TEGUCIGALPA (Reuters) – El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, expresó el martes que su Gobierno respetará la inmunidad de la embajada de Brasil, donde se refugió el derrocado mandatario Manuel Zelaya para evitar su arresto. En una entrevista con Reuters, Micheletti afirmó que el depuesto presidente podría quedarse a vivir si quería “5 ó 10 años” en la sede diplomática. “Nosotros no vamos a hacer absolutamente nada que nos enfrente a otro país hermano, nosotros queremos que ellos comprendan que o le otorgan asilo político o lo entregan a las autoridades hondureñas para su juzgamiento”, subrayó Micheletti en una entrevista con Reuters en el Palacio Presidencial. Pero, la sede diplomática se encuentra desde la madrugada rodeada por militares y policías, que se enfrentaron con gases lacrimógenos a seguidores de Zelaya en la zona, dejando un saldo de varios heridos y detenidos. Brasil advirtió que cualquier acción contra su sede diplomática en Tegucigalpa sería intolerable y hasta amenazó con convocar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por la crisis en Honduras. Micheletti había exigido al Gobierno brasileño que entregara al depuesto presidente para ser arrestado bajo cargos por supuestamente haber violado la Constitución con un intento de allanar el camino para una reelección presidencial, o le diera asilo para sacarlo del país. “Nosotros vamos a ser respetuosos a lo que mandan las leyes nacionales e internacionales”, aseguró Micheletti. “Creo que los países del mundo no van a aceptar que dentro de sus sedes diplomáticas se permita que un ciudadano esté llamando a la insurrección a la población porque está contribuyendo a un desastre que puede haber en el país”, agregó. Con apoyo de los sectores políticos más conservadores, el Congreso y la justicia, militares derrocaron a punta de pistola a Zelaya a fines de junio y lo expulsaron a Costa Rica bajo el argumento de haber violado la Constitución cuando quería hacer una consulta popular por la reelección. Zelaya acabó con tres meses de exilio al volver sorpresivamente y de manera subrepticia el lunes a Tegucigalpa buscando refugio en la embajada de Brasil para evitar ser apresado, luego de que las negociaciones diplomáticas y las presiones internacionales para su restitución fracasaran. “Zelaya jamás volverá a ser presidente de este país”, declaró Micheletti.