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El presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Antonio García Padilla, justificó los gastos calificados como extravagantes por un informe parcial de la Comisión de Educación de la Cámara que podría ser referido tanto al Departamento de Justicia como a la Oficina de Ética Gubernamental y la Oficina del Contralor. De acuerdo con García Padilla, a pesar de que la Comisión recibió todos los documentos que requirió, el informe llega a conclusiones confusas y fuera de contexto, sin tomar en consideración la naturaleza de gestiones y actividades propias de la Universidad tales como los procesos de compra de materiales necesarios para las investigaciones y los gastos de representación inherentes al proceso de allegar fondos externos. “La impresión de que en la Universidad no hay control sobre los usos de tarjetas de créditos, que no hay normativas ni reglas sobre la forma en que la Universidad conduce sus asuntos, es una idea equivocada que le hace daño a la institución”, agregó. El informe, radicado el último día de la sesión legislativa por la comisión presidida por el representante novoprogresista Bernardo Márquez, indica que la UPR asignó 500 tarjetas de crédito con las que, desde 2002, se gastaron $2.7 millones. Además, señala que entre el 2002 y el 2003 el Presidente facturó unos $14,113 por más de 80 cenas. García Padilla señaló que los $2.7 millones corresponden a los gastos en que incurrieron los investigadores del Centro de Recursos de Ciencia e Ingeniería, adscrito a la administración central del sistema universitario. Más de 300 investigadores de la Universidad cuentan con tarjetas de crédito para hacer uso de los fondos que reciben de dotaciones de entidades como los Institutos Nacionales de la Salud, la Fundación Nacional de Ciencia, la NASA y NOAA, entre otros. El propósito es agilizar sus gestiones y evitar que tengan que recurrir a los sistemas de compras tradicionales.
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“Este mecanismo es utilizado por todas las universidades y es indispensable para sostener la investigación porque los materiales urgen y los procesos que tenemos muchas veces son burocráticos y no son ágiles. Los fondos de investigación se otorgan por un periodo de tiempo y hay que consumirlos”, indicó por su parte Emma Fernández Repollet, vicepresidenta de Investigación. La UPR maneja unos $100 millones en fondos de investigación externos anualmente. Del mismo modo, el Presidente defendió los desembolsos por concepto de reuniones con diversas personas, entre las que destaca el ex gobernador Aníbal Acevedo Vilá cuando era comisionado residente, en lugares como Augusto’s, Momoyama, Morton’s, Parrot Club, Compostela y el restaurante del Hotel Ritz Carlton. “Son reuniones que, en el desempeño de la responsabilidad como Presidente de la Universidad, se tienen que convocar. Hay que cultivar un donante, discutir un tema… se puede esperar a hacer una cita o tratar de adelantarla. Es distinto separar dos horas del tiempo de una persona en una oficina que poder tener dos horas de conversación en ocasión de que se almuerza con ella”, arguyó. García Padilla dijo que los costos de los almuerzos y las cenas están contemplados en el presupuesto asignado a la Casa del Presidente de unos $30,000 anuales. En cuanto a los alegatos del informe sobre la compra de bebidas alcohólicas, reiteró que la reglamentación vigente en la Universidad permite su uso incidental a una actividad. “Yo nunca he ido a la casa de un presidente de una universidad importante donde haya una veda sobre, digamos, el vino. Es una residencia y es el estándar. Uno puede tener una opinión sobre el tema pero socialmente es perfectamente aceptado”, manifestó. El Presidente insistió en que la Universidad está comprometida con adelantar una cultura de filantropía en el País, proceso que requiere inversión continua y el fortalecimiento de relaciones. “La filantropía no surge de la compasión. Surge del entendimiento de que hay un aprecio al donante potencial y se proyecta en su ánimo una universidad excelente, comprometida con esa relación. Para eso la calidad de la representación tiene que ser excelente”, sentenció. Actualmente, el Fondo Dotal de la UPR cuenta con unos $80 millones.
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García Padilla afirmó no tener problemas con una posible pesquisa de Justicia, evitó calificar la investigación de la Cámara de Representantes como persecución política y aseveró que, contrario a los rumores, continuará en la presidencia del principal centro docente del País.
Cuatro organizaciones que agrupan a los empleados de la UPR han declarado votos de huelga en repudio a la Ley 7 de Estabilización Fiscal, que establece que los recaudos producto de ésta no formaran parte de los cálculos para determinar el presupuesto de la institución. El presidente de la Hermandad de Empleados Exentos no Docentes, Wilfredo Jiménez, declaró ayer a Prensa Asociada que, a pesar de que la Ley 7 no aplica a la Universidad, la administración está adoptando sus disposiciones como, por ejemplo, la congelación de los salarios para el nuevo año fiscal. El Presidente dijo confiar en que la huelga no sea necesaria. “Ya hemos anunciado que la Universidad no podrá revisar sus escalas salariales porque estamos corriendo con un déficit altísimo y apoyados por fondos ARRA (American Recovery and Reinvestment Act), que no contemplan que las universidades asuman responsabilidades que no podrían cumplir en el caso de prescindirse de los fondos posteriormente”, expresó. Finalmente, reiteró que la Universidad no contempla despidos en este momento.