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¿Qué sucederá en un futuro cercano cuando nos demos cuenta que ya no es tan fácil subir unos cuantos escalones? ¿Qué sucederá con nuestros padres, abuelos o familiares cuando llegue el momento en que necesiten un bastón, muletas o una silla de ruedas para desplazarse por su vivienda y se les haga prácticamente imposible entrar al cuarto de baño? ¿Qué sucedería si, por las razones que fueran, de pronto nos vemos impedidos parcial o totalmente de alguna de nuestras habilidades motoras para poder realizar las más simples funciones y tareas de la vida diaria? ¿Están nuestras unidades de vivienda preparadas para modificarse y adaptarse fácilmente en caso de cualquiera de estas eventualidades? ¿Hemos pensado que cuando envejecemos usualmente tenemos que poner en venta nuestras residencias porque no es posible atemperarlas a nuestra nueva realidad física? La realidad de una Vivienda Universal, que se modifique, remodele y se adapte fácilmente a nuestros cambiantes requisitos físicos, no deja de ser una necesidad innegable que nuestra arquitectura contemporánea debería promover y desarrollar. ¿Cuál es el impacto económico que significa diseñar conscientemente nuestros espacios habitables para ser adaptados con relativa facilidad a nuestra demanda ergonómica? Cuesta muy poco. ¿Cuán difícil es diseñar espacios de circulación o pasillos que permitan la fácil manipulación y el paso de una silla de ruedas, camilla o cualquier otro equipo técnico que permita el desplazamiento de una persona con algún tipo de impedimento físico? Es cuestión de darle un poco de pensamiento y crear criterios sólidos de diseño que prevengan estos tipos de condiciones y necesidades espaciales. Como profesionales consientes de nuestro papel en la sociedad, los arquitectos, diseñadores y desarrolladores de nuestro país debemos pensar en modificar la estructura arquitectónica de nuestro entorno físico, de la manera en que hasta ahora se ha venido construyendo, en una más flexible y universal que se adapte en todo momento a nuestro cambiante mundo tecnológico y a nuestras necesidades humanas. Desniveles que puedan consolidarse con rampas o escalones mínimos que permitan un fácil desplazamiento a través de las distintas elevaciones del espacio edificado. Pasillos lo suficientemente anchos para permitir el movimiento y giro de una silla de ruedas a través de los distintos espacios. Puertas lo suficientemente cómodas y espaciosas para permitir la entrada de cualquier equipo de desplazamiento, silla o camilla y faciliten la transportación de una persona de su habitación al cuarto de baño. Tenemos que concientizarnos de que las personas con algún tipo de impedimento físico pueden y quieren ser individuos independientes y productivos. Los arquitectos, diseñadores y profesionales de la construcción cuentan con el Programa de Asistencia Tecnológica de Puerto Rico (PRATP, por sus siglas en inglés), el cual es una entidad adscrita a la Administración Central del sistema de la Universidad de Puerto Rico, que se encarga de fomentar la integración de toda persona con impedimentos a una sociedad sin barreras; promover y facilitar la independencia y productividad de la mismas en un mundo donde la asistencia tecnológica forma parte de su vida diaria. Consultas, orientación y diseño de equipos especializados para todo tipo de proyectos de vivienda y desarrollo de espacios accesibles y sin barreras arquitectónicas, son algunas de las funciones que este programa ofrece a nuestra clase profesional. Otra de sus funciones es abogar y fomentar el desarrollo de la Vivienda Universal, la cual es una estructura prediseñada con mucha flexibilidad y fácil adaptabilidad para convertirse en cualquier momento en la unidad de vivienda que se modifique a las necesidades inmediatas de sus usuarios. El arquitecto, como ente catalizador en nuestro esquema social, tiene que establecer unos firmes criterios de diseño arquitectónico que se proyecten y desarrollen en las nuevas estructuras de vivienda en un futuro tan cercano como mañana. El “diseño universal” unido a un excelente desarrollo y construcción son los nuevos pilares que fundamentan nuestros futuros conceptos sociales que nos llevarán a una sociedad más productiva, independiente y tecnológicamente inteligente. *El autor es arquitecto licenciado, Consultor del Programa de Asistencia Tecnológica de Puerto Rico (PRATP), de la Universidad de Puerto Rico www.pratp.upr.edu