Aunque el anuncio de que el dinero que se le asignará a Puerto Rico como parte del Plan de recuperación económica que pondrá en vigor los Estados Unidos superará los $5,000 millones, algunos economistas coinciden en que el estímulo no resolverá nuestra crisis fiscal. Pues, si bien en estos momentos “todo estímulo es bueno para la economía”, como expresó el economista Manuel Lobato Vico, el éxito del plan de recuperación sólo se verá si va de la mano de una gestión del gobierno para resolver su problema de estructura fiscal. Y es que Puerto Rico viene sufriendo una recesión que comenzó hace alrededor de tres años, que ha sido agravada por la crisis económica estadounidense y mundial, no obstante, tiene su raíz, entre otras cosas, en un profundo problema de manejo de fondos públicos. Para el economista Juan Lara, por su parte, el estímulo tendrá un gran impacto en la economía de Puerto Rico. De hecho, Lara entiende que el dinero que se reciba puede sacar la Isla de la recesión, no obstante, no podrá resolver la crisis. “El plan de estímulo nos puede sacar de la recesión. Sacarnos de la crisis es otra cosa. Para que salgamos de la crisis se requiere que resolvamos el problema de déficit estructural del gobierno. Hay que hacer una reforma fiscal”, enfatizó el también profesor de economía. Para Lobato, lo que se debe analizar es cuánto tiempo tardará en tener efecto este estímulo. “Los estímulos de reducción de impuestos, o el de enviarte dinero a tu casa, tienen un efecto más rápido que el de aumento de presupuesto a las agencias de gobierno, o el de infraestructura; esos tardan más “, indicó. Si no se refuerza con una política fiscal adecuada, “el estimulo funcionaria como el endeudamiento, que sólo da tiempo para sanear el problema fiscal, no obstante, tendríamos menos margen de maniobra, porque el dinero está destinado a unos renglones específicos”, expresó Lobato. Según información difundida por la oficina de prensa del Comisionado Residente en Washington, Pedro Pierluisi, a la Isla se le asignarán alrededor de $1,600 millones para Educación, $600 millones para Agricultura, incluyendo el Programa de Asistencia Nutricional, $590 millones para el Fondo de Estabilización Fiscal, $354 para Vivienda, $200 millones para Transportación, $188 millones para Veteranos, $188 millones para los recipientes del Seguro Social, $172 millones para el Departamento del Trabajo, $84 millones para la Agencia de Protección Ambiental y $18 millones para Programa de Ayuda Temporera a Familias Necesitadas (TANF, en inglés). La partida del estímulo económico para Puerto Rico también incluye: créditos contributivos por $1,000 millones como parte del programa Make Work Pay, y $230 millones como parte del American Opportunity Tax Credit. Para ambos economistas, aunque el presupuesto que se le asignará a Puerto Rico redundará en un alivio al momento crítico de nuestra recesión, es compulsorio que el gobierno continúe con el plan para resolver el problema del déficit estructural gubernamental. De hecho, es posible que los efectos positivos del estímulo no los veamos inmediatamente. Según Lara, los resultados del estímulo económico los vamos a ver probablemente durante la segunda mitad de este año. Pues, según su análisis primero hay que poner en marcha las medidas del Consejo Asesor de Reconstrucción Económica y Fiscal (CAREF) y esto provocará en primera instancia un agravamiento de la recesión. De todos modos, afirma Lara, tenemos que trabajar con la reforma fiscal, porque “si no hacemos lo que tenemos que hacer, el dinero de Obama no va a impedir que los bonos se degraden a la clasificación chatarra”. El proyecto de consenso para asignar la partida económica a Puerto Rico debe ser tomado en consideración hoy en la Cámara de Representantes Federal. No obstante, la cifra final se sabrá tan pronto el Senado de los Estados Unidos apruebe el Plan de Recuperación Económica. La Cámara de Representantes, ya aprobó hoy en la tarde el paquete de estímulo de $787,000 millones, con 246 votos a favor y 183 en contra. Se espera que hoy, o más adelante en el fin de semana, ambos cuerpos legislativos lleguen a un acuerdo.