“La paz cuesta”. Con esa frase el doctor José Vargas Vidot trata de alentar a sus estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Cayey a vivir en carne propia las experiencias de ayudar a personas que lo necesitan.
Asimismo, esta frase le vale de título a la presentación que deben realizar los alumnos del laboratorio de paz (clase semestral que ofrece el salubrista desde hace tres años) al final del semestre.
El nombre no llegó en vano ya que, según el profesor, los tres grupos pasaron por diversas dificultades intentando hacer el bien. Y de obstáculos en el camino conoce Vargas Vidot, quien comentó con optimismo que él ha “pagado parte”.
Los estudiantes llevaron a cabo sus presentaciones el pasado 15 de mayo en el Centro de Estudios de Honor del recinto cayeyano. Allí los participantes mostraron el propósito del curso: sacar la conceptualización que tiene la sociedad sobre la paz, pues “la paz es la integración de la convivencia”, añadió el profesor.
Para ello, la primera actividad titulada Cuéntame tu historia, consistió en visitar el Hogar Municipal de Ancianos de Cayey durante siete miércoles consecutivos. El grupo de estudiantes optó por transmitir alegría a los ancianos por medio de juegos de mesa, charlas y compañía.
El propósito de está dinámica, explicó Vargas Vidot, fue rescatar a través de los ancianos anécdotas del pueblo que no son contadas en los libros de historia.
“La sociedad va perdiendo elementos históricos que no están en libros”, aseguró.
El segundo grupo, preocupados por el tiempo que permanecen los jóvenes en las redes sociales decidió reunir a niños entre las edades de 12 a 15 años en una actividad que llevó por nombre La paz en el barrio.
Esta actividad contó con un conversatorio presentado por el experto en diseño de video juegos, el profesor Rafael Nieves, en la que los niños recibieron algunas herramientas de seguridad para el uso del Internet.
Además, los estudiantes organizaron actividades deportivas con el propósito de mostrar a los jóvenes residentes de los barrios Cantera, San Thomas y El Coquí, la importancia de socializar y trabajar en conjunto.
Enséñame a ser libre, fue el nombre de la actividad del tercer grupo que reunió a un conjunto de confinados próximos a salir en libertad, en su mayoría por el vencimiento del tiempo límite para ser juzgados. El grupo de confinados, que no excedían los 29 años de edad, recibió por parte de los estudiantes voluntarios una reflexión sobre la importancia de la libertad.
Las actividades realizadas por los estudiantes son parte del programa “Enlazando Mundos” de la UPR de Cayey, que busca involucrar a jóvenes de la comunidad cayeyana y mejorar su calidad de vida.
Los alumnos voluntarios manifestaron haber vivido una experiencia enriquecedora para sus vidas, superando las expectativas de los resultados. Los jóvenes también comunicaron su deseo de continuar trabajando en este tipo de actividades.
Por lo que, Vargas Vidot indicó que su preocupación y compromiso con la comunidad universitaria de Cayey, lo lleva a “producir un ambiente donde la gente sea feliz”, y deje a un lado las competencias.
“Hay una idea de romper con los muros de la universidad y no hacerlo desde la teoría sino de la práctica”, concluyó.