Una investigación los Centros de Control de Enfermedades (CDC) reveló que más de millones de residentes en Estados Unidos carecían de seguro médico en el año 2011. Según datos de Buró del Censo, esto representa más del 16% de la población del país.
El estudio del CDC también reveló que 58,7 millones (19,2% de la población) no tuvieron seguro médico en algún momento de 2010, mientras que en 2011 el 7% de los menores de 18 años no estaba asegurado, al igual que el 27,9% de los jóvenes de entre 19 y 25 años. En todos los casos, los más afectados fueron los pobres, los hispanos y los desempleados.
En un caso particular, más de 130 millones de estadounidenses carecen de seguro médico dental; uno de cada cuatro mayores de 65 años perdieron todos los dientes, y una de cada cinco personas tiene una o dos cavidades malas sin tratamiento. La incidencia aumenta en un 20% cuando se trata de individuos residentes en comunidades de bajos recursos, detalló por su parte un estudio del Centro Nacional de Estadísticas sobre Salud (CNES).
Ante este panorama, se estima que más de 26 mil adultos en edad laboral mueren cada año de forma prematura en Estados Unidos por falta de seguro médico, señala otra investigación del grupo de defensa del consumidor Families USA.
Una cifra récord de 26,100 personas de entre 25 y 64 años murieron por falta de cobertura sanitaria en 2010, frente a los 20,350 fallecidos en 2005 y los 18 mil muertos en 2000, precisa el informe basado en datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, los CDC y el Instituto de Medicina.
En 2010 el presidente Barack Obama promulgó una ley de reforma de los servicios de salud que extiende la cobertura a aproximadamente 30 millones de personas, pero separa a unos 26 millones de residentes. La Ley denominada Affordable Care Act fue presentada por el Partido Demócrata como el mayor éxito político de Obama luego de que administraciones federales desde Harry S. Truman fracasaron al intentar implementarla.
La Ley de Salud del presidente exige la compra obligatoria de un seguro mixto (privado y el gubernamental Medicaid) desde el año 2014, so pena de pagar una elevada multa al Estado. El Partido Republicano la impugnó, pero la Corte Suprema de Justicia la declaró constitucional, y el 29 de junio fue respaldada por el Tribunal Federal de Apelaciones de Ohio. A pesar de ello, otros 16 estados aprobaron medidas vinculantes que contradicen partes de la reforma.
Aunque la Corte Suprema de Justicia avaló la Ley de Salud, una gran cantidad de estadounidenses no accede al servicio médico establecido en la legislación, sobre todo inmigrantes ilegales y la gente más pobre de Estados Unidos, quienes no pueden inscribirse al Medicaid y tampoco son candidatos a los créditos fiscales que ayudan a adquirir cobertura.
Y es que el costo de los seguros médicos se duplicó desde 2001, mientras que los salarios se incrementaron en apenas 34%. Según un cálculo de la organización Kaiser Family Foundation, el promedio anual de gastos de los empleadores para la cobertura familiar ascendió a 15,073 dólares en 2011, un 9% más que en 2010.
Por su parte, el grupo Tea Party, ala conservadora del Partido Republicano, es partidario de severos recortes públicos y de la privatización de los seguros médicos. En un sondeo realizado por la televisora CBS y el diario The New York Times en abril de este año, el 75% de los entrevistados consideró que el gobierno federal tiene la responsabilidad de brindar atención médica a los ancianos, y el 56% aseguró que su gobierno tiene una obligación similar con los pobres. La mayoría prefirió aumentar los impuestos a reducir el Medicare.
Déficit de medicamentos y profesionales de la salud
La Ley de Salud establece que el número de médicos de atención primaria debe incrementarse en unos tres mil en los próximos 10 años, pero en todo el país se necesitarán 45 mil nuevos profesionales en ese período, precisó el diario The New York Times.
Autoridades sanitarias federales recomiendan que en una región determinada existan no menos de 80 médicos de asistencia primaria y 105 especialistas por cada 100 mil habitantes, pero en las zonas más pobres de California, del Delta del Mississippi, Detroit y en los suburbios de Phoenix en Arizona apenas se alcanza la mitad de esos requerimientos. En ese contexto, Estados Unidos tendrá un déficit de más de 62,900 médicos para el año 2015 y esa cifra se duplicará hasta 2025, calcula la Asociación de Colegios Médicos.
Por otro lado, en la última década también se agravó la escasez de medicamentos en los hospitales estadounidenses, donde se reportan carencias de hasta 211 fármacos al año. El problema no es nuevo, pero se ha triplicado en el último lustro, alertó el diario The Washington Times.
El Servicio de Información Farmacéutico de la Universidad de Utah confirmó que solo en el primer trimestre de 2011 la crisis abarcó a 89 medicinas, la mayoría usadas en salas de emergencia, unidades de terapia intensiva y por pacientes con cáncer.
Fuente Bolprees