Luego de comerse un mangó, la gente no lo piensa dos veces y bota la semilla. Recientemente, se descubrió que esa parte de la fruta desperdiciada tiene compuestos químicos con propiedades antibacteriales. La investigadora Christina Engels de la Universidad de Alberta en Canadá halló una manera de convertir las semillas del mangó en un preservativo natural extrayendo de la fruta el compuesto químico galotanina, sustancia efectiva contra ciertos tipos de bacteria, como la Listeria y el E coli. Aparentemente, la galotanina previene que las bacterias usen el hierro, un elemento necesario para su ciclo de vida. Para este proceso se tiene como meta utilizar todas las partes del mangó para reducir el desperdicio y aumentar las ganancias de los agricultores. Según Engels, el tamaño de la semilla del mangó es el más apropiado para la extracción de este compuesto, aunque no descarta que este proceso químico también puede ser aplicado a otras semillas, como la de la uva. El mangó, cuyo nombre científico es Mangífera índica, es una exquisita fruta tropical disponible en abundancia en Puerto Rico. Originario de la India, llegó a la Isla durante el siglo 18. El mangó es una excelente fuente de vitaminas A y C, potasio, fibra, antioxidantes y betacaroteno. Esta fruta es quinta a nivel mundial en producción agrícola con un cultivo anual de más de 60 billones de libras. Para acceder al texto original puede visitar: http://www.cienciapr.org/news_view.php?id=1164