1,432 días han transcurrido desde que Alemania venciera 1-0 en tiempo extra a Argentina para sumar su cuarta Copa Mundial en aquella final celebrada en el mítico Estadio Maracaná de Río de Janeiro el 13 de julio de 2014.
Y hoy, por fin, la cuenta regresiva marcará cero para el comienzo de la vigesimoprimera edición del evento deportivo más esperado del planeta, cuando a las 11:00 a.m., hora de Puerto Rico, ruede la pelota sobre el césped del Estadio Luzhniki de Moscú, en una inauguración que, como es costumbre, protagonizará el país anfitrión, Rusia, en un choque contra la desconocida Arabia Saudita.
Curiosamente, el partido de arranque será lo más lejano posible a una final, literal y figurativamente, al enfrentar a las dos selecciones de más bajo ránking en el escalafón de la FIFA presentes en suelo ruso.
Del Mundial, en realidad, se puede decir más o menos lo mismo que se dice cada cuatro años.
Que un puñado de selecciones llega al torneo con expectativas reales de llevarse los máximos honores. Que las máximas estrellas del fútbol intentarán aprovechar una de las contadas oportunidades que se les presentan a lo largo de sus carreras para deslumbrar en el principal escenario y dejar recuerdos que trasciendan a su habitual grandeza sobre el campo. Que algunas selecciones se contentarán con haber cumplido el sueño de asistir a una cita mundialista y se despedirán luego de tres partidos y que otras se irán molestas ante lo que considerarán fueron pésimas decisiones arbitrales (no, la tecnología del VAR no terminará con las teorías de conspiración).
Pero sobre todo, habrá drama, mucho drama. El drama que solo puede producir la pasión que genera el deporte más popular del mundo, sintonizado televisivamente por sobre 3,000 millones de personas –incluyendo 1,000 millones solo para la final–, como ocurrió durante Brasil 2014. A esos habrá que sumarle, claro está, los más de 3 millones de fanáticos que se espera digan presente en alguno de los 12 estadios dispersos en Rusia a lo largo de los 32 días de acción.
En esta ocasión, el drama no esperó a la fecha inaugural para realizar su entrada triunfal.
Y es que España, una de las favoritas a disputar el título despidió ayer mismo a su técnico Julen Lopetegui, a poco más de 24 horas del inicio del certamen y a apenas dos días del debut de ‘La Furia Roja’ ante el campeón europeo Portugal el viernes, en un partido que pudiera definir el Grupo B.
Lopetegui, quien se marcha invicto en 20 partidos con la selección, fichó el miércoles para sustituir a Zinedine Zidane en el banquillo del Real Madrid una vez culminara el Mundial, lo que no fue del agrado de la cúpula de la Real Federación Española de Fútbol.
“Hay decisiones que se tienen que tomar en función de una forma de actuar y de unos valores. Tiene que haber un mensaje claro para todos los trabajadores de la federación, hay una forma de actuar que hay que cumplir”, indicó el presidente del organismo, Luis Rubiales, antes de anunciar al exjugador Fernando Hierro como reemplazo de Lopetegui.
Los grandes
Si el barco español no naufraga ante la súbita salida de su timonel, formará parte del reducido grupo de contendores a llevarse la copa y que mayormente está compuesto por ‘viejos conocidos’ en estas lides.
Alemania, nuevamente bajo la dirección de Joachim Loew, buscará convertirse en el segundo pentacampeón en la historia de la Copa Mundial, honor que hasta el momento pertenece en solitario a Brasil. Deberán cuidarse en el Grupo F –que comparten con México, Suecia y Corea del Sur–, ya que un desliz en primera ronda que los hiciera caer al segundo puesto podría ponerlos cara a cara en un temprano cruce con Brasil, amplio favorito en el Grupo E y que difícilmente habrá olvidado el 7-1 que le propinaron los teutones en suelo brasileño en las semifinales hace cuatro años.
En un Mundial que de antemano carece del siempre temido ‘Grupo de la Muerte’, Francia y Argentina, en los Grupos C y D, respectivamente, son otros grandes que parecen tener el camino despejado hacia octavos de final, si bien los suramericanos –que sufrieron hasta la última fecha de las eliminatorias para clasificar– pudieran enfrentar algo de resistencia de parte de Croacia y, como se ha vuelto tradición en la fase de grupos, Nigeria.
Tampoco se puede olvidar a Colombia –en busca de superar su actuación de 2014 cuando llegaron a cuartos de final–, quien parte como favorito en el Grupo H, donde chocará con Polonia, Japón y Senegal. A ‘Los Cafeteros’, no obstante, les espera con toda probabilidad un duro reto en octavos, donde cruzarían con un Grupo G que incluye a Bélgica e Inglaterra.
Contrario a como ocurrió en 2014, cuando Uruguay debió superar un grupo que completaban Costa Rica, los ingleses e Italia antes de caer ante Colombia en la ronda de 16, esta vez parten de favoritos en el Grupo A, donde debutarán mañana viernes frente Egipto y además se verán las caras con Arabia Saudita y los locales rusos.
Los 20 Copas del Mundo anteriores han sido un monopolio de ocho países: Brasil (5), Alemania (4), Italia (4), Uruguay (2), Argentina (2), Inglaterra (1), Francia (1) y España (1). ¿Podrá algún extraño romper con los paradigmas e ingresar al exclusivo club el próximo 15 de julio? Difícil.
Los ausentes
Uno que no tendrá la oportunidad de unirse al club con el que por décadas ha coqueteado es Holanda, tras una desastrosa eliminatoria europea en la que cayó derrotado 2-0 ante Bulgaria y perdió 4-0 frente a Francia, quedando fuera del repechaje por diferencia de goles con Suecia.
A Holanda se le une en el círculo de los grandes ausentes la histórica Italia, que fue incapaz de resolver su repechaje, precisamente contra Suecia. Para los mediterráneos será la primera vez que faltan al evento desde el Mundial de –adivinen– Suecia 1958, lo que significa que perderán la oportunidad de igualar Brasil con cinco Copas Mundiales.
La eliminación de Italia también evitó que los aficionados del fútbol disfrutaran una vez más del arquero Gianluigi Buffon en este escenario, en lo que a sus 40 años hubiera sido su sexta Copa del Mundo con la Azzurri. Aunque su país sí se clasificó, el sueco Zlatan Ibrahimovic tampoco verá acción tras no ser convocado por el entrenador Janne Andersson.
Y en un resultado que dejó un pésimo sabor a las televisoras, Estados Unidos quedó fuera de la Copa del Mundo por primera vez desde 1986.
Debuta el VAR
Este Mundial también representará el primero que aprovechará la tecnología del Video Assistant Referee (VAR) para revisar ciertas jugadas controversiales sobre el campo. La FIFA asignó a 13 árbitros que laborarán exclusivamente desde un centro de operaciones en Moscú, y que cargarán la responsabilidad de asistir a los oficiales de campo en cuatro tipos de decisiones: situaciones de gol –tales como offside–, penales –si la falta ocurrió dentro o fuera del área–, tarjetas rojas directas y situaciones en que se haya confundido la identidad de un jugador.
El árbitro principal también tendrá la potestad de revisar en una pantalla en el campo ciertas jugadas de apreciación, como posibles faltas dentro del área o cometidas por el jugador atacante, así como todas las tarjetas rojas directas.
¿Solucionará el VAR todas las controversias? Sabemos que no. Porque el Mundial de fútbol es el teatro más grande del mundo, y no hay ensayo que valga.
Que ruede el balón.