatarra. Así que los bancos y Wall Street todos le mintieron a Puerto Rico. Los pagos de intereses en este crédito de bonos “bonos chatarras” afecta directamente las pensiones, los salarios y los ahorros de todo puertorriqueño en la Isla.
El Impuesto de Valor Añadido de 16% que ahora busca García Padilla solo empeorará las cosas, ya que las corporaciones y los negocios simplemente le pasarán factura a los consumidores.
Los únicos que se benefician de esto son los manejadores de fondos de cubiertas en Estados Unidos, los banqueros de inversiones y las firmas de equidades privadas, que ya andan comprando bienes lastimados, compañías moribundas y ejecutando hipotecas alrededor de la Isla. Están comprando esto a precio de ganga. Los bancos de Estados Unidos se benefician ahora mismo de la miseria de todos en Puerto Rico… tal y como lo han hecho durante los pasados 100 años.