La escritora Ana Lydia Vega recibió recientemente el título de Doctorado Honoris Causa en Letras Humanas de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA). El evento formó parte de las actividades que se realizaron durante el V Congreso Internacional de Literatura “Escritura, individuo y sociedad en España, Las Américas y Puerto Rico”, dedicado a la talentosa autora puertorriqueña.
La actividad comenzó con el desfile académico mientras se tocaba “Pomp and Circumstance” en un acordeón. Al pasar la creadora de Encancaranublado y otros cuentos de naufragio, Pasión de historia y otras historias de pasión y Falsas crónicas del sur, los vítores y las ovaciones de pie no se hicieron esperar. El distinguido pintor Antonio Martorell y la teatrera Rosa Luisa Márquez fueron los últimos en entrar. Ambos fungieron como los presentadores de la ceremonia y emplearon dos recursos que les caracterizan: la creatividad y la jocosidad. Realizaron la presentación hablando en francés, inglés y español. Luego, Luce López Baralt tuvo unas palabras de elogio hacia la homenajeada y la comparó con el gran escritor Miguel de Cervantes Saavedra.
La profesora Emma Domenech, organizadora del Congreso, dio la bienvenida a los presentes y expresó que Vega se uniría a grandes escritores como Luis Rafael Sánchez, Mayra Montero, Rosa Montero, Mario Vargas Llosa, Elena Poniatowska y a las hermanas Luce y Mercedes López Baralt, quienes anteriormente fueron homenajeados con el mismo grado en la UPRA.
Durante el inicio de los actos protocolares, el rector Otilio González Cortés, mencionó que además de ser parte del claustro de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPR-RP), ahora Vega sería parte del claustro de la UPRA. “Le invito a que reciba esta distinción para formar parte de nuestra comunidad universitaria”, resaltó.
Por su parte el presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Uroyoán Walker Ramos, manifestó que “la obra de Ana Lydia Vega sin duda le otorga un sitial en la literatura no tan solo de Puerto Rico y Latinoamérica, sino en la de todo el mundo”.
Al homenaje, realizado el viernes 20 de marzo, también asistieron los rectores de los recintos de Ciencias Médicas, Aguadilla, Utuado, Río Piedras y Humacao de la UPR, al igual que el rector de la Pontificia Universidad Católica, recinto de Arecibo.
Rebeca Franqui, directora del Departamento de Español de la UPRA, compartió unas palabras de elogio hacia la homenajeada y presentó a la columnista y escritora Mayra Montero, quien tuvo a su cargo la lectura de la semblanza de Vega. Montero decidió leer la semblanza desde otro punto de vista: desde cuando la coautora de Vírgenes y Mártires y ella se conocieron.
Seguido de esto, llegó la oportunidad de la invitada de honor de dar su discurso de agradecimiento y aceptación del grado. El mensaje de Vega, hecho en forma de cuento, no dejó de sorprender a los presentes. Indicó que “los homenajes ‘postumizan’ a los escritores”, citando a su colega Luis Rafael Sánchez.
La autora echó mano de la creatividad que caracteriza su pluma para hacer que la audiencia la acompañaran en un viaje imaginario al cementerio del pueblo. “Les confieso que ya he empezado a sentir los efectos secundarios de la ‘postumización”, comentó en tono jocoso al tiempo que comparaba su toga negra universitaria con un vestido de ángel gótico. Luego, la columnista de El Nuevo Día dijo no saber si se encontraba en el teatro de la UPRA, sino que “juraría estar deambulando como zombi entre los panteones del cementerio viejo de Arecibo”.
“Pero no estoy sola”, dijo. “Aquí se están acercando unos hombres enchaquetados con aires de sepultureros, y ellos son Manuel Zeno Gandía, Cayetano Coll y Toste y René Marqués, los grandes escritores arecibeños. Los cuatro me están dando la bienvenida a la Villa del Capitán Correa y reciben a un alma triste de la Parada 20 de Santurce”, prosiguió el relato con su inigualable imaginación. Narró que estos hombres hacían un piquete improvisado y que cargaban pancartas con mensajes alusivos a la crudita, el IVA y la eliminación de la colonia.
“Siento que también llegan Trina Padilla, Fidela Matheu, María Cadilla y Luisa Capetillo”, continuó. Describió a todas llevando un “lápiz de labio ‘revolutionary red’, igual al que utilizaba Lolita Lebrón cuando le hizo una visita de cortesía al Congreso”. Indicó que todas, menos Luisa Capetillo, vestían trajes vaporosos de volantes y que todas tenían una chapita con la imagen de Oscar López prendida al cuello. Con su picardía, la cuentista dijo que “estos integrantes del ‘corillo piquetero’ también coordinan una protesta contra la infame planta incineradora que amenazan con encajarnos en Camblache”.
Finalmente, expresó que “parada en este podio los veo a ustedes, viendo mi homenaje post mortem en vida. Agradezco el que me hayan otorgado un doctorado sin requisito de tesis ni tener que pagar”, añadió entre risas. “En una nube de felicidad, regreso otra vez hacia el mundo de los vivos”, terminó diciendo.
Acto seguido la escritora compartió su grado con Carmen Lugo Filippi y Robert Villanúa, quienes junto a la fenecida profesora Ruth Hernández la acompañaron en su enseñanza de francés en el Recinto Universitario de Río Piedras. “Les coloco sendas boinas doctorales”, dijo al momento en que unas personas designadas para ello sorprendían tanto a la audiencia como a Filippi y Villanúa colocándoles las boinas doctorales a estos últimos.
Vega, quien fue profesora de francés por más de 30 años en el recinto riopedrense, recibió el Doctorado Honoris Causa en Letras Humanas departe del rector de UPRA, el presidente de la UPR, la decana de asuntos académicos de la UPRA, Ana García y la directora del Departamento de Español de UPRA.
Además, el Pen Club of Puerto Rico otorgó ese mismo día a la escritora la Medalla Julia de Burgos “por su destacada labor en la literatura puertorriqueña”.
Al concluir la actividad, el Coro de Conciertos de la UPRA interpretó una canción en honor a Vega seguido por el himno de institución.
Rueda de prensa
En una rueda de prensa luego de la otorgación del grado tanto el presidente de la UPR como el rector de UPRA agradecieron a los organizadores de la actividad. “Fue la mejor manera de recibir a la primavera, que casualmente comienza hoy”, destacó Walker Ramos.
“Salgo con el ego inflado de cariño, salgo en una nube de felicidad. Arecibo es una ciudad que siempre he amado, obligaba a mi esposo a traerme al Paseo del Atlántico que tanto mencionaba René Marqués. Me siento completamente universitaria porque en Francia no existen graduaciones, que es de donde me gradué de doctorado”, declaró, por su parte, Vega.
En un aparte con Diálogo, la escritora agradeció nuevamente a la ciudad de Arecibo y la UPRA por su homenaje y exhortó a los universitarios que pronto terminarán sus estudios a que “si tienen que irse del País, que se vayan, que se preparen, pero que luego hagan como hice yo, que regresé a mi país para ayudarlo a echar pa’ lante”.