WASHINGTON- El presidente Barack Obama prometió la noche del martes que British Petroleum Plc pagará por su “imprudencia” en el derrame del Golfo de México, y buscó canalizar la molestia pública para fijar como “misión nacional” reducir la dependencia del país de los combustibles fósiles.
“Lucharemos contra este derrame con todo lo que tenemos por el tiempo que sea necesario. Haremos que BP pague por el daño que la compañía ha causado”, aseguró Obama en un discurso televisado donde buscó restaurar la confianza en su manejo de la crisis antes de que ésta siga empañando su presidencia.
El severo mensaje de Obama para BP, ofrecido en un tono solemne, fue el eje de su discurso sobre el derrame, que amenaza con distraerlo de su agenda nacional.
La fuerza con la que Obama responda al desastre tendrá implicaciones no sólo para la petrolera británica, sino también para el futuro de las perforaciones estadounidenses mar adentro y para las esperanzas de revivir la legislación de cambio climático estancada en el Congreso.
Aunque instó a los estadounidenses a “aprovechar el momento” para acabar con su adicción a los combustibles fósiles, el llamado de Obama no ofreció una receta detallada para llegar allí y careció de un cronograma para aprobar una legislación energética exhaustiva.
“Ahora es el momento para que esta generación se embarque en una misión nacional para dar rienda suelta a la innovación estadounidense y tomar el control de nuestro destino”, declaró el mandatario.
Obama ha dejado en claro que apoya una iniciativa energética exhaustiva que reduzca las emisiones de gases de invernadero, y un funcionario de alto rango informó que el presidente todavía cree que poner un precio a la polución de carbono es esencial.
Pero en su mensaje Obama no se refirió específicamente al componente del cambio climático, tal vez consciente de los grandes obstáculos políticos en medio de una débil recuperación económica.
Obama indicó que estaba abierto a las ideas tanto de demócratas como republicanos para reducir la adicción de su país al petróleo, pero insistió: “El único enfoque que no aceptaré será la inactividad”.
La elección de Obama del salón Oval para ofrecer su discurso enfatizó la gravedad de la situación.
Presidentes en el pasado lo han usado para responder a tragedias nacionales, como lo hizo Ronald Reagan luego de la explosión del transbordador espacial Challenger en 1986 y George W. Bush luego de los ataques del 11 de septiembre del 2001.
AÑO ELECTORAL
Otra pregunta crucial es si Obama podrá aplacar la molestia de los votantes en un año electoral en el que están en riesgo las mayorías de su Partido Demócrata en ambas cámaras del Congreso.
Los sondeos de opinión muestran que los estadounidenses creen que Obama ha sido demasiado distante en su manejo de la crisis y que no ha sido suficientemente severo con BP.
Buscando contrarrestar las críticas de que no ha mostrado suficiente liderazgo en la crisis de casi dos meses, Obama asumió una posición dura con BP, pero no llegó a reiterar su afirmación previa en la que sostuvo que estaba buscando “qué traseros debía patear”.
“Mañana me reuniré con el presidente del directorio de BP y le informaré que deberá apartar los recursos que sean necesarios para compensar a los trabajadores y dueños de empresas que fueron dañados como resultado de la imprudencia de su compañía”, declaró el mandatario.
“Y este fondo no será controlado por BP. Con tal de asegurar que todos los reclamos legítimos sean pagados de una manera justa y oportuna, la cuenta debe y será administrada por una tercera parte independiente”, agregó Obama.
Antes del discurso, ejecutivos de importantes compañías petroleras aseguraron a una audiencia del Congreso que BP no se adhirió a los estándares de la industria en la construcción de su pozo submarino que explotó el 20 de abril, causando el enorme derrame que llevó al peor desastre ecológico en la historia del país.
Pero sus esfuerzos por distanciarse de BP no detuvieron las críticas de legisladores demócratas, que aseguraron que los planes de la industria para atender los desastres en aguas profundas eran “carentes de valor”.
Los inversionistas también esperaban que Obama impulsara iniciativas de energía alternativa como la solar, eólica y geotérmica, que ahora están estancadas en el Congreso. Las acciones de las firmas de energía solar en Estados Unidos subieron antes del discurso.
Agregando un nuevo sentido de urgencia, un equipo de científicos estadounidenses revisó al alza su estimación máxima de crudo que sale del pozo averiado en un 50 por ciento, a un rango de 35.000 a 60,000 barriles (de 5,57 millones a 9,54 millones de litros) por día.