GAZA (Reuters) – Ataques de cohetes palestinos y ofensivas aéreas israelíes amenazaban hoy con socavar los esfuerzos del enviado del presidente Barack Obama a Oriente Medio para consolidar un frágil cese al fuego en la Franja de Gaza. Militantes palestinos en Gaza, territorio controlado por el grupo islámico Hamas, lanzaron un cohete hacia Israel a avanzadas horas del miércoles, el primero desde el cese al fuego declarado el 18 de enero, y otro este jueves. Nadie salió herido. Aviones israelíes atacaron luego en el sur de la Franja de Gaza una fundición de metal que el Ejército dijo era una fábrica de armas, en un incidente que no dejó víctimas. También atacó una motocicleta, hiriendo a dos militantes y a 10 jóvenes que pasaban por el lugar, dijeron trabajadores médicos. El aumento en la violencia durante los últimos dos días amenaza con reiniciar una guerra que Israel lanzó el 27 de diciembre con el objetivo declarado de poner fin al disparo de cohetes transfronterizos. El ex senador estadounidense George Mitchell, el enviado de Obama, planeaba reunirse con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, en la ocupada Cisjordania tras sostener conversaciones el miércoles en Egipto e Israel, en las que ha estado intentando mediar una tregua a largo plazo. Mitchell, reiterando el llamado de Obama a reanudar las conversaciones de paz, dijo que era “de crítica importancia que el cese del fuego sea extendido y consolidado”. Pero al aproximarse unas elecciones el 10 de febrero, líderes israelíes han estado hablando con dureza sobre la seguridad, una de las principales preocupaciones de los votantes. Han prometido una fuerte respuesta a una explosión que causó la muerte a un soldado israelí en la frontera de Gaza el martes y a los cohetes. Militantes palestinos dijeron que los cohetes eran una represalia por la muerte de tres palestinos a manos de Israel desde que la tregua comenzó.
“Hamas debe saber que estos cohetes son su responsabilidad y aprenderán que disparar cohetes hacia Israel simplemente no les conviene”, dijo Mark Regev, un portavoz del primer ministro Ehud Olmert. Cerca de 1.300 palestinos, entre ellos al menos 700 civiles, murieron en la ofensiva de 22 días en la Franja de Gaza, de acuerdo al Ministerio de Salud administrado por Hamas en el territorio. Israel ubicó su cifra de fallecidos en 10 soldados y tres civiles. Mitchell dijo el miércoles en Jerusalén que cualquier tregua perdurable debe contar con el cese del contrabando en Gaza y con la reapertura de los pasos fronterizos controlados por Israel para suavizar el bloqueo económico al enclave, donde la mitad de los 1,5 millones de habitantes dependen de ayuda en comida. Olmert dijo a Mitchell que Israel no reabriría ningún cruce hacia Gaza, excepto para envíos de ayuda, hasta que un soldado israelí capturado el 2006 sea liberado, dijo un funcionario del Estado judío. Israel ha obtenido promesas de ayuda de Estados Unidos y Europa para evitar que Hamas, que dice que recibe armas de Irán, se rearme a través de túneles ubicados bajo la frontera de Gaza con Egipto y a través del mar. Israel endureció su bloqueo a la Franja de Gaza luego de que Hamas tomó control del territorio en una disputa interna el 2007, y los túneles han sido la única forma de que los habitantes de Gaza obtengan acceso a bienes comerciales cuyo ingreso Israel no permite.