Como ando con otro catarro de madre, decidí, para subirme el ánimo, y porque no había comido un carajo, y estaba muerta de hambre, parar en una panadería cerca de mi trabajo en Toa Baja. Lo hago con frecuencia, con o sin catarro. Hasta me conocen, y dicen, "ahí, viene la nena simpática" (lo de simpática lo dicen ellos). Bueno, que mientras hacía la fila para pedir mi avena con canela me di cuenta que había un tumulto poco usual. ¿Qué será?, me pregunté. ¿Quesitos a dos por uno? ¿Cafés gratis? ¿Media-noches a mitad de precio? Nada de eso. Resulta que en la cafetería lo que había era una conmoción por la portada de Primera Hora de hoy. Yo curiosa al fin, quise verla. No pude. Se habían agotado los ejemplares. Para matar la curiosidad, y gracias a mi simpatiquería, intercepté a un señor, más simpático que yo, y le pedí que me prestara el periódico por un minuto. La noticia: Wanda Rolón dice que Ricky Martin, o RM, como ella lo abrevió, es un hijo derrr diablo porque dijo públicamente que le gustan los hombres, o, más sencillo, porque salió del clóset.
En esa cafetería de Toa Baja, nadie estuvo pendiente a que si simulacro de tsunami ni ochocuartos. Todos nos pudimos haber muerto ahogados en un frenesí livin' la vida loca. Ricky Martin ocupaba el tema de conversación. La preocupación y comidilla de todos. Como tiendo a hacer, por mi ADD, me quedé pegá mirando a mi alrededor. Con disimulo escuchaba los diálogos y monólogos de los comensales. Que si qué lindos son los nenes de Ricky, dijo una. Unas señoras filosofaban con que Ricky debió haberse quedado en el clóset, "si como quiera ya todo el mundo sabía que era 'pato' ". La cajera me dijo, en un tono cómplice, "a mí me gusta que sea gay, hasta más lindo lo veo". Unas nenas con uniforme de escuela superior, que de seguro cortaban clase, vociferaban que iban a ir al concierto. Una cantó el estribillo de la canción nueva, esa que es bien contentona…"lo mejor de mi vida…eres tú". Un chamaco con cierto manerismo dijo que Ricky "está bien bueno". En tanto, unos empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica, que me ligaron las nalgas, los picotié con los ojos en mi carne y no en sus huevos revoltillos, cuchillaban entre ellos. No sé lo que decían. Me quise alejar de estos bellacos de inmediato. Pero por sus caras, estoy casi segura que coinciden de alguna forma con la "Apóstol" Wanda Rolón. Una persona inteligente que quiero mucho, gay, me dijo una vez algo más o menos así: el clóset existe porque la sociedad (con su anacronismo) nos bloquea la salida.
*La autora es escritora y periodista.