Cuando el dramaturgo Ángel Vázquez escribió el monólogo Hecho en Puelto Rico, no imaginó que lo presentaría ante boricuas y norteamericanos en Chicago, Orlando, Nueva York, Texas y Washington, D.C., pero cuando culmine su gira de presentaciones, lo habrá hecho.
Vázquez quiso hilvanar en una pieza figuras puertorriqueñas de distintos ámbitos sociales y, con la creación de este texto, lo logró. Hizo una selección de próceres que pudiera ser mucho más larga, si la duración del montaje no fuera de una hora y quince minutos. Así quedaron inscritos en el libreto Julia de Burgos, Pedro Albizu Campos, Eugenio María de Hostos y Antonio Matos Paoli, entre otros.
“Es una pieza de afirmación nacional. Una de las grandes aportaciones que hace es retratar lo que aquí está ocurriendo. Tiene una vigencia que seguirá teniendo durante siglos”, explicó el dramaturgo puertorriqueño, quien ha podido constatar con su paso por distintas ciudades cómo la puertorriqueñidad puede servir como hilo conductor entre rostros, con o sin bordes geográficos de por medio.
Cada diáspora tiene su reloj, su intensidad. Eso bien lo ha constatado este gestor y creativo en cada presentación. En Chicago, le recibió un público vehemente, recuerda. La segunda noche de puesta escénica, un puertorriqueño se le acercó para mostrarle un dibujo de Roberto Clemente que trazó tras haber asistido a la presentación.
A Vázquez, la gesta le conmovió, pues a eso aspira con su pieza: generar en la audiencia boricua un sentido de reconexión con fibras de su identidad nacional.
El montaje representa esfuerzo por ensalzar las virtudes de Puerto Rico, desde el reconocimiento de valiosas voces histórico sociales. Una mirada a “nuestra sociedad, a nuestro estado de ánimo, a nuestros sueños. Una pieza muy puertorriqueña de principio a fin”.
“Es una comedia para sentirte orgulloso de ser puertorriqueño. Es una lucha entre hermanos para poder mejorar nuestra situación, para poder dejarle un mejor país a nuestras generaciones. El país no necesita más bofetadas, más que nada, necesita unión”, reflexionó el artista en entrevista con Diálogo.
Según el teatrero, “esta producción es como una celebración. Es apta para todo tipo de público. Puede ser entendida por muchas personas, clases sociales e ideologías”, explicó, quien confiesa sentir un expreso sentido de admiración por los trabajos artísticos de inherente conciencia social.
“Mientras tenga la fuerza, este y todos los trabajos que yo haga van a estar dirigidos a mejorar nuestro país, sea apuntando sus defectos o haciendo una crítica constructiva que apunte hacia dónde debemos ir como país. Las artes son una herramienta de cambio muy efectivo, sobre todo cuando vienen acompañadas de comicidad”, aseguró.
Y es que a veces la comedia se vuelve país y, autónoma, sostiene a quienes la habitan. Justo desde ese lugar libre de tensiones pueden llegar formas del orgullo isleño en golpes de aire sonoro, porque la risa abre rutas al entendimiento que otras formas de la expresividad no, y también desde el centro del pecho puede construirse un país.
La pieza, que ha sido presentada por más de 50 veces con funciones llenas a capacidad, y tanto en escenarios locales como extranjeros, subirá a escena hoy viernes, 7 de octubre a las 8:30 p.m. en el Teatro Francisco Arriví, con la participación especial de Danny Rivera, Nanya Sierra y El Boricuazo. Los boletos se encuentran a la venta en prticket.com.