La inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad a nivel mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y es que el sedentarismo está relacionado con el desarrollo de condiciones incapacitantes así como de serias enfermedades.
Sedentarismo, factor común entre las enfermedades crónicas
La conducta sedentaria se describe como actividades de leve intensidad, donde el cuerpo entra en un reposo que puede envolver largos periodos de inactividad física.
Estudios publicados por el Centro Nacional de Información Biotecnológica han evidenciado que aproximadamente el 60% de la población adulta incurre en un comportamiento sedentario durante horas que se encuentran despiertos.
Según datos del Departamento de Salud de Puerto Rico en el 2012, más del 40% de la población de Puerto Rico no realizó actividad física en un mes. Además, cuando se compara por sexo, casi el 50% de las mujeres reportaron no realizar actividad física.
La inactividad física aumenta el riesgo de tener sobrepeso u obesidad. La OMS en el 2014 colocó el sobrepeso y la obesidad como el sexto factor principal de riesgo de defunción en el mundo. Esa entidad señala que alrededor de 3.4 millones de adultos fallecen cada año como consecuencia del sobrepeso.
La falta de actividad física también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico, según datos del Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC).
La OMS ha indicado que el 44% de las personas que padecen de diabetes, el 23% de los que tienen cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad. A estas condiciones se le atribuye como causantes los cambios en los hábitos alimentarios y la falta de actividad física.
Por otro lado, el Instituto Nacional del Cáncer (NIH, por sus siglas en inglés) señala que una persona que no realice actividad física aumenta el riesgo de desarrollar cáncer en áreas tales como: el colon, las mamas, los pulmones y el endometrio. Se estima que aproximadamente entre el 21% y el 25% del cáncer de mama y de colon se deben a la inactividad física.
Actividad física no es sinónimo de ejercicio
La actividad física incluye el ejercicio, pero también otras actividades que entrañan movimiento corporal y se realizan como parte de los momentos de juego, del trabajo, de formas de transporte activas, de las tareas domésticas y de actividades recreativas.
El ejercicio, por su parte, es una variedad de actividad física planificada, estructurada, repetitiva y realizada con un objetivo relacionado con la mejora o el mantenimiento de uno o más componentes de la aptitud física, según la OMS.
Interrumpir el tiempo sentado es favorable para la salud
No es recomendable estar sentado de forma ininterrumpida por más de 60 minutos, que es equivalente a una hora. Expertos recomiendan realizar pausas activas conocidas como interrupciones.
En estas interrupciones, se acepta el simple hecho de ubicar el cuerpo de pie, o en posición recta. Se recomienda que las personas no pasen más de 30 minutos en actividad sedentaria, luego de este periodo de tiempo deberán interrumpir la actividad de 2 a 5 minutos, según especialistas en salud física.
Por otro lado, el estudio Sedentary time and cardio-metabolic biomarkers in US adults, publicado por NIH indica que emplear la modalidad de colocarse de pie y caminar, ha demostrado que es un lapso de tiempo suficiente para producir un gasto energético de una magnitud apropiada. De manera que puede controlar efectivamente la masa corporal del individuo y proveer una ayuda en cuanto a prevenir los problemas de obesidad que podrían surgir a raíz de un comportamiento sedentario constante.
Llevar una dieta balanceada también contribuye a reducir los riesgos de enfermedades crónicas.
Algunas recomendaciones de pausas activas
- En la oficina o espacio laboral: caminar a la fuente de agua para hidratarse; utilizar las escaleras (si le es posible) en lugar del ascensor y saludar a las visitas de pie, entre otras.
- En el hogar: levantarse y caminar por la casa durante las pausas comerciales evitando dirigirse al refrigerador, a menos que sea a tomar agua; observar algún episodio del programa de pie; si su salud se lo permite, lavar el auto, regar las plantas u otra actividad que le permita mover sus extremidades.