Lo primero es esperar, con ansias, un cupo dentro de los veinticuatro disponibles. Lo segundo también es esperar, esta vez un correo electrónico, con las instrucciones y la dirección del lugar. Parece un juego. Y en cierto modo lo es. Las nietas de Nonó, sin embargo, juegan en serio. Tanto, que su trabajo Manual del bestiario doméstico es una radiografía brutal, necesaria, de la violencia y el cariño.
Un patio inmenso recibe al que acuda a la función. Frutos y árboles de todo tipo. Tés de jobos, de romero y manzanilla. Para la melancolía, dicen. Suenan grillos y el murmullo de los carros a lo lejos.
Hasta que llega el momento de entrar a la casa; la casa que fuera de Nonó. Lydela y Michelle esperan dentro. Y ofrecen más instrucciones. “No, por aquí no. Todavía no se sienten”. Cajas plásticas que antes sirvieron para transportar leche son ahora las butacas para un público que se mantendrá en vilo hasta que finalice la obra. O hasta que entienda por fin que ha terminado. Manual del bestiario doméstico posee esa rara propensión de ensancharse en la memoria. Como si su onda expansiva naciera una vez culminada la función.
Una nevera vacía, ventanas, un cordel de ropa, pañuelos, un radio, un pedazo de tiza. Manual del bestiario versa sobre la escasez y aquello que la circunda, sin tapujos, de forma cruda. Los elementos que conforman este puñado de escenas, dislocadas entre sí, aunque concatenadas al argumento mayor, operan como detonadores y significan aún más las instancias donde hay texto. La casa que fuera de Nonó sirve de patíbulo, de laboratorio, de salón de clases y escondite. En suma, de caldo de cultivo humano para develar el polvo que escondemos debajo de la alfombra como sociedad. He ahí, además, su gesto político.
Manual del bestiario incomoda. Apela a emociones extremas. Interpela al público, lo hace parte de su entramado, tanto, que actrices y espectadores son casi una misma cosa. Cuesta hallar en el repertorio dramático nacional una ¿obra? ¿performance? con las carácterísticas y la agudeza de que son capaces Las nietas de Nonó. Y eso siempre se agradece.
* Manual del bestiario doméstico se presentará los sábados 15 y 22 de noviembre a las 7:00 p.m. en lo que serán sus últimas dos funciones. Para reservarciones, puede comunicarse al (787) 364 0047 / (787) 675 8771 / lasnietasdenono@gmail.com