JOHANNESBURGO- Brasil se enfrenta ahora mismo a Portugal en una atractiva final de la fase de grupos de la Copa Mundial de fútbol, luego de que el campeón defensor Italia fue eliminado del torneo en una humillante derrota ante la debutante Eslovaquia.
La partida de Italia, tetracampeón mundial, se dio luego de la eliminación del otro finalista del 2006, Francia, que al igual que su vecino europeo terminó último de su grupo.
Es la primera vez que los dos finalistas del torneo anterior dejan la competencia en la etapa de grupos del Mundial siguiente. Con esos resultados, Paraguay deberá enfrentar a Eslovaquia en la etapa de eliminación directa luego de ganar el Grupo F al empatar con Nueva Zelanda.
Brasil ya clasificó en el Grupo G y Portugal podría avanzar a la siguiente etapa incluso si pierde, a menos que Costa de Marfil pueda superar la diferencia de nueve goles que la separa de los lusitanos en su partido contra Corea del Norte.
Portugal venció anteriormente al equipo asiático por 7-0, en la mayor goleada del torneo.
Los favoritos para ganar el Mundial, España, deben vencer a Chile para asegurar su clasificación en el Grupo H. Chile sólo necesita un empate para clasificar.
El partido en el tropical puerto de Durbán posiblemente brindará buen fútbol, pero tendrá menos suspenso que el encuentro del jueves entre Italia y Eslovaquia.
Fue un resultado soñado para Eslovaquia, que juega su primer Mundial como país independiente, y el técnico Vladimir Weiss estuvo a punto de llorar cuando saludó a los hinchas en el estadio Ellis Park de Johannesburgo.
Eslovaquia dominó el encuentro y ganó 3-2 contra los campeones, quienes llegaron a Sudáfrica perseguidos por las críticas de la prensa italiana contra el técnico Marcello Lippi por confiar en los veteranos del 2006.
“Asumo toda la responsabilidad. No he preparado a este equipo lo suficientemente bien”, dijo Lippi con el rostro pálido, cuyo honesto y extenso mea culpa en la conferencia de prensa después del partido podría ahorrarle parte del castigo de la prensa italiana.
El último africano
La probable eliminación de Costa de Marfil dejaría sólo a Ghana en el torneo, uno de los seis africanos que iniciaron el primer Mundial en su continente.
El atacante marfileño Salomon Kalou dijo que los jugadores africanos estuvieron demasiado nerviosos debido a que portaban las esperanzas de todo el continente.
“Las expectativas eran enormes y nos debíamos a nosotros mismos el tener un buen rendimiento, pero la presión nos ha causado más estrés que otra cosa e incluso ha inhibido nuestro talento”, afirmó.
El equipo francés caído en desgracia llegó a su país bajo una fuerte vigilancia policial, después de que un motín de los jugadores combinado con pésimos partidos.
El presidente Nicolas Sarkozy ordenó una reorganización del fútbol francés y el capitán Thierry Henry fue a verlo en cuanto bajó del avión proveniente de Sudáfrica.
Cuando la primera ronda casi concluye, ya se han determinado algunos interesantes partidos en octavos de final, incluido el enfrentamiento entre Alemania y su antiguo rival Inglaterra.
“La alegría de prepararse para el partido contra Inglaterra es enorme”, dijo el técnico Alemán Joachim Loew.
En tanto, el mediocampista inglés Frank Lampard declaró, “comienza aquí -es una eliminación directa. Cómo jugaste en el grupo no significa nada”.
Argentina, inspirada por su excentrico técnico Diego Maradona, enfrentará a México el domingo.
Estados Unidos, que clasificó debido a un gol casi milagroso de Landon Donavan cerca del último minuto en su partido contra Argelia, enfrentará el sábado a la que posiblemente será la última esperanza africana, Ghana, en Rustenburg.
Con los estadounidenses llenos de confianza, las Estrellas Negras deberán superar sus problemas para convertir en goles las grandes jugadas creativas que hilvanan si desean ganar.
Ahora que la mayoría de los equipos africanos fueron eliminados, incluidos los anfitriones Bafana Bafana, Sudáfrica planea una “marcha del millón de banderas” el 3 de julio para intentar mantener vivo el interés, que fue creciendo poco a poco antes de que comenzara el 11 de junio la primera Copa Mundial de fútbol en Africa.
La FIFA y los organizadores locales han estado preocupados desde hace largo tiempo de que una eliminación prematura de Sudáfrica reduzca no sólo el público en los estadios y la pasión, sino el efecto unificador del torneo en un país que aún lucha con las divisiones sociales y raciales.