Don Germán Luis Guenard Soltero recuerda muy bien aquel día, meses antes de las Olimpiadas de Roma de 1960, cuando llegó a la pista atlética del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) para buscar un puesto en el equipo olímpico borincano, que iría a la justa mundial en Roma.
“Me levanté a las tres de la madrugada para salir de Mayagüez en una guagua que me dejó en la Parada 18, para entonces de ahí salir en otro carro público hacia Río Piedras”, recordó justo luego de recibir la placa de dedicatoria de la edición de 2016 de las Justas del Sistema UPR.
“Ese día, nadie me conocía. Y este jibarito de Mayagüez se ganó a todos en los 400 metros”, agregó sonriendo.
Quizás en estos tiempos en los que el nombre de Javier Culson retumba a nivel mundial, no muchos jóvenes sepan sobre Guenard Soltero. Estamos hablando de que en los Juegos Olímpicos de Roma ’60, Guenard, miembro de la delegación puertorriqueña, fue el atleta más joven, con 17 años de edad. En Roma, compitió en el primer grupo de eliminatorias, y arribó en segundo puesto, mientras que en las semifinales llegó cuarto, con tiempo de 47.2 segundos en los 400 metros.
Es más, durante poco más de siete años fue considerado uno de los mejores corredores de Puerto Rico en el evento de los 400 metros, compitiendo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1966 y en los Juegos Iberamericanos de 1967.
También tiene exitosas participaciones defendiendo la franela del Colegio (Recinto Universitario de Mayagüez, RUM) de 1962 a 1964, coronándose campeón intercolegial de los 400 metros en 1964. Además, compitió en los relevos nacionales bajo techo de Estados Unidos, en el Madison Square Garden, y fue campeón y “recordman” Iberoamericano en Chile en 1961, y en España en 1963.
En otras palabras, Guenard Soltero es considerado uno de los mejores velocistas de la historia de Puerto Rico. De hecho, en todo el haber deportivo de la Sultana del Oeste, con la excepción del inmortal Pepito Martínez, no existe corredor que haya podido superar a Guenard Soltero en los 400 metros.
Don Germán, eterno colegial, estuvo este sábado en la pista donde su carrera internacional cogió vuelo. Y no se le olvida.
“Hoy estoy de nuevo en la pista donde aquel día le gané a todos los demás en los 400 metros. Y estoy muy agradecido de este homenaje”, finalizó el otrora atleta élite, quien actualmente se desempeña como auxiliar de Educación Física del Departamento e Actividades Atléticas del RUM.