“Censuran Aura, de Carlos Fuentes, en Puerto Rico. La obra del escritor mexicano fue prohibida por autoridades de ese país, al considerar que su lenguaje es ‘burdo y soez’”. Así comienza la noticia publicada el martes 15 de septiembre en la versión digital del periódico El Universal de México, sobre la decisión del Departamento de Educación (DE) de Puerto Rico. El artículo expresa claramente que el uso en las escuelas del libro del escritor mexicano fue “terminantemente prohibido” en conjunto con otros cuatro libros de autores puertorriqueños. También aclara que los escritores de Puerto Rico a través de la Asociación de Periodistas (ASPPRO) convocaron a la lectura de los textos prohibidos el miércoles 16, frente a la sede del DE. Pero lo que abochorna es la serie de comentarios de los lectores del periódico, quienes condenan la censura y demuestran que la imagen de Puerto Rico ha sido fuertemente golpeada por esta decisión, cosa que ha causado que los prejuicios y estereotipos sobre la Isla afloren en el ámbito internacional. “Puelto Lico se entela que eisiste un liblo de Calos Fuentes, eintitulao Aula, con una palablelia icoleta, bluta, gosela“; “deberían censurar sus compositores de reggeatón eso si es un lenguaje bajo, vulgar y pornográfico que denigra y deja ver el poco conocimiento de la lengua española”; “¿qué se puede esperar de estos países asociados que pierden su sentido nacionalista?, bueno si alguna vez lo han tenido”; “la nota aquí debería ser que los puertorriqueños aún leen en español”; “claro las reggaetoneras mentes de los alumnos puertorriqueños recibirían daño con la obra literaria del señor Fuentes. Viva Daddy Yankee”; “en fin, que sigan con su cultura yanqui…ya lo lamentarán.” Estas son algunas de las expresiones, que resumen perfectamente lo que se dice en el foro. Es obvio que detrás de estos comentarios hay un alto nivel de prejuicio, pero éste está siendo abonado por una decisión gubernamental que no ayuda a contrarrestar los estereotipos asociados con el puertorriqueño. La noticia ha corrido en el mundo. La agencia de noticias Associated Press (AP) cubrió el suceso para periódicos tan reconocidos o diversos como el New York Times, el Taiwán News, el Nuevo Herald y otros. Siempre se aclara que sectores de la sociedad pública puertorriqueñas se oponen a la decisión de Educación, pero lo que aparentemente queda registrado es tan sólo que, en Puerto Rico, se han censurado cinco libros.