Luego de 300 años de unión voluntaria entre Escocia y Reino Unido, los escoceses visitan hoy las urnas para decidir el rumbo de su nación. La fecha del referéndum se escogió en el 2012 y en los últimos dos años el posible cambio de estatus político se ha discutido cabalmente. Pero la pregunta es sencilla, sin preámbulos ni terceras opciones. ¿Debe ser Escocia una nación independiente?
Sí o no.
La última encuesta publicada ayer por Ipsos-MORI, indicaba que Escocia permanecía unida a Reino Unido con un 51 por ciento de los votos. El portal cibernético del periódico The Guardian, secundaba la primera encuesta con otra publicada por Panelbase, aunque esta última tomaba en consideración un cinco por ciento de los votantes que se expresaron indecisos, minoría que bien puede decidir el rumbo del País.
Lo cierto es que, según el profesor Jaime Lluch, de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras, Escocia es ya un pedazo de tierra preparado para ser independiente.
“Es un país desarrollado con industrias y manufactura y tiene una población muy educada, tienen buenas universidades, están bastante sincronizadas con la globalización y las tecnologías de la información”, indicó Lluch, experto en política internacional, nacionalidad y ciudadanía.
El país sede de la gaita, famoso instrumento musical, es el hogar de poco más de cinco millones de personas. Fue ya una nación independiente hasta el año 1707, cuando se firmó el Acta de Unión con Inglaterra y se formó el Reino de Gran Bretaña o Reino Unido. A finales del siglo 20 la lucha por la independencia escocesa se intensificó y en el 2011, el Partido Nacional de Escocia (SNP, por sus siglas en inglés) obtuvo la mayoría en el Parlamento Escocés, lo que dio paso al referéndum que hoy se celebra.
La mayor parte del terreno de Escocia es frío y escabroso, de modo que el suelo que utilizan para vivienda y desarrollo industrial es el mínimo. No obstante, Escocia es una gran exportador de Whisky, productos electrónicos y servicios financieros, además de poseer varios yacimientos de petróleo ubicados en el Mar Norte.
“El petróleo les podría durar mínimo 20 años, hasta 40 años, es un recurso para cualquier país, el gobierno escocés deriva fondos de los impuestos a esas ganancias, […] si (Escocia) fuera independiente hoy, tendrían control más completo y más pleno”, explicó el profesor. El País sería, además, el decimocuarto más rico del mundo, una posición envidiable para cualquier nueva nación.
Algunas deudas entre Escocia y Reino Unido quedarían pendientes, si los resultados al final del día de hoy favorecieran la independencia. Sin embargo, existe un acuerdo firmado entre el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, y el primer ministro principal escocés, Alex Salmond, que establece, en teoría, que las negociaciones sobre las deudas y otros asuntos económicos y políticos, deben realizarse en un ambiente de paz y cooperación.
“El acuerdo es que el gobierno de Londres va a respetar cualquier resultado, va a entrar en negociaciones de buena fe con el nuevo gobierno (escocés), van a negociar todos los aspectos necesarios, incluyendo el de la moneda, las deudas del País, cómo se van a dividir, se van a negociar las bases militares, contrario a la situación española, que hay una actitud de agresión prácticamente (frente a Cataluña), en el caso de los ingleses y escoceses, esto es en papel, hay un camino trazado de manera procesal para que no surjan impedimentos y que haya una transición lo más calmada posible”, puntualizó el Profesor.
La transición podría durar cerca de dos años. En marzo de 2016, los escoceses deberán poseer ciudadanía y pasaporte de Escocia y no de Reino Unido, como sucede actualmente. El cambio de estatus político y la nueva ciudadanía también implicaría la creación de nuevas leyes de inmigración que serían discutidas durante el periodo de transición. El Partido Nacional Escocés (SNP), que dirige Salmond, ha mostrado interés, además, en pertenecer al bloque de la Unión Europea (UE), pero solo en términos políticos, es decir, no utilizarían el Euro como moneda oficial y no formarían parte del espacio de Schengen, acuerdo entre algunos miembros de la UE que elimina las fronteras migratorias y funciona como un solo país.
En términos políticos, según Lluch, pertenecer al Bloque implicaría, además de pertenecer a un importante grupo de países con sobre 500 millones de personas, tener derecho a varios fondos estructurales y formar parte de un espacio donde la ley tiene varios niveles, es decir, tribunales y cortes adicionales con mayor protección a los derechos humanos y políticos, así como participación en el parlamento europeo. Esto implicaría, también, mayores posibilidades de mercado con los demás países miembros.
Curiosamente, Alex Salmond ni el SNP han mostrado interés en crear una moneda oficial escocesa. La libra esterlina, moneda del Reino Unido, continuaría siendo utilizada como moneda oficial de Escocia aún siendo independiente. Esto es ya motivo de algunos debates en el País.
“A Inglaterra le da igual, quizás hasta le convenga porque existen deudas en conjunto y por ejemplo las hipotecas de las casas escocesas están hechas con bancos ingleses en libras esterlinas, hay cuestiones muy prácticas envueltas”, indicó Lluch. Sin embargo, esto no parece indicar problemas mayores que puedan impedir la independencia de Escocia, un país que siempre ha velado por sus intereses y cuya economía nunca a dependido o a estado subordinada al Reino Unido.
Relativo a otros lugares, Escocia, comparándolo con Puerto Rico, "no es un país colonizado, aquí hemos sufrido quinientos años de colonización y la economía puertorriqueña nunca ha estado al servicio de los puertorriqueños, siempre ha estado al servicio de la metrópoli, mientras que en Escocia esa no es la situación”, puntualizó el Profesor.
Las urnas en Escocia estarán abiertas hasta las diez de la noche, hora local. Nuestro reloj y el de los escoceses tiene una diferencias de alrededor de cinco horas, es decir, a las 5:00 p.m. de Puerto Rico se cerrarán las urnas y a partir de ese momento se comenzarán a dar a conocer los primeros resultados oficiales que podrían marcar un suceso histórico con la creación de una nueva nación soberana.