Caminar por las calles de Tel Aviv, Israel, da la sensación de encontrarse en Miami, Florida. La manera en que las personas se atavian y la presentación de la ciudad parecen una versión mediterránea de la Ciudad del Sol. Inclusive, es posible encontrar un Mc Donalds en cada esquina. Quizás la resonancia del hebreo por todas partes, es el único recordatorio a simple vista de que se está en otro país. Pero la vida en Israel realmente no es como la que se vive en South Beach. La vida transcurre con una normalidad casi surrealista, como si los habitantes estuviesen entrenados para ridiculizar a la prensa mundial. Sonrisas por doquier, los niños corren despreocupados por los parques de Hebrón, a pesar de que los centros comerciales tienen detectores de explosivos y metales. Los ataques terroristas, evidentemente, han penetrado en la sociedad israelí, donde extrema desconfianza y la cosntante paranoia es muy normal. De hecho, el entrenamiento emocional y físico que reciben los ciudadanos israelíes lo confiman; si por error o por osadía te acercas a las fronteras prohibidas, percibes que la supuesta paz, no es más que un frecuente estado de alerta.
Por ejemplo, Siria aún no le perdona a Israel que le haya arrebatado Las Alturas de Golán durante la Guerra de los Seis Días en el 1967, guerra en la que, impresionantemente, Israel venció a la coalición árabe, conformada por Iraq, Egipto, Jordania y Siria.
"Ellos (Siria) querían y aún quieren las Alturas (Alturas de Golán) porque desde aquí pueden hacer dos cosas: controlar el agua que llega al Río Jordán, lo cuál representa un peligro porque ya habían intentado disecarlo, y ventaja bélica sobre Israel porque se encuentran en uno de los puntos más altos de la Zona", asegura Hagai Gov, intérprete y guía oficial del gobierno israelí.
Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, declara casi a diario, a través de la prensa local, que hay armas de destrucción masiva en Irán e intenta involucrar al mundo entero en este asunto. "El (Netanyahu) alerta al mundo sobre esto, porque ostentar armas de destrucción masiva, es un asunto que le compete al mundo", lee una editorial de Jerusalem Post.
Asombrosamente, de camino hacia el Mar Muerto, me encontré con la base de desarrollo nuclear de Israel. Le pregunté a Hagai si Estados Unidos sabe sobre esta base y me sonrió como quien te quiere decir "obviamente". Luego guardó silencio para escoger cuidadosamente sus siguientes palabras, respondió: "creo que no quieren saber, al menos quieren hacer creer que no saben. No sé, pero no seré yo quien les diga", dijo con tono bromista. El tratado de "Alto al fuego", que era custodiado por militares desarmados de Inglaterra, recientemente se rompió cuando las tropas de Siria avanzaron en dirección a las Alturas de Golán y mientras lees esta nota, es posible que se estén atacando mutuamente.
Los israelíes saben que en cualquier momento pueden encontrarse bajo fuego enemigo; como lo sucedido en el 1973, durante la Guerra de Yom Kippur (día de pedir perdón) en el que fueron sorprendidos mientras ayunaban en las sinagogas. Por eso en las paradas de autobuses tienen pequeños refugios. El cuerpo castrense posee una alta tecnología, la cual le permite rastrear cuando un se dispara un cohete así como también el tiempo en el que estrellará y hacia dónde se dirige. "Alarma Roja" es la sirena que se escucha cuando se dispara un cohete desde Siria o Franja de Gaza, los habitantes comprenden que una vez suena tienen escasamente un minuto para refugiarse.
Tan reciente como en noviembre del pasado año, la ciudad de Sederot fue el escenario de un nuevo conflicto Palestino-Israelí. De acuerdo a los palestinos, lanzaron cohetes contra Israel a modo de represalias por la muerte que soldados israelíes le causaron a Ahmed Jabari, uno de los dirigentes de Hamas, Movimiento de Resistencia Islámico. Como consecuencia, comenzaron las hostilidades de parte de ambas naciones. Palestina dirigió sus ataques a lugares donde se concetraban los civiles; e Israel se preparó para una invadir a la Franja de Gaza al tiempo que atacó la ciudad musulmana y acaparó la prensa por la cantidad de muertos que resultaban diariamente. Paradójicamente, recuerdo el bosque de Banias, donde ví tanta vida que parece querer gastarle una broma al lugar donde se encuentra.
El paseo continua y llegamos al cementerio. En el cementerio militar de Eilat, cada soldado tiene una historia y un rostro. Estos son los caídos en combate, como Nir, padre de Amit, soldado israelí quien murió durante un ataque terrorista en Jerusalén por parte de Hamas. Para los judíos, los soldados son los héroes de la promesa que Dios le hizo a Moisés cuando le dijo que le daría la Tierra Prometida: Israel, nación para el pueblo elegido, los descendientes de Abraham y Sarah.
Mientras, los palestinos reclaman que los israelíes son invasores; ayudados por las naciones más poderosas del mundo, Estados Unidos e Inglaterra, se hicieron de las tierras de Palestina. Por eso justifican los ataques terroristas que perpetúan frecuentemente, donde sus propios hijos son bombas humanas.
Recientemente, en una coferencia en Jerusalem, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama afirmó: "Pero no nos engañemos: los que se adhieren a la ideología de rechazar el derecho de Israel a existir puede ser que también rechazan la tierra bajo sus pies y el cielo arriba, porque Israel no va a ninguna parte. Hoy quiero decirte – especialmente los jóvenes – que mientras haya un Estados Unidos de América, Ah-tem lo lah-vahd". Obama confirmó frente al mundo entero la alianza que Estados Unidos tiene con Israel, asímismo la disposción de ayudarle a combatir a sus enemigos y sostener la ideología del estado israelí.
¿Habrá paz en el Medio Oriente? No importa si eres creyente o no, desde tiempos ancestrales diversas naciones han peleado por ese pequeño trozo de tierra, que es del tamaño del estado de Nueva Jersey. En Israel conocí árabes israelitas que vivían tranquilamente con sus compatriotas hebreos. Sin embargo, una guerra que ha durado tantos siglos producto de un rencor que se remonta a las disputas de los personajes bíblicos de Isaac e Ismael, no vislumbra un futuro en el que reine la paz.
Amit, es un soldado de 19 años. Le pregunté si tiene miedo a morir, y contestó: "cuando vives en Israel puedes morir en cualquier momento, no le tengo miedo a la muerte, es más tenebroso morir sin haber vivido por una razón. Yo, vivo por Israel, moriré por Israel si es necesario".