En 1971, un grupo de jóvenes de California autoproclamados The Waldos comenzó una tradición luego que surgiera el rumor sobre un sembradío mítico de Cannabis. Este grupo de jóvenes se reunían frente a una estatua ubicada en su escuela a las 4:20 p.m., ni un minuto antes ni después. El objetivo de estos encuentros era la búsqueda constante por descubrir esta cosecha. Más adelante, la hora designada de encuentro se convirtió en un código secreto para referirse al plan y es así que la frase ¨4-20¨ es introducida a la cultura popular, como parte de una jerga de un grupo designado de consumidores de la planta Cannabis Sativa o Cannabis Índica.
Años después, en 1988, Steven Hager, director creativo de la controversial revista sobre la cultura, el consumo y la producción de la marihuana, Hight Times, es el primero en contactar a The Waldos y documentar su historia. En este artículo, titulado ¨Are You Stoner Smart or Stoner Stupid?¨, Hager es el primero en sugerir que la hora 4:20 p.m., se convierta posteriormente en la hora socialmente aceptada para fumar la sustancia. Esta sugerencia sirvió como base para la ritualización de esta hora designada, como la hora oficial del consumo de la substancia dentro de los grupos subculturales que utilizan marihuana.
Ya adoptado este rito, la fecha 20 de abril, ha trascendido a convertirse en el día internacional del cannabis y mundialmente es celebrado por millones de personas que son pro-consumo de la planta. Algunos de estos eventos tienen un precedente político, pues muchos grupos se organizan este día para proclamar sus ideas sobre el consumo, legalización o la medicación de la planta y sus muchos usos. Personalidades del ámbito político como el juez federal Juan R. Torruellas presentó una propuesta para acabar la criminalización de la marihuana en los Estados Unidos, ya que comprende que es la prohibición de esta la que promueve el narcotráfico y la violencia que acompaña a este. España es ejemplo de esto, ya que se protege el crecimiento y uso personal de la planta bajo la constitución. A su vez, 14 de los 50 estados de Estados Unidos mantienen leyes para el uso de la marijuana como planta medicinal para ayudar al tratamiento de cáncer y tratar enfermedades de dolor crónico, entro otras.
Asimismo, para otros grupos, como los canteístas, seguidores de una religión emergente que se centra en el bien inherente que otorga la planta de marihuana, han establecido fumar Cannabis como un sacramento religioso y lo utilizan como una manera de relacionarse y compartir con Dios. También la cultura del Rastafarianismo considera fumar ganja (proveniente del sánscrito, para cannabis) parte de sus rituales espirituales para relajar la mente, el cuerpo y exaltar la conciencia.
La publicación del artículo de Hager fue el catalítico necesario para establecer un nuevo ritual y propagar una nueva conducta entre los consumidores de la substancia a pesar de que esta permanece ilegal y criminalizada en la mayoría de los países del mundo. En este sentido, el hábito de consumo que es fumar marihuana, establece una subcultura, una división cultural en la sociedad que se delimita basándose en las diferencias perceptibles de grupo en grupo.
Por lo que, la celebración de 4/20 presenta un debate entre la ley y la tradición. El consumo de esta planta; sea recreacional, espiritual, médico o ideológico, permanece como un crimen en la mayoría de los países del mundo. Quienes han adoptado este ritual se mantienen al margen entre las convicciones personales y las reglas del Estado.
Abril 20 pasa desapercibido como un día cualquiera, que viene y va, perfectamente cotidiano. La ritualización de esta hora y fecha, crea una celebración cerrada; una excusa para el ocio, un día sagrado para algunos, un día de protesta para otros..