Fue el domingo, a eso de las seis de la tarde se veía un gentío en la calle Martín Travieso, esquina Rosario en Santurce. La gente comenzaba a hacer fila frente a la casa taller del colectivo Papel Machete, para ver si lograban entrar a la tercera función de las Noches de Cabaret de la novena edición de la Titeretada, que se llamó: Ágape.
Abren las puertas de la casa taller y mientras los primeros cincuenta afortunados en entrar esa noche van tomando asiento en el patio, que funge como escenario, hay un ratón mayordomo preparando la mesa para el banquete que estamos a punto de presenciar.
Dentro de este Ágape en el que participan nueve colectivos de títeres, hay dos tipos de títeres, los que pertenecen al banquete y los que se quedan fuera del espacio –casi como un simbolismo entre los ricos y los pobres- del cual el público también formó parte, por no caber en el lugar.
A diferencia de otras sesiones de las Noches de Cabaret, donde usualmente cada grupo presenta un trabajo individual, aquí todos se unieron para trabajar el mismo tema: el consumo. Utilizando el espacio limitado del patio de la casa taller y las áreas aledañas, lograron dar un efecto de separación -o mejor dicho exclusión- entre el espacio del banquete y el resto de la ciudad.
Cada personaje era trabajado por una compañía diferente. A medida que cada uno llegaba a la mesa, presentaba un concepto relacionado al tema principal. El primer invitado abrió el banquete contando una historia sobre cómo poco a poco destruimos la naturaleza con la industrialización. También se hizo referencia a Monsanto, de la mano de Tere Marichal, entre muchos otros artistas.
Entre escena y escena en el exterior de la cena aparecían los personajes menos privilegiados, es decir, los que no se pueden dar el lujo de gastar y gastar.
Este junte de talentos tan variados tuvo como resultado una puesta en escena indescriptible. Demostraron que el arte del títere no es solamente para entretener, sino para poder llevar mensajes pertinentes a la sociedad con voces y maneras totalmente diferentes.
La creación de esta historia y sus personajes se dio gracias a: Papel Machete, Vueltabajo, Y no había luz, Colectivo Columpio, Kuniklos, Poncili Creación, Agua Sol y Sereno, Deborah Hunt y el Taller Cabezas pa’ arriba, Tere Marichal y Casa Múcaro.
Esta edición de La Titeretada, que dura hasta el 1 de mayo, se le dedica a la compañía española Títeres desde Abajo, que fueron arrestados el pasado mes de febrero en Madrid por, alegadamente, promover el terrorismo durante la presentación de su obra La Bruja y Don Cristóbal.
A continuación, una fotogalería del Ágape: