El atelier y academia Ropajes, el taller Tamboricua, el restaurante Il Carreto, la tienda Electroshock y Enlight son tan sólo una muestra de las apuestas empresariales que dirigen algunas mujeres del país. Sin embargo, cuando se trabaja solo el camino parece ser mucho más arduo. Ante esta realidad, los ciudadanos tienen una alternativa para hacer menos difícil el recorrido, que es el cooperativismo.
La profesora Marinés Aponte, catedrática del Departamento de Finanzas, de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, informó que hay un sinnúmero de microempresas dirigidas por mujeres. Aponte dijo que algunas operan de manera informal debido a la necesidad de la mujer de armonizar sus roles—esposa, madre, entre otros— con la urgencia de generar ingresos.
Sin embargo, mencionó que “sería ideal que las mujeres consideraran crear un negocio en grupo a través de una empresa asociativa que funcione de manera equitativa para todos los dueños”. Aponte entiende que el marco legal del cooperativismo está bien desarrollado, lo que permite una mayor flexibilidad.
La doctora Aponte recomendó que las mujeres no se lancen solas, pues el establecimiento de un negocio no es algo sencillo.
“El discurso gubernamental de que ‘la cosa está mala, pero depende de la iniciativa de cada cual así que deben levantar un negocio’ hasta cierto punto hay que tomarlo con pinzas. No es tan sencillo. Hay toda una infraestructura que en realidad, en cierta medida, apoya a las grandes empresas. Básicamente, van un poco en contra del pequeño empresario”, denunció la profesora, quien hizo su tesis doctoral sobre la gestación de empresas. Por ello, cree que las mujeres deben formar empresas asociativas en donde todos y todas sean dueños del negocio. En su opinión, eso facilitaría el trabajo porque tendrían un sistema de apoyo.
“La ley de cooperativas lo que exige es un mínimo de cinco personas para abrir una empresa. Eso es algo más viable”, indicó.
Carencia de estadísticas
Una de las situaciones que enfrentó la profesora Aponte al momento de hacer su tesis fue la falta de estadísticas sobre el sector empresarial del País.
“Yo hice la tesis en el año 2002 y se me hizo bien cuesta arriba porque no hay estadísticas, por ejemplo, de cuántas empresas se están gestando, cuántas desaparecen por año, entre otros; para poder medir una serie de cosas que se miden a nivel internacional”, destacó. Y el panorama no ha cambiado tanto. Diálogo hizo las gestiones para obtener estadísticas a través del Registro de Comerciantes y del Negociado de Impuesto al Consumo, pero las agencias gubernamentales informaron que carecen de esa información.
Otra de las personas contactadas para la búsqueda de estadísticas y datos fue Enrique Figueroa, presidente de la Asociación de Comerciantes de Río Piedras. Precisamente, éste mencionó que una de las cosas que notó al llegar a la presidencia de la Asociación fue la falta de estadísticas sobre el comercio ríopedrense.
Indicó no obstante, que se dará a la tarea de realizar un estudio durante este año.
“Yo quiero que mi legado en la Asociación sea un estudio que abarque distintos aspectos del comercio en Río Piedras. La recopilación de datos es algo que muchas personas no le prestan atención, pero la realidad es que es algo muy necesario, inclusive, hasta para la generación de planes de acción”, sostuvo.
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