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MONTEVIDEO- El ex guerrillero José Mujica enfrentará al ex presidente opositor Luis Alberto Lacalle en una reñida segunda vuelta electoral en noviembre, buscando mantener a la izquierda en el poder en Uruguay. El conteo oficial de las elecciones generales de la víspera corroboró este lunes un reparto casi igualitario de los votos entre el gobernante Frente Amplio, por un lado, y los partidos tradicionales Nacional y Colorado, por el otro. El resultado confirmó la división del país de 3,3 millones de habitantes entre una izquierda que en su primera gestión mostró una tendencia moderada y la centroderecha tradicional.
Lacalle, Mujica y Pedro Bordaberry, candidato presidencial colorado, reconocieron el resultado y comenzaron el lunes los preparativos para la votación definitoria marcada para el 29 de noviembre. Bordaberry, que se reunió hoy con Lacalle, dijo que convocaría para el miércoles al Comité Central de su partido para tomar una posición para noviembre, pero anunció su voto a favor del candidato blanco. El desenlace no ha preocupado a los mercados, según analistas, luego de una elogiada gestión del saliente presidente Tabaré Vázquez, un socialista moderado, y de una actitud más moderada del más izquierdista Mujica. Contabilizados 94,97 por ciento de los circuitos de votación, el Frente obtenía un 47,15 por ciento de los sufragios emitidos, el Partido Nacional un 28,76, y el Colorado un 16,80 por ciento, dijo la Corte Electoral. El pequeño Partido Independiente tenía un 2,41 por ciento, Asamblea Popular 0,65 por ciento. Con esos resultados el Frente tampoco retendría la mayoría parlamentaria propia, con la que gobernó desde el 2005. “La sociedad nos exige un esfuerzo más, es decir participar en una segunda vuelta”, declaró Mujica –de 74 años de edad – la noche del domingo, y llamó a enfervorizados partidarios continuar la lucha por otros 30 días. “¡Vamos a la victoria!”, insistió el ex guerrillero ante miles de partidarios que agitaban banderas y pancartas frente al hotel donde Mujica esperó los resultados. Por su parte Lacalle, de 68 años, declaró que el pueblo “seguramente está pensando quien tendrá la capacidad de conducir al país desde el Poder Ejecutivo”. Más conocido como “Pepe”, el ex guerrillero y pequeño granjero embelesó a las clases más modestas con su desaliñado vestir y hablar campechano salpicado de palabrotas. Pero, al mismo tiempo, provocó el rechazo de sectores de clase media y también de militantes de algunos sectores del Frente a los que criticó duramente. “Mujica es un personaje que crea grandes amores y grandes odios”, asegura la politóloga Teresa Herrera. Lacalle, un veterano político apodado “Cuqui” que ocupó la presidencia entre 1990 y 1995 aplicando políticas liberales dominantes en la época, también tuvo un alto nivel de rechazo, por su posición más conservadora dentro de su partido.