La delegación estudiantil de la Universidad de Puerto Rico (UPR) que viajó a Washington D.C. para cabildear en el Congreso de los Estados Unidos en contra de la Junta de Control Fiscal (JCF) se reunió el miércoles en el recinto riopedrense para compartir su experiencia con la comunidad universitaria.
La actividad, que tuvo como moderador a René Vargas Martínez, vicepresidente asociado de Asuntos Estudiantiles de la UPR, se realizó en la Facultad de Ciencias Sociales. También se presentaron Melissa Villanueva, representante de la UPR en Arecibo; Guillermo Guasp, presidente del Consejo General de Estudiantes de la UPR Río Piedras, y María Dávila, de la UPR Cayey.
Tanto Dávila como Guasp aclararon que la decisión de enviarlos a cabildear a Washington surgió luego de que en las asambleas estudiantiles de las respectivas unidades de la UPR los estudiantes expresaran su oposición a la JCF.
“Luego de las asambleas de la UPR, se inicia un diálogo con la Junta de Gobierno. La universidad a través de la Junta de Gobierno sacó una comunicación oponiéndose a la Junta de Control Fiscal y el comité de diálogo les recomienda que los mejores portavoces para llevar la posición de la institución eran los estudiantes”, dijo Guasp.
Por otro lado, el líder de la UPRRP narró que como estudiantes buscaban que su trabajo en Washington resaltara, por lo que optaron por romper con la costumbre de hablar solamente con representantes boricuas en el Congreso. Fue por esto que les solicitaron una reunión a los 44 miembros del Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes, a todos los miembros del Comité de Energía del Senado y a congresistas que dentro de sus distritos tuvieran muchos puertorriqueños. Sin embargo, en total lograron coordinar 36 entrevistas.
Entre los miembros del Comité de Recursos Naturales, se reunieron con los republicanos Darin LaHood de Illinois, Don Young de California y Jody Hice de Georgia. Mientras que por el Partido Demócrata se reunieron con Lois Capps de Winsconsin, Nydia Velázquez de Nueva York, Pedro Pierluisi de Puerto Rico, Luis Gutiérrez de Illinois, entre otros.
Los líderes estudiantiles indicaron que su mensaje siempre fue la absoluta oposición al proyecto H.R. 4900- PROMESA. Estos redactaron un documento donde enumeraron las razones de su oposición y sus reclamos con la intención de que el mensaje fuera claro. También fue redactado con el propósito de entregarlo a quienes no pudieron atenderlos para que tuvieran evidencia de sus rechazos.
Entre las reacciones de los congresistas, Villanueva dijo que la pregunta relacionada con el estatus político de la isla no faltó. Pero que ante ese señalamiento contestaron “nosotros no vinimos a hablar del estatus”. De igual forma, Guasp indicó que recibieron comentarios tales como “si no es la junta, entonces qué” y “sabes que Puerto Rico necesita supervisión adulta”, refiriéndose al estatus territorial.
“Lo que yo pude interpretar tanto de los demócratas como de los republicanos es que ellos dicen ‘mira ustedes son una colonia, les dimos 64 años de un supuesto autogobierno y mira el hoyo adonde han llegado por sus malas decisiones, por lo tanto, te voy a supervisar ahora con una junta de control fiscal”, mencionó Guasp.
Sobre su labor allá, los delegados resaltaron que fue muy diferente al proceso de cabildeo que llevó el Partido Popular Democrático (PPD).
“La delegación política del país se fue de aquí oponiéndose a una Junta de Control Fiscal y cuando llegaron allá, con sus debidas enmiendas la aprobaron. Para mí fue un reto porque más allá de los estudiantes de la UPR que se oponen a la junta, hay un sector mayoritario en el país que se opone a ella y éramos cuatro representando a un país completo”, expresó Villanueva.
Siguiendo esa línea, Dávila agregó que no solamente expresaron su posición en cuanto al proyecto, sino que les estaban dejando saber a los congresistas que su mensaje no era el mismo al que llevaba la delegación del gobierno.
“Nuestros esfuerzos no iban dirigidos solo a los congresistas y senadores con quienes nos estábamos reuniendo, nuestros esfuerzos también iban dirigidos a irnos en contra de los representantes puertorriqueños que estaban haciendo un trabajo, y nosotros estábamos deshaciendo su trabajo”, sostuvo la estudiante de la UPR Cayey.
Más allá del impacto que la intervención de los estudiantes pudo tener en el Congreso, algo que estuvo latente fue la importancia de ese viaje en momentos de crisis económica. Sobre esto, Villanueva señaló que era importante que la voz de los estudiantes se escuchara junto a los grupos del país que iban a estar expresándose en contra de la JCF porque tienen una forma diferente de trabajar. “Nuestra postura allí fue muy única”, aseguró.
Por su parte, Dávila expresó que en ningún momento percibió malestar entre los estudiantes por el viaje, sino que fue lo contrario. “[Los estudiantes] no vieron que fue una pérdida de dinero, sino una inversión que estamos devolviendo a la UPR con este tipo de foros”, expresó.
Mientras, Guasp añadió que los universitarios los apoyaron por la desconfianza que le tienen al liderato político. “Nosotros pudimos llevar una posición objetiva y traer una retroalimentación”, indicó.
Pero, “¿por qué es importante que la universidad se involucre en este asunto?”, preguntó Vargas. A lo que Dávila respondió que no es posible hablar del país sin incluir a la UPR. De igual forma, Guasp puntualizó que al participar de estos reclamos es su responsabilidad educar al resto de los puertorriqueños sobre lo que realmente está pasando.
“Nosotros como institución, pero sobretodo como generación que vamos a cargar las decisiones positivas o negativas que tenga este proyecto, tenemos que asumir el discurso, la acción y el proceso de concienciación de política pública que queremos crear. La realidad es que fuimos los únicos que estuvimos haciendo ese proceso allá y lo que se vislumbra para Puerto Rico es algo gris en este momento”, mencionó Guasp.