El presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Uroyoán R. Walker Ramos, informó hoy que un grupo de profesores de esa institución investigarán la tecnología conocida como siembra de nubes o “cloud seeding”, que ha sido utilizada en otros países. Se trata de una técnica para provocar lluvias y enfrentar eventos de sequía extremos como el que afecta varias zonas del país. El proyecto es parte de un acuerdo con la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA).
“La Universidad de Puerto Rico estará al frente de la investigación del proyecto mediante el cual se inyecta Cloruro de Calcio como ente catalítico, de manera que se formen las gotas y caiga la lluvia donde se necesita. El equipo de expertos de la UPR lo integran los doctores Héctor Jiménez, del Recinto Universitario de Mayagüez; Olga Mayol, del Recinto de Río Piedras; y Rafael Méndez Tejeda, de UPR en Carolina. Estos profesores trabajarán junto a la empresa estadounidense Seeding Operations & Atmospheric Research (SOAR), contratada por la AAA para determinar la efectividad de la siembra de nubes en Puerto Rico y el Caribe”, detalló Walker Ramos sobre el proyecto de investigación para el cual el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales dio paso mediante una Orden Administrativa.
Por su parte, el presidente de la AAA, Alberto Lázaro, indicó que “desde el punto de vista de la AAA, auspiciaremos este proyecto de investigación, no solo porque entendemos que es importante intentar y ver los resultados, sino porque el proceso ayudará a propiciar una política pública específica sobre las aguas atmosféricas”.
Lázaro añadió que los costos de contratación de SOAR rondan en los $66,500 mensuales, a los que se sumará la compra de combustible y bengalas, que dependerán de la ejecución que se realice cada mes.
Según el comunicado de prensa, la tecnología que se utilizará, mayormente, para llevar a cabo esta técnica es la inyección de Cloruro de Calcio y el Yoduro de Plata en las nubes. El objetivo es provocar lluvias, principalmente, en las cuencas o sobre los embalses de Carraízo, La Plata y Cidra.
Una vez culminen los tres meses de investigación, la UPR y la AAA presentarán un informe con los resultados al Departamento de Recursos Naturales.