Uno de los sectores de la población que enfrenta los mayores retos del siglo 21 es la juventud. Sin embargo, son los mismos que sienten menos temor a la hora de darle vida a sus sueños e ideas. Ejemplo de ello son Kristen Ramírez Pagán y Mónica Oquendo Muñiz, de 27 y 25 años de edad respectivamente.
Las chicas son las dueñas de Electroshock, una tienda que se dedica a la compra e intercambio de ropa, accesorios y novedades contiguo a la pizzería Il Carreto. “Yo tenía un montón de ropa que no necesitaba en mi casa y hacía actividades de intercambio en donde las muchachas llevaban lo que no querían y se quedaban con lo que les gustaba”, expresó Ramírez Pagán.
Con el tiempo, Ramírez Pagán dejó de hacer estas actividades y encontró que todavía tenía muchísima ropa que no utilizaba. “Realmente estaba buscando el espacio para ubicar una barra que tenía y me encontré con este lugar. Luego de pensarlo mucho decidí hacer una tienda para poner toda la ropa que tenía en casa, así que le pregunté a Mónica que si quería ser mi socia y me dijo que sí”, contó.
“Más que una tienda vintage es un lugar donde puedes conseguir ropa a precios accesibles para todo el mundo. Mezclamos la ropa vintage que tenemos con ropa de la corriente regular”, mencionó Oquendo Muñiz.
Mónica Oquendo (izquierda) y Kristen Ramírez se dedicaban a intercambiar ropa entre ellas.
El local abrió en marzo del año pasado. Para Ramírez Pagán no ha resultado del todo difícil la experiencia, pues es dueña de negocios desde que tiene 20 años de edad. Lo que comenzó como un pasatiempo se ha convertido en una empresa, pero la joven confiesa que quisiera dedicarle más tiempo al establecimiento.
“Nosotras solamente venimos los sábados a escoger la ropa, pero nos gustaría estar 24/7 aquí. Yo trabajo en una imprenta, en la cual también soy dueña, y Mónica trabaja en una agencia de publicidad. El resto del tiempo la tienda queda a cargo de nuestros novios”, indicó.
Lo más sorprendente del negocio es el tiempo que les tomó llevar a cabo la apertura. En tan sólo una semana Mónica y Kristen transformaron el local con la ayuda de sus amistades.
“El tiempo empieza a correr desde el primer momento en que tú entregas el dinero de la fianza y sabes que no puedes perder el tiempo, porque si te tardas meses en abrir la tienda también te tardarás meses en recuperar el dinero para pagarla”, puntualizó Ramírez Pagán.
Una vez abrieron el local ya el lugar contaba con presencia en las redes sociales, otra de las grandes herramientas del siglo 21 para la promoción de negocios.
“Los negocios que aprovechan la oportunidad de anunciarse por las redes sociales son los más rápidos que tienen éxito y los de mayor duración. El internet es como un ‘flyer’ eterno”, comentó Ramírez.
Otro de los elementos que le ha dado éxito a esta empresa son las recomendaciones que las personas hacen del lugar.
“Es una de las cosas que más atrae gente porque es más legítimo que alguien te hable personalmente de la tienda”, dijo Oquendo.
Las dirigentes de Electroshock indicaron que desde la apertura de la tienda han tenido que llevar a los visitantes del local por un proceso de educación.
“Hay mucha gente que no entiende que la ropa usada se puede comprar y que la pueden usar. Normalmente en Puerto Rico todo es nuevo y lo viejo se bota al zafacón y eso es una mala costumbre del puertorriqueño”, denunció Ramírez.
De otro lado, la chica señaló que uno de los problemas que enfrenta el lugar es la escasez de tiendas a su alrededor, lo que le resta flujo de personas hacia el local.
No obstante, en un futuro esperan que el movimiento de clientes siga aumentando. Asimismo, desean abrir una tienda con espacio para la inclusión de muebles dentro de sus ofrecimientos.
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